Capítulo 24
Rasche Riggins y la novata estaban ayudando a los policías a quitar el puesto de mando improvisado, la lluvia los obligó a entrar de nuevo al interior de la comisaría.
El detective Rasche estaba consternado, ni Richard, ni Archer estaban allí. Los demás principales implicados en el caso y con conocimiento de la existencia del alienígena estaban muertos, incluso el enorme y musculoso agente Andy, cuyo cadáver ya estaba en la morgue, misma que se encontraba en el limbo porque Ken Koharu, el forense líder, igual había sido asesinado.
Los blogs que leyó no hicieron sino recordarle que estaban frente a un hombre, si es que hombre era correcto, que se dedicaba a reclamar humanos como trofeos. Tenía experiencia y un sadismo profundo. Estaba moviendo todas las fichas a su favor y pronto ganaría al menor descuido. Los tenía acorralados.
Y Trout no le respondía.
—¿Adónde fue el comandante Parker? —preguntó la novata secándose gotas de lluvia de la frente.
Había policías moviéndose por todos lados. Una bocina los alentaba "todos los efectivos preséntense en..."
—En la mansión del alcalde. —contestó Riggins—. El detective Schaefer y el inspector Archer están allá también.
La chica respiraba agitadamente mientras caminaban a su puesto, estaba encargada en la zona administrativa y en esencia era la jefa del piso, los peritos que seguían investigando en donde Amanda McComb fue asesinada, y donde Carr fue abierto en canal por el asesino transparente, hacían su trabajo estresados. El penetrante calor había sido reemplazado por una potente lluvia.
—¿Cree que venga la Guardia Nacional? —se veía curiosa, más que preocupada.
—Espero que no. Sería como poner la ciudad en un estado de emergencia. Por ahora los medios han ayudado a mantener todo oculto pero no sabemos cuánto tiempo pueda mantener la calma.
—No se han comunicado con nosotros. Tal vez por la tormenta o... o algo les pasó.
—¿Qué quiere decir, novata?
—Me llamo Emma Green, y no insinúo nada, solo que deberíamos esperar un tiempo y si no se comunican con nosotros, mandar efectivos allá.
—Emma, no quiero insultar tu inteligencia pero todas las unidades están muy ocupadas ahora.
—Entonces deberíamos ir nosotros.
***
El joven técnico que estaba sentado frente a la pantalla principal (donde se habían emitido las señales de las cámaras) empezaba a transpirar conforme Mónica Martínez se le acercaba para hacer preguntas. Él ni siquiera la volteaba, nada más contestaba con voz afligida como si no pudiera despegar los ojos del teclado.
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Jungla de Concreto | Predator #1
FanfictionEl detective Richard Schaefer lo ha visto todo. Desde tiroteos en las calles de Nueva York, homicidios domésticos, hasta las más sanguinarias ejecuciones del bajo mundo del hampa. Pero nunca había visto a la Ciudad de los Rascacielos bañada en tanta...