CAPITULO 19 Maratón 2/3

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~NARRA ALICE~

- Si, si por supuesto... eh escuchado mucho de estos crímenes en las noticias - parloteo el joven escritor de aspecto bastante confiable.
Su atuendo pulcro, su cabello bien definido y peinado, esa sonrisa contagiosa,  y su buen sentido para la interacción,  no me permitían sospechar demasiado de él.

-¿Y qué es lo que ah escuchado? - pregunto Kevin entregando un pequeño sorbo al vino tinto de excelente calidad que nos había servido el joven Rommel en cuestión.

-Pues, se que todas las víctimas han sido relacionadas por su aspecto,  su edad y su estatus social similar, despues de todo las chicas involucradas son de una misma zona de residencias bastante costosas. Pero eso no me sorprende. Eh leído mucho de homicidas y casos como estos. En ocasiones se puede pensar que el asesino es, por consiguiente, un joven menor de edad, quizás de la misma edad que sus víctimas.  A no ser que se trate de un pederasta. Sin embargo yo optaría por la primera opción en este caso. Podría incluso apostar que se trata de un adolescente de los mismos rumbos donde se encuentran su víctimas.  Pero debo decir que la idea me perturba. Pensar que un chico sea el responsable de tales asesinatos me hace suponer que ya nadie esta a salvo. Supe también un poco acerca de la zona de crímenes,  vi algunas fotografías en el diario. Es realmente inhumano - mumruro, entregandome una segunda copa con el vino tinto, que yo había bebido con tal rapidez, era delicioso.  Y por consiguiente el joven apueston, sonrió,  dedicandome una mirada bastante atrevida.

-Vaya, usted parece conocer bastante de mentes
criminales - atine a saber,arqueando una ceja y suponiendo que a pesar de que aquel rubio luciera tan encantador, continuaba siendo nuestro sospechoso numero uno.

Rommel soltó una breve risita, y tomó distancia revoloteando nuevamente por el alrededor de la estancia mientras nosotros continuabamos bebiendo y mirando cada uno de sus movimientos.

-Pues claro, quizás conozcan mi mas reciente obra - dijo, señalandola en una de las repisas de la estantería,  como si se tratase de un trofeo, y suponía que para ese sujeto, su novela era realmente un trofeo - Supongo que si - dijo después con una sonrisa tranquila, volviendo sus ojos a nosotros - En realidad, esa es la razón por la que estan aqui ¿Cierto?... claro, no soy
tonto - murmuro, sentándose en el sofá individual, disolviendo la sonrisa para mirarnos fijamente, como si esperara a que comenzáramos a lanzar cientos de preguntas en un demandante interrogatorio.

-¿Por qué piensa que sus obra, influye en nuestra
visita? - pregunto Louis sin demorar mas tiempo,  como sinla respuesta a esa cuestión no fuese demasiado obvia.

-Muchas personas han hablado de ello las últimas semanas... y se lo que la gente dice a mis espaldas acerca del "Vampiro de las residensiales Woodsville" y su semejanza cin la historia que narra mi libro... pero es algo perfectamente comprensisble, yo eh escuchado varios casos de asesinos se han inspirado para matar en base a lo que han leído,  libros, quizás algún sujeto halla leído mi novela y por ello decido salir a matar... asi que no me ah importado demasiado lo que se dice de mi, en realidad no me sorprende que ahora incluso un grupo de agentes apareciera a las puertas de mi hogar... y no me malinterprete, pero me parece oportuno,  solo piénselo,  a partir de ahora mas personas compraran mi novela, ya que la gente acostumbra ser bastante amarillista y curiosa - aseguro con aire triunfante y su tranquilidad me sorprendía, especialmente mientras nos referíamos a un asunto tan importante, en que él era nuestro primer sospechoso, y él lo sabía y aun así continuaba sonriendo , lo cual me hacia pensar que quizas no era tan normal como yo pensaba. Posiblemente Rommel era un desequilibrado psicópata oculto en un traje elegante y una fachada novelista inocente.

-Pues felicidades, debe ser reconfortante sacar ventaja de un caso de asesinatos que imvolucra a chicas menores de edad - ataco Harry de mala gana, demostro desprecio por el escritor que mantenía su mismo porte sereno.

-Lamento que así sea, pero le aseguro que yo no tengo relación alguna con el asunto, puedo aceptar a probarlo, para mi no seria problema permitirles revisar cada rincón de mi propiedad, tanto los jardines como la mansión, y se hartara de buscar, pero no encontrara nada en absoluto - aseguro sin dudar demostrando un tono mas amargo al decir las últimas palabras de su frase sospechosa.
Y es que en realidad nosotros pensábamos que ese momento no seria el mejor para registrar el lugar, ya que ese hombre declaro que nos había estado esperando y entonces no le sería difícil deshacerse de los indicios de alguna pista importante. O al menos de las pistas visibles.
Solo un escaneo completo, una búsqueda ardua a  cada alcoba, aramario y estancia con ayuda de decenas de agentes, seria suficiente para asegurarnos de que ahí no hubiera ni la mas mínima gota de sangre derramada, o ni el mas simple artefacto de tortura oculto.

-No será necesario, y aun no tenemos la necesidad de hacerlo, señor... pero si no es problema para usted, podria enseñarnos las zonas principales de la casa - pidió Harry de nuevo, poniendose de pie y el rubio asintió con serenidad, dejando a un lado su copa de vino para caminar por el lugar guiandonos en cada estancia, en dirección a un gran espacio iluminado por la luz del sol que cruzaba a través del traga luz en el techo y al frente de nosotros una monumental escalera que se abría de par en par y giraba como el interior de un caracol subiendo a lo alto para perderse en la inmensidad del lugar.

The Sadistic Mind 3 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora