6 años después
-Estas dos para Filadelfia, y estas para Nueva York, por favor.
-Sí señorita Joan, enseguida.- le respondió el viejo encargado de correos tomando los sobres de su mano y secando su nariz con un pañuelo de papel arrugado.
Una cabeza asomó desde la puerta.
-Ya voy, no seas impaciente –le dijo la periodista a la cara de la doctora que, apartaba su cabeza de nuevo.
-Le ha llegado esto –le dijo el viejo encargado colocando un paquete de dimensiones medias, sobre el desgastado mostrador.
-Gracias Kalem- Le dedicó una sonrisa mientras se ocupaba en apartar el envoltorio del paquete.
-Otro de sus libros –dijo el hombre mientras pesaba las cartas que le había dado y miraba de reojo los movimientos de la mujer.
-Así es. ¿Qué le parece? –le dijo extendiéndoselo para que lo ojeara.
- "Acupuntura y puntos de presión", ¿es lo que aprendió en su viaje a Japón?
-Sí, - respondió - entre otras muchas cosas –continuó, respirando hondo y sonriendo al mirar la imagen del Fujiyama de la portada, haciendo un recorrido mental de su estancia en ese país.
-Son cuatro rupias –dijo el hombre sacándola de su ensoñación.
Le dio un billete de cinco rupias
- Quédate con el cambio.
-Gracias Señorita Joan.
- A ti Kalem, y cuídate ese resfriado.-dijo mientras metía su nuevo libro en su bolso.
-Lo haré. Saludos a Tobir. –el hombre levantó sus ojos desde la caja en las que metía el dinero que le había dado.
-Se los daré –dijo tomando su bolso, dedicándole una sonrisa y emprendiendo el camino hacia la salida.
Una vez fuera, se encontró con la espalda de Wen que, con sus brazos cruzados ojeaba el tránsito de la gente, y de los vehículos que recorrían la calle de un lado al otro.
-Hecho-dijo Joan colocando una mano en su hombro.- ¿Qué tal tu llamada?
-Bien, ya luego te cuento ¿A qué hora había dicho Richard que nos veríamos?
- A mediodía, en el mercado.
-En el mercado, ya podría haber sido en el bar.
-Tenemos media hora, si quieres pasamos a tomar algo y me cuentas de tu llamada. A mí me sentaría como caído del cielo un buen...
-Café, lo sé –La otra mujer la interrumpió.
-¿Soy tan predecible?- le replicó con cara de sorpresa
-Solo por las mañanas-le contestó alzando su ceja.
-Bueno, puedo cambiar eso, también podríamos ir de compras –dijo haciendo una mueca con su boca.
-Pasemos por el bar- Wen comenzó a andar calle abajo ignorando por completo su idea.
Joan la siguió sonriendo a su espalda.
-Por cierto, -dijo esta metiendo la mano en su bolso – Ha llegado mi nuevo libro. –acabó de decir mientras lo sacaba de él.
Wen se giró, esperándola, tomando el libro de su mano y luego caminando a su lado.
-Me gusta esta portada
-Sabría que te gustaría. ¿Recuerdas nuestra escalada?
-Recuerdo muchas cosas de esa escalada.-le respondió con mirada insinuadora
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Destino
Storie d'amoreNO ES DE MI AUTORIA Hace muchos años llego esta historia a mis manos, no tiene el nombre de la autora, pero considero que es una historia digna de compartir. Tiene un relato intimo y lento de las historias viejas Una periodista de Filadelfia (Joan...