9. Empeorar

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Eliza

He dormido poco y pésimo, no he podido cerrar los ojos en casi toda la noche. Al despertar, miro un segundo a Maik, que está de espaldas hacia mí, puedo oír como respira y me giro a mirarlo. Lo tocaría, pero viendo como reaccionó ayer, no me atrevo. Miro la hora, en un rato va a sonar su despertador para irse a trabajar, mejor me voy antes para no molestarlo. Me visto, le dejo una nota y me retiro.

Le mando un mensaje a Darren y veo el auto descapotable de Seyn llegar, el dueño estaciona delante de mí.

—Así que... —digo mirando al restaurador que sigue en su forma de hombre —también viene —indico viendo a Seyn, el cual está en el asiento del conductor y rueda los ojos.

—No puede vivir sin mí —Se ríe Darren.

—Solo lo cuido —acota el rubio y apoya su codo en el asiento —¿Subes o qué?

—Noté lo de bipolar —Sonrío y entro al vehículo.

—¿Viste? —Vuelve a reír el morocho.

Seyn ignora lo que decimos y arranca el coche. Al llegar al barrio de Tarik, no es una zona muy agradable, pero es dónde está el galpón de la pandilla. Bajamos del vehículo y tocamos el portón, ya que es extraño, porque está cerrado.

Francisco abre cauteloso y avisa que hemos llegado. No sé a quién se lo dice, porque no se escucha o no reconozco bien la voz, pero el que le contesta, le responde de mala manera. Al entrar, está bastante oscuro allí, así que opino, sobre la sensación que siento al estar ahí.

—Cuando fuimos al club, se notaba este raro ambiente —le digo a Darren.

—Tienes razón —Asiente y mira a Jav que es el que está más cerca de la silla que siempre usa Tarik, la cual se encuentra vacía —¿Dónde está su jefe?

—En este momento, él se ha ido, vendrá más tarde —Oigo la voz más nítida y ahora sí la reconozco, siento que me baja la presión cuando lo veo —, pero puedo atenderlos yo —Camina y se sienta en el lugar de Tarik.

Darren frunce el ceño.

—Joel, tú deberías estar en la cárcel —afirma.

—Sí, salí por buena conducta —Se ríe —. La justicia sabe que soy inocente —Sonríe con malicia.

—¿Qué haces aquí? —Se cruza de brazos Seyn —. Creí que no te llevabas bien con tu hermano —refiriéndose a Tarik —y menos pasearte por estos lares.

—Los tiempos cambian, un día te llevas bien con tu hermano, al otro no lo puedes ni ver y después comienzas a hablar como si nada. Esa es mi hermosa relación con mi hermanito menor —expresa con sarcasmo y se acomoda en la silla como si fuera suya, luego mira a Jav —. Tráeme algo para beber, me aburro aquí —Pone ambas manos en la nuca.

El matón rueda los ojos, pero se dirige a buscarle lo que le pidió.

—¿Qué no el jefe es Tarik? —me quejo pero sin mirarlo, solo verlo me recuerda los golpes que recibí y el miedo a la muerte que sentí en aquél momento que me maltrató. Así que evito observarlo y en cambio, giro mi vista a Darren —No lo veo, mejor vámonos.

El restaurador apoya una mano en mi hombro y me sonríe, para tranquilizarme, trasmitiéndome la sensación de que todo está bien.

—Hey, chicos, díganle a Tarik que su amor platónico está aquí —Darren señala a Seyn y me río, este rueda los ojos.

—Ese es Crash —lo corrige el rubio.

—No, Crash es su amor real, que por cierto, no lo he visto ¿Habrá vuelto con Ace y no me enteré?

—Puede ser —opino —. Después de todo, el adivino terminó con Blake —les cuento.

—¡¿Qué?! —Se sorprende —Y yo pensando que iban a hacer trío ¿Por qué no me contaste ese dato jugoso? —Dramatiza.

—Si no van a decir que quieren, mejor lárguense —se queja Joel y le tira la botella a Jav, la cual le dió recién —. Esto está horrible, que inútil eres, todos son unos incompetentes.

El pandillero presiona los puños enfadado, pero se queda quieto, se la aguanta. Parece que todos los presentes, no lo soportan. Tienen paciencia.

—¡¿Dónde está Tarik?! —insiste Darren enojándose, no solo porque no aparece, sino por la razón de que no le gusta la actitud de Joel frente a la pandilla.

¿Quién se cree? Ni que fuera su jefe, y aunque lo fuera, que yo sepa, su líder no los trata así.

—¿Por qué me buscan? —Al fin  oímos llegar a Tarik y nos damos vuelta a mirarlo.

Mientras avanza, parece enojado o amargado. Lo sigo con la vista, pero su actitud no es lo que me aterra. Mis ojos se abren en grande cuando veo un tatuaje de araña en su cuello.

Ahora entiendo. Parece que las voces no solo se han adueñado del club, también del galpón. Por eso la energía negativa en todo el lugar, por eso la carta de Ace tacha al líder.

Esto empeora, estamos perdidos.

Crisálida #6Donde viven las historias. Descúbrelo ahora