Son las cuatro de la tarde con treinta y dos minutos.
El doctor Yang dijo que ellos, mi familia, siempre venían a las cuatro. No sé si son mis nervios los que me están haciendo creer que no vendrán, tal vez porque no les importo o porque ya soy una carga o porque tal vez se enteraron que ni siquiera puedo recordar sus nombres, sus rostros y los recuerdos familiares.
La enfermera me trajo comida hace unas horas, pero no tengo apetito, además de que el sabor de la comida de hospital es como comer medicinas con parecido a gelatina. Sí, probé la gelatina de chocolate que me dejaron sobre mi mesa y...no tengo comentarios.
Estoy tan nerviosa que sólo miro el reloj algo impaciente, mis manos sudan mientras las muevo sobre las sábanas inquietantemente blancas.
El televisor está encendido pero no presto mucha atención, tengo tantas cosas en mente que solo me escucho hablar a mí misma internamente. Un ejemplo es que me dijeron mi nombre y fue raro escucharlo, yo podría decir que lo escuché por primera vez, pero sé que no es así.
Jing Hyun Dai. Qué sorpresa.
— Señorita, sus visitas llegaron. — salgo de mi mente y miro a la enfermera Sun, sí, le pregunté su nombre.
Siento mi corazón latir más rápido y mis manos se quedan quietas. Una mujer adulta con cabello a los hombros y de rasgos muy finos entra a la habitación, tiene un vestido rojo y tacones algo altos, a simple vista ella es la mujer más elegante que haya visto desde que desperté.
Ella me sonríe y puedo ver mi sonrisa en ella. Ella debe ser mi madre.
— Hola, hija. Mi bella Jing. — camina a mí y me abraza, yo no sé muy bien como reaccionar. Se separa de mí y pone su mano en mi mejilla. — ¿Estás bien querida?
— Ah, señora Hyun, quisiera comentarle a solas un asunto sobre la señorita Jing, ¿podría acompañarme? Es algo muy importante. — habla el doctor Yang apareciendo de repente en la puerta, mi madre lo miro confundida, siento su mano alejarse de mi cara y me dirije una mirada cálida antes de seguir al doctor.
Ambos cierran la puerta tras de sí y yo aún no sé cómo actuar. ¿Qué debería decirle? ¿Debería llamarla... mamá?
Realmente creí que recordaría algo, tan solo un recuerdo de ella, no lo sé, pensé que al ver a mi familia los recuerdos vendrían a mí.
Pero lo único que tengo en mente, son sueños. Sueños distintos, interminables, de aquel chico que siempre me muestra una linda sonrisa.
El chico castaño, de ojos oscuros, con una linda voz, siempre parece decir palabras, que no logro entender muy bien, pero qué de alguna manera, me hacen sentir en paz.
Una paz que creí que sentiría al ver a mi madre.
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En sueños I Jungkook I (HISTORIA CORTA)
FanficElla despierta y entonces mira a todos lados buscándolo, pero sólo fue un sueño, solo imagino su mano entrelazada con la suya y también ver su rostro sonriente mirándola, él era el chico de sus sueños literalmente, pero no sabía quién era. Y el esta...