CAPITULO 2

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~NARRA HARRY~

Como de costumbre ninguno dijo nada, y me límite a conducir en silencio mientras la chica a mi lado miraba a través de la ventanilla a su lado, distraída con la noche y con la nada. Evidentemente cualquier cosa era mas interesante que hablarme a mi.
Y si, esa actitud distante se había generado en ambos desde varios años atrás. Ya nada era como antes. Desde los primeros años de Lottie, Alice y yo comenzamos a tomar decisiones, ciertas decisiones estúpidas que siempre nos ponían en contra el uno del otro. Y yo trataba de aceptar toda sus condiciones, y todo lo que ella pensara pero poco a poco descubríamos que en realidad teníamos muy poco en común.
¿Qué rayos había sucedido?
¿En que momento nos volvimos tan distantes?
Ni siquiera era capaz de recordar el instante exacto en que todo se convirtió en una pesadilla.
Ahora pocas veces la soportaba, y las discusiones se convertían en algo mas y mas constantes.
No coincidíamos en nada. Nunca estábamos de acuerdo en las normas o en los consentimiento que debíamos darle a nuestra hija, discutíamos constantemente entre nosotros ya que teníamos conceptos distintos de como educar a nuestra pequeña.  Y Alice solía ser demasiado estricta con ella.

Eso lo destestaba. No soportaba ver que la reprendiera por cualquier insignificancia,  no soportaba que le dijese como vestir y como hablar. Y yo sabia que ella solo trataba de cumplir su labor como una madre responsable,  pero algunas veces consideraba que se tornaba bastante sobre protectora.
Lottie cumplía recientemente los 9 años y ella algunas veces deseaba salir sola a la calle con sus amigos y era una discusión masiva para permitirle poder cruzar la maldita puerta de la casa.

-Tu sabes bien todo lo que podría sucederle si la dejamos
sola - me reclamaba una y otra vez, y claramente se refería a los depravados y asesinos pederastas que nunca abandonarían las calles. Pero Alice continuaba remarcando lo mismo siempre,  sin importarle considerar que con esa actitud le causaba un gran susto a Lottie,  quien ahora siempre tenía pesadillas por las noches y temía de todo en absoluto,  justo como su paranoica madre. Y yo no deseaba eso para ninguna de las dos ¿Cómo podría hacerles comprender?

Y en las ocasiones en que no discutíamos por Lottie,  estábamos demasiado agotados.  Demasiado cansados del estrés diario, del trabajo,  de los deberes en el hogar, demasiado hartos de nosotros mismos.  Y ya nunca teníamos tiempo para estar solos.  Eran pocas las ocasiones en las que podíamos hablar de algo que no fuesen nuestros deberes,  nuestro trabajo y nuestra hija.

Eso nos agotaba mas y mas. Y ni siquiera decir de nuestra vida sexual. Eso prácticamente se había convertido en un chiste.
Y ni siquiera podía recordar la última vez que lleve a mi chica a la cama. Y mucho menos podría recordar lo que sentí esa última vez.

¡Estaba harto! Y lo único que tenia sentido para mi era Lottie.

Al llegar a casa,  reanudamos el mismo proceso acostumbrado. La niñera que usualmente contratábamos era bastante joven.  Tenia unos 18 o 19 años,  pero cumplía bien con su trabajo, así que no teníamos ningún problema con dejar a nuestra hija a su cuidado.

La chica somnolienta se despidió,  tomo su paga y partió,  cerrando la puerta de la casa mientras otros par de ojitos volvían con curiosidad a nosotros,  al aparecen en el corredor.
La observe con una sonrisa en el rostro y ella llevaba puesta su pijama y su cabello alborotado se había anudado como un gran bulto desastroso.

Alice por su parte solto un fuerte suspiro de fatiga. La mire fijamente mientras ella se sacaba el abrigo y yo me arrojaba al sofá de la sala, hasta que sus grandes ojos me miraron con el mismo tono desinteresado

-Lottie debe dormir - demando como una clara orden destinada a mi, para que me ocupase de esa niña que aun permanecía analizandonos a solo unos metros de distancia.

-Mañana es Sábado,  no habrá clases - se quejo la pequeña rubia necia que deseaba permanecer en vela y le destine una dulce sonrisa justo como antes cuando ella hizo lo mismo y corrió rápidamente en dirección a mi para subir a mi regazo.

