Parte 5 Nada es como antes

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Wen desde su ventana mira hacia la cabaña de Joan y se alegra de la felicidad que ese hombre le ha dado con su presencia. Luego acaricia a su fiel amigo peludo junto a su cama y se acuesta.

* * *

El día siguiente, al despertar, voy a donde Wen dejando a un Don agotado y dormido en la cama.

Golpeo la puerta.

- ¿Estás despierta?, ¿Wen?

-Sí, ya lo estoy – me responde con voz somnolienta.

Entro y la veo aún en la cama.

-Tengo que hablar contigo.

-¿No puede esperar para luego?

-No, tiene que ser ahora - le digo zarandeándola al ver que se duerme de nuevo.

-Bien, vale... soy toda oídos - y bosteza.

-Me voy a la ciudad.

Restriega sus ojos y me presta su atención.

-Pero, ¿por qué?

-Es que Don...

-Mmmm, comprendo. - me interrumpe sentándose apoyada en el espaldar de su cama.

-Y ¿cuándo te marchas?

-Hoy mismo, dentro de unas horas.

-Oh... vaya - se sorprende. -¿Cuándo volverás?

-Es por poco tiempo. Don se marchará el lunes

-Bien, diré a Tobir que os acompañe.

-Oh no, no es necesario, conozco el camino muy bien, creo que podré arreglármelas.

-Pues entonces deja al menos que Tobir le eche un vistazo al coche, ya sabes cómo se las trae.

-De acuerdo. Gracias - y voy apurada hasta la puerta.

Gracias a ti Joan -Wen responde cuando ya Joan no la escucha, con un brillo en sus ojos y aceptación en su cara.

-Por cierto. - entra Joan de nuevo inesperada.

-¿Sí?

Joan se acerca y la abraza, el gesto sobresalta a Wen, que se queda parada.

-Nos veremos dentro de unos días. Cuídate. - y sale deprisa de la habitación.

Wen aún parada y perpleja, le sonríe a la puerta por la que salió Joan momentos antes.

-Cuídate tu también - susurra ladeando su cabeza levemente de un lado a otro.

-¡Don, Don, despierta tenemos que irnos!

-¿Mm...?

-Arriba, vamos.

-Bien, ya voy.

Para cuando está despierto y vestido yo tengo todo preparado en el coche. Tomo de sobre la mesa mis trabajos y cierro la puerta.

Una vez fuera me despido de Tobir con un beso y un fuerte abrazo a Milcoh, que no parece muy conforme.

-Volveré pronto - le digo

Busco a Wen alrededor y la encuentro en la entrada a su cabaña junto a su perro, que de repente corre hasta mí y se roza con mis piernas.

-Vaya, esto es nuevo - le digo al animal y me atrevo a acariciarle.

Wen desde lejos levanta algo su mano y yo hago igual, me sonríe y entro en el coche.

* * *

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