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El segundo día, Natalia y Alba desayunaron y se fueron sobre las 12:30 para el centro del Elche. Las dos hablaban como si fueran amigas, y es que ahora mismo lo son. Charlaron de cómo habían estado este tiempo cada una en su ciudad, y de todas las anécdotas que tenían que contarse.
Además Alba luchaba por intentar volverse a ganar la confianza de Natalia, que poco a poco iba consiguiendo. Era inevitable que se sonriesen sin decir nada, o que se miraran a los ojos y a los labios y volvieran a sonreír, es que estaban enamoradas.
Por la noche, Alba le dijo a Natalia de ir a una discoteca con sus amigos de Elche, pero Natalia se negó a ir para no encontrarse con Sergio. Alba hizo todo lo posible para convencer a Natalia, ya que esta vez Sergio no iba porque estaba con su familia.
Natalia cedió al plan de Alba y a las 23:00 se fueron para la discoteca. Allí, Natalia se hizo muy amiga de lxs amigxs de Alba, bailaron toda la noche y como siempre, bebieron aunque esta vez no mucho.

Narra Alba:

Estoy viendo a Natalia bailar y me está entrando de todo. No puedo aguantar ser solo su amiga, es que es algo imposible para mí. Me apetece muchísimo irme a bailar con ella como cuando lo hacíamos en Madrid pero no quiero hacerla sentir incómoda.
Llevo un rato mirándola y joder, me encanta esta mujer. La miro de arriba a abajo hasta que noto que me ha pillado mirándola. En su rostro se dibuja una tímida sonrisa y me señala con el dedo en señal de que fuera hacia ella.

Alba: como sigas bailando así voy a dejar de ser tu amiga.

Natalia: ¿sí? pues vas a tener que dejarlo porque no voy a parar.
Dice bailando aún más.

Alba: joder Natalia, ¿por qué te portas tan mal conmigo?

Natalia: perdona chica pero no fui yo quien la cagó.

Esta última frase hizo que algo se rompiera en mi interior, pero ahora no quería pensar en ello.

Alba: cerremos el cajón de mierda mejor.

Natalia asiente con la cabeza y noto que se queda observándome, haciendo que me pusiera bastante nerviosa.

Natalia: oye, estás muy guapa amiga.

Alba: mira Natalia, que difícil me lo pones.

Natalia: ¿El qué?

Alba: nada, déjalo.
Digo apartándole la mirada.

Natalia: bueno, como quieras. Yo me voy al baño que me meo.
Dice alejándose de mí y sin decir nada más.

Ahora mismo me iría con ella al baño, pero no es lo que hacen las amigas. Aún que me muero de ganas, "¿y si voy y pasa algo?" pienso. No me puedo quedar con la duda, así que decido seguirla hasta el baño, cerrando la puerta tras ella.

Natalia: ¿qué haces aquí?

Me acerco a ella, mirando sus labios y mordiéndome los míos. Su cara está a menos de 1 centímetro de la mía.

Natalia: Alba... para, por favor.

Alba: si es lo que quieres de verdad, lo haré. Digo sin dejar de acercarme.

Natalia se queda en silencio y se limita a mirarme a los ojos y acto seguido a mis labios. Me sigo acercando hasta rozar mis labios con los suyos, provocándole una sonrisa. Natalia no se aparta, así que paso mis manos por alrededor de su cuello y continuo besándola.

Natalia: esto no lo hacen las amigas.

Alba: es que tú... tú eres mi amiga amiga amiga amiga.

Natalia: ¿y que mierda de argumento es ese?

Alba: cállate.
Digo volviéndola a besar.

Cogió mis manos de su cuello y poniéndolas en alto me acercó hasta la pared, dejando que mis manos reposaran ahí mientras seguían agarradas con las suyas. Se separó del beso y empezó a besarme el cuello. Yo solté un pequeño jadeo que hizo que ella se separara mirándome con una sonrisa pícara y fuego en sus ojos. Y antes de que volviera a besarme la paré.

Alba: me apetece 0 seguir aquí.

Natalia: ¿y qué hago? ¿me saco una cama del bolsillo mágico?

Alba: eres gilipollas de verdad.-Dije riéndome-. Vamos a mi casa pero comportate por el camino.

Natalia: ni que tuviera 3 años..
Dijo rodando los ojos.

Alba: bueno pues más o menos si eh..
Dije picándola y me dio una palmada en el culo.

El camino fue tranquilo aunque a veces teníamos que parar para besarnos. Enseguida llegamos a mi casa y decidimos subir por el ascensor. Las puertas se abrieron y nada mas entrar Natalia me empujó contra la pared para continuar haciendo lo que habíamos tenido que parar en aquel baño.
Me volvió a coger mas manos para apoyarlas contra la pared mientras me besaba el cuello.  Luego volvió a mi boca y entonces puse mis manos de nuevo en su cuello, ella las puso en mi culo empujándome hacia arriba para poder cogerme y sentarme en la barra que había el los costados del ascensor. No dejamos de besarnos hasta que de repente el ascensor paró en seco, nos separamos y nos miramos confundidas. Miré la pantalla donde venía el número de la planta y ponía que estábamos entre la 3 y la 4, genial. Nos habíamos quedado atrapadas.

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es un poquito más corto pero es un extra porque os dije que habría sorpresa si os portábais bien y aquí está!! 😊💜

C O N E X I Ó NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora