Extra #1

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Meses después...

Sonrío bajo el suave contacto del sol con mi piel. El verano nunca ha sido tan reconfortante desde que recuperé cada uno de mis recuerdos.

Desde que él volvió a mi vida.

Suspiro y apretando el vaso de  limonada a mí, doy media vuelta, recorro el viejo muelle que lleva al jardín trasero de nuestra casa, y me adentro al rústico, pero hermoso lugar al que llamo hogar, nuestro hogar.

Dejo el vaso sobre la encimera de la cocina, y observo la calurosa playa, con algunas personas a la lejanía.

Sonrío de nuevo para mi misma, pensando que esto que vivo en este momento es un sueño más.

Miro el jarrón con rosas frescas en mi ventana y entonces un recuerdo regresa a mi mente, uno que estoy segura nunca olvidaré.

Porque fue un día común para mí, lleno de lujos innecesarios y de prensa. Pero no sabía que ese día sería uno que marcaría un principio del amor más grande que pude haber sentido por alguien, y que claro, sigo sintiendo, por mucho más tiempo.

Llevo mi mano a una rosa con un rojo vivo y al rozar mis dedos con un pétalo, todo inunda mi mente.

*Años atrás*

Mis ojos se mantienen en la extensa mesa frente a mí con diferentes platillos que ningún ser humano podría acabarse por completo.

Llevo mi vista a las dos sillas vacías, con sus cubiertos y platillos frente a estas sobre la mesa, provocando un aura vacío en el comedor, que me causa gracia, porque aunque vivo con mi familia, parece que vivo completa e inevitablemente sola.

Suspiro pesadamente y comienzo a comer, viendo las rosas rojas que adornan la mesa sin ninguna emoción.

Cuando estaba por llevarme a la boca la última porción del postre la puerta es abierta por un sirviente, dejando entrar a mi padre.

Me mira y sonríe sabiendo que me han dejado completamente sola en el almuerzo, camino a su habitual asiento y se alinea, preparándose para hablar.

- Buenos días hija, perdona la demora, estaba-

- Atendiendo unos asuntos... - balbuceo jugando con el último pedazo de pastel de crema.

Él calla y sé que me mira sin saber qué decir. Pero yo sé bien cada una de las posibles palabras que podrían salir de su boca, pidiendo disculpas, por técnicamente, dejarme siempre de lado.

- Sabes papá...no sé porqué me molesté en venir a almorzar contigo y con mamá, ya soy completamente independiente de ustedes, porque nunca han mostrado verdadero interés en mí. No sé porqué creí que sería distinto si venía aquí a comer ensalada y pastel de crema. - ruedo los ojos y me levanto dispuesta a marcharme bajo la mirada estática de mi padre.

- Vuelve a tu asiento, Jing Hyundai. - volteo y miro a mi madre, de pie a un lado de la puerta con la expresión en su rostro que me da escalofríos.

Parpadeo y como si fuera una muñeca de trapo me vuelvo a sentar a la mesa.

- Bueno, ambos llegaron tarde a la invitación que ustedes me hicieron, así que tienen doble puntuación como malos padres. - digo sonriendo sarcásticamente, haciendo explotar los nervios de ambos.- Felicidades.

- Jing, por favor... - se queja mi padre negando mientras se lleva una copa con vino a los labios.

Sonrío para mí misma y entonces siento la fría mirada de mamá sobre mí.

En sueños I Jungkook I (HISTORIA CORTA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora