Capitulo 6

75 15 3
                                    

Jane

Agarré mi cartera que estaba tirada en el suelo y la eché a mi bolsa. Después abrí la puerta de mi habitación y bajé. Agarré un post it y escribí la misma nota de siempre
"Fui a la plaza, regreso para la cena seguro".

Esperé a que un taxi pasara como quince minutos asta que decidí ir a la parada de autobús. El trayecto duró diez minutos y el autobús como cinco, ahora mi problema era que yo no tenía monedas de cinco y el chofer no tenía cambio.

-!le doy de diez! Y ya, listo.-exclamé desesperada.-míre, aquí está. Tome...

Le ofrecí la moneda pero el la rechazó.

-no, niña. Que cuesta cinco. No te puedo aceptar ni mas ni menos.

seguimos discutiendo asta que una señora amable me dió dos monedas de cinco y yo se las cambié por una de diez. !listo! Por fin tomé asiento y me puse a escuchar música.
Me bajé en la parada más cercana a la plaza y me busqué de nuevo un taxi. Esta vez lo encontré y le pedí que me llevara a la plaza. Pero, !ho sorpresa! Resultó que había mucho tráfico por que había habido un choque. Mientras, abrí los mensajes y me di cuenta que hace mucho no le escribía a Keyden. Desde que me puso "te amo" me había acobardado y no le había vuelto a escribir. Le piqué a su nombre y escribí unas cuantas cosas locas como: "holi!" o "que taaaal? Como tas?".

Casi se me cae el teléfono cuando el chofer dió una vuelta brusca para ponerse en el carril de junto a la banqueta. Aprovechando la ocasión miré las enredaderas que trepaban por la pared de al lado y tuve el impulso de bajarme y robar unas semillas.

Entonces un chico pasó tambaleándose y agarrando su cabeza como si le doliera. Paró junto a la enredadera y se apoyó en ella.

Lo miré preocupada y le pedí al chofer que bajara la ventana. Saqué la cabeza del carro y grité:

-oye, chico! ¿Estás bien?- saqué un poco más la cabeza y entonces volteó. El corazón me dio un vuelco al ver de quien se trataba.

-Keyden.-susurré tan bajito que no se si el me escuchó. Rápidamente le pedí al chofer que quitara el seguro y me bajé del coche sin pensarlo dos veces. Me acerqué al el y de pronto me encontré corriendo cuando estuve frente a él me lancé y lo abrasé.

-Jane.-susurró en mi oído. Me di cuenta que temblaba un poco.

-Keyden, ¿que pasa? Estas temblando, ¿te duele la cabeza?-le acaricié el cabello y lo miré.

-yo... estaba yendo a mi casa,- me miró confundido. Sus ojos enrojecieron tanto que pensé que iba a llorar.- pero... olvidé donde está.

Recuerdos que no se van || ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora