The Sadistic Mind 3

CAPITULO 9

~NARRA ALICE ~

En cuanto Harry detuvo el auto pude ver las luces de las patrullas que brillaban en todas direcciones, y la multitud de personas que bordeaban el alrededor, debido a que el homicidio habia ocurrido en una zona bastante residencial, en un extremo de un parque público,  en el área recóndita donde aparentemente nadie en absoluto vio al asesino culpable de todo.

El corazón me golpeaba con fuerza el pecho y yo abandone nuestro vehículo con las lágrimas emergiendo de mis ojos por aquella situación en la que me veia involucrada. Y simplemente no podía creer que eso estuviera sucediendo.
¿Cómo podía ser posible?¿Quién había hecho tal cosa?¿Acasose trataba del asesino en serie que buscábamos?¿Acaso todo habia sido una simple coincidencia, o él sabia perfectamente que en sus manos había estado la vida de la hija de dos agentes que intentaban apresarlo y enviarlo a prisión por el resto de su existencia?
De ser asi ¿Cómo pudo llegar a Lottie?¿Cómo pudo investigar acerca de nosotros con tanta rapidez?

Reprimi las intensas ganas de romper en llanto, pero intentaba de impedirlo mientras me abría paso rápidamente entre las personas que bloqueaban nuestro camino, e iba con mi placa de oro del FBI en la mano, pidiendoles a los fisgones que nos permitieran pasar.
Sin embargo el castaño a mi lado no parecía ser  nada paciente, y sujetaba su arma en una mano mientras gritaba a todo volumen jalando de mi después para llegar hasta la zona de crimen y entonces el joven agente novato apareció en nuestro camino.

-Harry no - interfirio y ambos nos detuvimos en espamos por un par de segundos al notar que ese chico no planeaba permitirnos el paso.

-¿Qué ocurrió? Cristian, dime ¿Está mi hija ahí
adentro? - pregunto mi acelerado acompañante y su manos sujetaba fuertemente la mía descargando todo su pánico y desesperación.

-John me ah pedido que lo esperan aquí,  él les explicará, cree que no es bueno que ustedes estén presentes por ahora en la zona del crimen - dijo con serenidad y sutileza pero cada maldita palabra que había salido de su boca nos hizo sospechar que muy probablemente el cadáver de nuestra hija se encontraba ahí y nuestro jefe no queria lidiar con el trauma que eso nos ocasionaría en un momento tan precario.

-No, por favor, dime que no esta ocurriendo, dime que no es
ella - perdí finalmente ante el llanto y ahora Harry me había soltado mientras intentaba sobre pasar la cinta de precaución para pasar a la fuerza.

-No, Harry por favor, debes ser paciente,  tu sabes que esto es importante,  debes permitir que las autoridades se
encarguen - replico el chico rubio,  intentando impedirlo, pero Harry había perdido por completo la paciencia.

-Nosotros somos las autoridades,  y si mi hija esta ahí,  debo
verla - grito a todo volumen y violentamente empujaba al chico que se interponía - Entrare a verla ahora, así que muévete o me impotara una mierda atravesarte la cabeza con una bala en este maldito instante -  continuó gritando y me sobresalte cuando escuché el chasquido del arma cargada, que había colocado contra su frente y ahora todos los espectadores nos miraban en silencio, aparentemente mudos por tal espectáculo.

-Harry - susurre, tratando de calmarlo pero él jalo inmediatamente de mi para llevarme a rastras sin mas que decir, dedicando un fuerte empujon contra Cristian,  quien finalmente no dijo nada y asi ambos pudimos correr de nuevo hasta la zona a unos metro de distancia entre los grandes árboles donde hasta el último bello de mi piel se estremeció,  cuando pude ver a la a chica que se encontraba desnuda y de boca contra la tierra, con las piernas y los brazos abiertos en una posicion bastante sigular como una equis. Era Kimberly, la niñera de nuestra hija, y en su espalda una gigantesca marca dd sangre en forma de espiral.
Justo la misma espiral con la que contaban las víctimas de Yacko,  quien usualmente dejaba esas cicatrices en el cuello.
Y ahora no nos restaban mas duddas de él había sido el involucrado. Sin embargo eso ya no me interesaba y lo unico que necesitaba saber era donde rayos estaba mi hija.