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Se sentían súper cómodas la una con la otra, empezaron a caminar en silencio y solo se oía el sonido de la lluvia caer.

Natalia: oye me encantaría seguir caminando pero tengo un problema
Dijo sonriendo tímidamente.

Alba: a ver, que problema tienes ahora chica.

Natalia: te sonará super absurdo pero necesito que nos vayamos a un techo por favor, me hice las planchas y mi pelo esta empezando a desformarse.

Alba: madre mia... si lo tienes bien. "sigues estando guapísima" pensó alba.

Natalia: pero soy muy exigente con mi pelo, es capaz de arruinarme la cara.

Alba: bueno vale vale, lo que tu digas entonces.

Se quedaron mirándose sin saber a donde ir, no querían marcharse cada una para su casa pero también les daba cosa proponer que se fueran juntas. Hubo un silencio el cual resultó un poco incómodo.

Alba: bueno pues... creo que me iré ya, mi madre estará esperándome.

Natalia: yo... yo también.
Lo dijo con un tono triste porque no quería volver a ver a Mikel.
¿Dónde vives tú? a lo mejor me pilla de camino.

Alba: no es nada, vivo a 5 minutos de aquí.

Natalia: pues te acompaño entonces.

Alba: no no, no hace falta en serio.
Le respondió en un tono no muy convincente.

Natalia: que si venga, que es peligroso ir sola y tan de noche.

Alba: bueno pues como quieras

Empezaron a andar, pero Alba notó que Natalia iba un poco triste. No sabía que hacerle para animarla, así que le propuso un plan. "¿Invitarla a comer mañana?, No alba, demasiado rápido"  "LO TENGO!, quedar otra vez en el Palacio de Cristal para charlar". Cuando iba a proponerle el plan, Natalia le interrumpió.

Natalia: oye avisa cuando lleguemos eh, a ver si nos pasamos tu casa.

Alba iba tan concentrada en que decirle, que no se había dado cuenta de que el portal de su casa estaba justo al lado de ellas.

Alba: mira, justo es aquí. Parece que sabías donde vivo.
Dijo con una sonrisa.

Natalia: es que tengo un don de adivina chica.

Alba: oye, llevamos casi tres horas juntas y no me sé tu nombre, ¿serías tan amable de decirmelo?
Le preguntó con un poco de bacileo.

Natalia: hostia es verdad, ni he caido en saber tu nombre. El mio es Natalia aunque me conocen tambien por Eilan.

Alba: ¿Eilan? Nunca lo había escuchado.

Natalia: bueno, y el tuyo ¿cuál es?

Alba: Alba Reche.

Natalia: Alba Reche... me gusta ese nombre.

Alba: gracias.
Se puso un poco roja y le apartó la mirada.

Entraron al portal de la casa de Alba y se quedaron mirando, la una a la otra sin decir absolutamente nada. Esto ya iba siendo costumbre, pero es que se sentían tan seguras juntas, que no querían cortar ese momento.

Alba: oye... he pensado una cosa.

Natalia: a ver, sorpréndeme que ha pensado esa cabecita.

Alba: ¿Tienes algo que hacer mañana?

Natalia se quedó pensando y se acordó de que había quedado con Mikel para ir al cine a ver una peli, pero en ese momento lo que menos le apetecía era estar con él.

Natalia: pues la verdad es que no, me pasaré el día hibernando o escuchando música.

Alba: pues he pensando un plan, ¿qué te parece si vamos un rato al Palacio de Cristal?

Natalia: por mi perfecto.

Se sonrieron tímidamente, sin apartar la mirada. Se acercaron poco a poco, sin importar nada más. Alba se estaba poniendo muy nerviosa y sintió un cosquilleo por todo su cuerpo.
Natalia se acercó un poco más, tanto que notaba la respiración de alba en su cuello, ya que era muy pequeñita a su lado.
Alba notaba que Natalia se iba acercando, y le entraron muchísimas ganas de acercarse ella también pero estaba tan nerviosa que no reaccionaba.
Natalia agachó su cabeza un poco y se acercó a su cara, dándole dos besos como despedida.

Natalia: entonces...nos vemos mañana no,Alba Reche?

Alba: s-si.
Dijo sin añadir nada más.

Natalia salió del portal y le echó una mirada con una sonrisa y Alba comenzó a subir las escaleras, sin saber que le había pasado en ese momento pero fuera lo que fuera, quería volver a repetir esa sensación.

C O N E X I Ó NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora