Falsas esperanzas

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Capítulo 13

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Capítulo 13

Ken Koharu sabía que la luz en su cuello solo podía significar una cosa: el cazador estaba cerca de él, de ellos.

Archer estaba gimiendo violentamente en el suelo, se retorcía y tenía el hueso visible en la herida por el disparo. Su sangre se estaba secando en la cara de Koharu.

Richard sacó su arma y junto con Rasche armó un perímetro alrededor de Archer, junto con Simmons; todos dispararon a discreción cuando percibieron un movimiento cerca, mientras el asiático tomaba la radio de Archer para comunicarse, solicitar ayuda y notificar que tenían a un hombre herido y requería intervención inmediata antes de que muriera, la hemorragia era lo de menos, una infección mortal era casi segura en las alcantarillas.

—Moderen los disparos. —dijo Simmons—. No podemos acabarnos las municiones.

—¿Qué hace en el operativo, señor Koharu? —preguntó Amanda McComb por el radio.

Desde su puesto, histéricamente, la mujer les pidió su ubicación a gritos, la capitana tronaba los dedos enviando a dos escuadrones a respaldar a Archer y colocó al resto en posiciones estratégicas para evitar que el asesino tuviera una salida descubierta.

—Ken, ¿puede auxiliar a Archer?

—¡En eso estoy! —gritó la voz distorsionada del asiático por el radio—. Le practicaré un torniquete, pero necesita cauterizar la zona del omóplato...

Entonces el sonido de disparos como el infierno brotó de la bocina.

Jeremy Trout apareció detrás de Amanda y le exigió una explicación, evidentemente Schaefer había cometido una estupidez al estar ahí abajo con sus compañeros, pero habían encontrado al objetivo.

McComb les dio la ubicación a los dos agentes, y se encaminaron hasta la camioneta negra Chevrolet en la que habían subido a los detectives y al forense la noche anterior.

Sacaron armamento con mira láser y dos lentes de visión nocturna. Andy también llevó su Desert Eagle.

El general Phillips fue claro con ellos: una misión de recuperación, evitar tantas bajas como fuera posible, detener el avance de la investigación policíaca, hacer circo-maroma y teatro, y de ser posible... recuperar el espécimen.

—Cuida tu espalda allá abajo, Andy. —dijo Trout con una sonrisa divertida mientras entraban bajando las escaleras de una estación de abastecimiento del metro que se conectaba con el sistema de aguas.

—Tendré que cuidar la tuya, Jeremy.

Ambos eran cercanos, habían colaborado en bastantes casos que ya se habían convertido en una especie de dúo dinámico. No siempre lograban tener los resultados que querían, y que los superiores esperaban, y entonces iban a beber juntos, sin decir nada, sin invitarse, era algo bastante extraño y particular.

Jungla de Concreto | Predator #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora