ROBOT || Yoonmin

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Hola

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Solamente porque hacía frío, su cuerpo al estremecerse, decidió que debería desperezarse un poco y jalar la gran y esponjosa colcha blanca para estar más cómodo y calentito. Dio un ligero temblor cuando se acomodó nuevamente, pero sentía que algo le faltaba así que su cuerpo se movió un poco hasta dar con la calidez de otro cuerpo.

Gimió gustoso y lo apretó contra su pecho, ahora si se sentía tibio y contento, nuevamente el sueño le estaba ganando, además su cuerpo se sentía tan liviano como hace tiempo no lo sentía.

Hizo una mueca cuando escuchó un par de pajaritos haciendo soniditos, sonaban contentos y podía apostar que eran bonitos y gorditos. ¿Pero por qué estaban molestando en la madrugada?

Cuando se movió un poco se dio cuenta que por estar debajo de la colcha no entraba ningún rayo de luz, apostaba a que eran las siete en punto. Sonrió cuando recordó que era domingo y no había necesidad de levantarse temprano así que se acurrucó más y bostezó.

- Duerme, bebé - susurró con la voz ronca, sabía que Jimin había despertado.

Jimin no dijo nada, sólo se giró para enfrentar al mayor y él mismo buscó hacerse bolita en él. Yoongi lo rodeó con más ganas, apenas recordando que ambos no tenían una prenda superior que cubriera sus torsos, con que razón sentía más helada la mañana.

Podía sentir la respiración de Jimin chocando en sus clavículas, aunque el aire que rozaba su piel era helado, no le molestaba para nada. Seguía muy somnoliento y sabía que podría volver a dormirse en cualquier momento, pero se perdió un poco en sus pensamientos. Bien, podría ser que acababa de despertar un domingo muy en la mañana, pero no cambiaría nada si todos sus días fueran despertar de esa manera con Jimin.

Una de sus manos dejó de apretar al rubio y se dirigió al centro de su espalda, con el filo de sus uñas y de manera muy suave y lenta comenzó a trazar figuras imaginarias en su piel, sabía que eso le gustaba a Jimin, había visto su piel erizarse y no olvidaría que eso lo relajaba.

Jimin murmuró algo débilmente, Yoongi sonrió deduciendo que había dicho algo sobre esa acción en su piel, suponiendo que se refería a que le gustaba eso o algo parecido. Entrelazó sus piernas y lentamente dejó de rozar sus dedos por su espalda, sin darse cuenta se estaba quedando dormido nuevamente. Escuchó un quejidito muy bajito antes de sentir una de las manos de Jimin tomar la suya y llevarla hasta su cabeza. Yoongi sonrió aún con los ojos cerrados y comenzó a acariciar su cabello, otra cosa que le gustaba y relajaba al modelo.

- Estás muy mimado hoy - susurró cuando lo escuchó hacer un sonidito satisfecho - Y me gusta mimarte.

Sintió que Jimin sonreía y él ensanchó la suya. Aunque ahí dentro estaba calentito, un frío recorrió su espina dorsal al sentir grandes y tibios labios presionar sobre su cuello, aunque terminó suspirando tranquilamente.

Su mano siguió repartiendo caricias al cabello rubio y la otra reanudó el antiguo trabajo de la otra dando leves roces en la espalda de Jimin. Le ponía contento saber que esas simples cosas le gustaban al rubio, saber que su cuerpo tenía una respuesta positiva a esos pequeños estímulos que todos los humanos tienen.

Jimin seguía repartiendo besos flojos en su cuello y esa sensación le fascinaba, cuando Jimin se movió un poco, con sus piernas entrelazadas era lógico que sus caderas estuvieran juntas y Yoongi realmente agradeció no haber despertado con una erección esa mañana porque sabía que para él habría sido tan incómodo sentirse como un adolescente hormonal.