Capítulo 3

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- No es una lesión tan grave - responde el  chico que palpaba mi tobillo - sólo tendrás un pequeño hematoma, mas con una compresa fría trataremos de bajar la inflamación. 

- ¿Tendrá que estar en reposo, verdad Jeff? - pregunta Minho, apoyado en una esquina de la cabaña, con los brazos cruzados mirando fijamente mi lesión.

- Si, pero no por mucho tiempo - responde - dos días de descanso será suficiente, si es que realmente pone de su parte. 

- Y lo haré - gruño - gracias Jeff - me incorporo sobre la camilla para después sentarme, él asiente a la vez que me entrega la compresa fría.

- Nos vemos después, me necesitan afuera - menciona Jeff, da una última mirada a Minho y se retira. 

Segundos de silencio transcurren, un escalofrío recorre mi cuerpo, en ese instante recuerdo a Ben - Lo lamento - susurro. 

- ¿Por? - Minho se acerca para sentarse en una silla ubicada al lado de la camilla en el que yo estaba recostada. 

- Por tu amigo, sea lo que sea, créeme - miro mis manos, las cuales tienen pequeños rasguños - yo no quise que esto pasara - alzo mi vista para observarlo, tenía los nudillos de la mano derecha inflamada - tu mano - susurro.

  Él se percata de eso y esconde su mano por detrás de la silla - no es nada Jessica, he tenido peores agravios.

- ¿Me permites? - pregunto ignorando su respuesta, él parece pensarlo pero al final se rinde y me estira su mano. La posa sobre la mía, retiro la compresa de mi tobillo y la coloco sobre su mano lesionada.  

- No es culpa tuya - menciona segundos después - lo picó un penitente - mira el suelo - los creadores de esas repugnantes criaturas son los culpables de todo esto - asiento ante su respuesta, concuerdo con él - es por eso que deseo descifrar el laberinto, para que todos aquí - me observa detenidamente, prosigue - podamos ser libres de una vez por todas y evitar seguir sintiéndonos inseguros - observo su lesión y lo acaricio suavemente.

- Lo lograrás, confío en ti - le muestro una sonrisa sincera mas después aclaro la garganta - todos confiamos en ti, por eso eres el líder de los corredores, ¿no? - menciono tratando de animarlo. 

  - Si - susurra con una media sonrisa - gracias Jessica, por todo. 

- Jess - refiero - dime Jess - asiente sonriente. De improviso, se acercó, y con la mano libre se aproximó a mi mejilla, la rozó y ascendió hasta sostener un mechón de cabello entre sus dedos y colocarlo detrás de mi oído.

- Jess - susurró - aunque esto suene sádico - me mira detenidamente - me alegra que estés en el área, conmigo. 

- A mi también - respondo de la misma manera, alzo mi mano y acaricio su mejilla. Cualquiera de los habitantes del área, si nos observaran en este preciso instante, pensarían que es sospechoso que dos extraños actúen de esta manera. Mas no es así, por alguna extraña razón, siento que esto ya lo había experimentado antes - Minho - susurro, dejándome llevar por mis pensamientos, poco a poco acorto distancia, él hace lo mismo. 

- Si - murmulla. 

- Yo - los centímetros que nos distanciaban iban a ser nulos cuando Newt aparece de repente, haciéndonos retroceder estrepitosamente.   

- ¡Minho! - menciona Newt sonrojado, supongo que vino corriendo - Alby te está buscando, ya es hora. 

- ¿Hora de qué? - pregunto confundida. 

- Tú quédate aquí, ¿si? - entrelaza mi mano con la suya por unos instantes, asiento rendida - pediré a Chuck que venga a hacerte compañía.

- Mejor, no me gustaría que esté sólo con todo lo que acaba de suceder - menciono, él asiente, me sonríe y se retira. Newt hace lo mismo no sin antes verme y susurrar - te lo dije. 

The Maze Runner: Minho y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora