Capítulo 11
Andy iba al volante igual que un gángster, sus mangas estaban levantadas y mostraba sus poderosos músculos.
Trout miró a Richard, impasible. El detective le intrigaba demasiado, toda aquella corpulencia en el escuadrón de homicidios no eran casualidad, Rasche le importaba menos, sólo era un policía segundo.
—Me hace sentir mal que no me hayan invitado a su reunión, detectives. —dijo Trout mientras la camioneta Chevrolet frenaba, estaban en la parte de atrás, él iba justo frente a ellos, le daba la espalda a la cabina del conductor y quedaba viendo a la luna trasera del vehículo—. Me gustaría saber de qué se trató...
Rasche suspiró profundo, miró a través de las ventanas polarizadas, no quería hablar, y a diferencia de él, Schaefer prefería dar esa clase de respuestas. ¿Hasta dónde estaba dispuesto de llagar Rasche por su amigo? ¿Qué tanto era capaz de hacer? Infringir la ley... desobedecer órdenes de la capitana Amanda McComb, entrar en conflicto de intereses con federales como Trout...
—Trout —dijo Richard sin apartarle la mirada—, usted sabe que lo que está pasando es más que una guerra de pandillas.
—¿Su capitán está al tanto de que ustedes y su equipo de policías siguen en el caso?
Silencio.
Koharu, que hasta ese momento permanecía sin abrir la boca, se llevó la mano al vendaje que le cubría el dispositivo clavado en el cuello. Mirando por el cristal, el auto estaba dando vuelta para volver. Iban a dar vueltas en círculos. Estrategia.
Trout dibujó una sonrisa en sus labios secos por el calor.
—Eso imaginé. —se aclaró la garganta y sacó un arma con silenciador del costado de su asiento, apuntó a Schaefer con ella—. Si no me equivoco ustedes dos fueron sacados del departamento de narcóticos porque el detective Schaefer lanzó de un quinto piso a un narcotraficante de Colombia...
Richard sonrió y asintió con la cabeza. El asunto del narcotraficante Eschevera lo había vuelto famoso...
—Sacó un millón de dólares de una mochila y los puso frente a nosotros... así que lo pasé por alto y lo dejé caer por el balcón.
Andy levantó una ceja gratamente sorprendido.
—Usted no le teme a la muerte, detective, pero nosotros no somos la muerte.
Trout continuó:
—Queremos cooperar con usted.
Era suficiente, Richard movió la cabeza en una extraña negación, y finalmente dijo todo, no le importaba si era Trout quien pillaba al asesino, esa pizca de egoísmo la repondría después. Schaefer ya había resuelto otros casos y dejado los créditos al detective encargado, pero el caso que tenía ahora, el Diablo que caza hombres... era suyo... dijo todo, excepto los descubrimientos del drenaje y sus ideas.
Al final, el agente Trout dio un par de chasquidos con la lengua, sopesaba sus opciones en voz baja y susurró algo a Andy, quien aceleró.
Bajaron a una manzana del lugar y Trout les amenazó antes de irse, dejándolos a los tres en una esquina oscura, cerca de donde habían aparcado la patrulla.
Subieron y Rasche condujo hasta el departamento de Schaefer, dejó a Koharu y a Richard en la esquina y se fue sin decir más.
Ken y Richard subieron dispuestos a descansar. El tiempo que el asiático pasaría en la casa del rubio era indefinido, y en opinión de Rasche era un suicidio. El detective le invitó una cena vegana pero el forense la rechazó y se plantó en el sillón mirando las luces de ciudad por la ventana, el panorama escandalosa de la Nueva York nocturna...
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Jungla de Concreto | Predator #1
FanfictionEl detective Richard Schaefer lo ha visto todo. Desde tiroteos en las calles de Nueva York, homicidios domésticos, hasta las más sanguinarias ejecuciones del bajo mundo del hampa. Pero nunca había visto a la Ciudad de los Rascacielos bañada en tanta...