-Harry - dijo Alice con voz firme y severa y frunci ligeramente el ceño, estando cansado de su actitud cero tolerante y para nada agradable para el ambiente en el que creía una niña. Mi hija
Y quizas no era bueno consentirla en todo, pero que mas daba si ella deseaba desvelarse un fin de semana.

-Yo me ocupare, vete a dormir tu - demande con un murmurllo y no me di cuenta de que mi frase había sonado bastante intolerante también.
Alice no dijo nada, me miro con notable enojo por la forma en que practicamente le había pedido que se largara, pero al final ella obedeció y desapareció mientras mi pequeña permanecía en completo silencio por encima de mi y su aroma dulce me tranquilizaba rápidamente.
Pero al final supuse que sería mejor obedecer las peticiones de Alice,  y lleve en brazos a mi despeinada rubia de vuelta en dirección a su recámara.
Al llegar ahí,  la colorida lámpara de noche alumbraba el lugar, proyectando numerosas estrellas de colores en las paredes mientras esta giraba lentamente.

Me recosté en la cama junto con ella y la envolví entre mis brazos y los cobertores de colores rojizos, sin apartar mis labios,  que besaban insistentemente su mejilla y su frente y ella se mantenía en silencio por otro par de segundos,  antes de hablar con un acallado susurro.

-Papá - dijo, y me limitaba a escucharla sin apartar mis labios de ella abrazandola con gran determinación.

-Dime princesita - hable con el mismo tono bajo y ella parecía insegura.

-¿Tú y mamá se divorciaran? - pregunto con un titubeo y finalmente tome distancia para mirarla a los ojos, perplejo por tal pregunta, la cual nunca pensé que saldría de su boca. ¿Acaso ella era consciente de que su madre y yo teníamos problemas?

-No, mi amor,¿Por qué dices eso? - le pregunte algo incómodo de la temática y parecía ser que no era el único.  Y que definitivamente Lottie no la estaba pasando bien.

-Una chica en mi grupo dijo que sus padres solían discutir todo el tiempo, y por eso se separaron, ahora su padre vive en otra casa y ella solo puede verlo los fines de semana - mumuro y yo la miraba en silencio mientras pequeñas lágrimas emergían de sus ojitos - Y el otro día mamá hablaba por teléfono con la abuela, y la escuche decir que si se divorciaba de ti, no sabría como decírmelo a mi - lloriqueo y trague con fuerza, sintiendo un profundo e inesperado vacío en mi interior por tal revelación de la que ni siquiera yo estaba enterado.
Por supuesto había tenido problemas con Alice, y muchas veces acostumbrabamos a dormir en habitaciones diferentes, pero no sabia que ella había estado pensando en el divorcio.

-Te dire algo mi cielo - opte por ser sincero, ya que no encontraba otra forma de explicarle la situación - Algunas veces los papás discuten, pero eso no quiere decir que no se amen... yo quiero mucho a tu madre, nunca la dejaría,  y algo que debes saber, es que cuando se lleva a cabo un divorcio ambos debemos firmar, así que si un día tu mamá decide pedirme eso, yo te juro que no le firmare nada... lo prometo,  yo nunca te dejaré sola - susurre, esforzandome por ser sutil aun cuando estaba yendo demasiado lejos nuestra conversación en la que le hacia comprender lo difícil de la situación,  pero aun así fui sincero,  y no mentía en absoluto, al decirle que no la dejaría. Lottie me miro en silencio y las lágrimas corrían por sus mejillas, mientras yo trataba de corregir eso con una inútil sonrisa, que en eata ocasión ella no correspondió,  pero en lugar de eso me dedico un posesivo abrazo. La sostuve con fuerza para aferrarla a mi cuerpo y tratar de tranquilizarla - Te amo mucho,  todo estará bien, todo se arreglará - le dije, y en ese momento mas que nunca me sentí como el peor padre de la historia entera, sin saber como diantres arreglaría las cosas.

★★★★
Damas y Cabellaros bienvenidos a la triste realidad.
Las cosas se pondran fuertes.
Sigan leyendo... ¿Qué pasara en el siguiente capítulo? No se lo pierdan

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