ROBOT || Yoonmin

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Las películas de amor suelen dar únicamente detalles preciosos que suceden entre la pareja. Quieren venderte esas mariposasitas traviesas que sientes en el cuerpo al anhelar que algo parecido sucediera en tu vida.

Bueno, Jimin ahora sabía que no todo era de color de rosa desde hace varias semanas que había comenzado a dormir junto a Yoongi. Sus noches variaban dependiendo del pelinegro; a veces solía ser como la goma de mascar que Taehyung pegó por accidente en el cabello de Namjoon y se quedaba enroscado a él toda la noche, en ocasiones solía quedarse quieto en un lugar y mantener distancia, y en veces solía parecer que Yoongi dormía solo porque se desparramaba en toda la cama y era ruidoso.

Pero cuando despertó esa mañana realmente pudo haber dicho que entendía a los protagonistas de las películas, ¿era normal no dejar de sonreír? Tal vez tendría que preguntar más tarde.

El amanecer apenas y estaba saliendo cuando Jimin había despertado aún en la misma posición en la que se había dormido, Yoongi lo había acomodado sobre su pecho y al parecer en toda la noche había decidido no soltarlo. Y bueno, no era como si él habría querido que lo dejara ir, él también sentía necesidad de abrazarlo tan fuerte hasta llegar a fusionarse, ¿también era algo normal?

Jimin no podía dejar de ver el rostro dormido del pelinegro, se preguntaba si así era tener un criterio propio sobre lo qué era hermoso o no, porque él no podía dejar de pensar que todo en Yoongi era demasiado bonito como para no haber sido modificado como él lo había sido. Se preguntó si todas las personas veían a Yoongi de la misma manera que él lo hacía.

Se movió un poco hasta alcanzar el rostro contrario y dejó un beso en su nariz y otro en sus labios, sonrió cuando Yoongi frunció el ceño y se quejó débilmente. Tomó con cuidado y rapidez su celular cuando este vibró en la mesita de noche, bufó levemente al contestar.

- Hola, amor mío, ¿cómo amaneciste? ¿Bien? Yo igual - una risa cariñosa se escuchó mezclada con sarcasmo - Te extraño demasiado, ¿estás pasándola bien siéndome infiel?

- No eres gracioso, Taemin - susurró tratando de hacer el menor ruido posible.

- ¿Se supone que lo sea? - renegó - ¿Así le hablas a tu mejor amigo?

- Tu no eres mi mejor amigo - volteó a ver al pelinegro acostado a su lado, en serio no quería despertarlo.

- Gracias por recordarme que Kim es el obstáculo de tu amor - Jimin tardó unos segundos en recordar que ese era el apellido que le habían asignado al peligris - De todos modos, ¿por qué susurras?

- Yoongi está dormido.

- Um, bueno, es que quiero contarte la sesión de hoy, estuvo llena de dulces.

- No quiero dejarlo solo - mordió su labio pensando en si debía o no hacerlo.

- Oh, pero... espera, ¿por qué tengo el presentimiento de que mi inocente bebé ya no es puro y casto? - Jimin frunció el ceño sin entender - Dios, dime que no hicieron bebés imaginarios - rogó - Mínimo dime que fuiste el de arriba.

- Taemin, son casi las ocho de la mañana, voy a colgar.

- ¡No! En serio, puedo conseguir que la producción te contrate también, ¿te gustaría?

- Claro, avisa a Jin primero, voy a colgar ahora.

- Bueno, adiós, te quiero - pasaron unos segundos - Vamos, dime que me quieres.

Jimin colgó antes de que Taemin siguiera lloriqueando.

Suspiró dejando su celular nuevamente sobre la mesita, hizo un mohín cuando vio que ahora Yoongi le daba la espalda. Se acercó a él y en esta ocasión, además de ser la primera, él se enroscó al pálido y ahora sabía por qué a Yoongi le gustaba abrazarlo así tanto. Comenzaba a aburrirse y él usualmente dejaba dormir a Yoongi todo el tiempo que fuera si podía, pero en esa ocasión quería atención.