CAPITULO 39

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~NARRA HARRY~

Todo sucedía en tan solo cuestión de minutos y seguí a Alice rápidamente sintiendo desesperación cuando pude saber que estábamos cerca, y esa sensación era únicamente porque entre aquella  densa obscuridad una repentina flama atrajo nuestra atención.
Un grupo de sujetos que deambulaban y reían alrededor de una fogata.
Todos ellos estaban solos ahí, sin la supervisión de un adulto,  y esto era considerablemente importante tomando en cuenta que esos chicos parecían menores de edad.
La adrenalina corrió a prisa por mi interior y sentía la impulsiva necesidad de actuar cuanto antes, pero parecía ser que yo no era el unico que estaba ansioso por arrestar a todo ese conjunto de vándalos que se encontraban justo en una zona prioritaria para nuestro caso. Una zona donde nosotros sabíamos que podía encontrarse Yacko, especialmente después de que habíamos hallado un grafitti con ese nombre pintado con sangre en uno de los ferrocarriles, y en tal caso eso significaba que alguno de esos chicos debía ser nuestro culpable.

-Policía todos al suelo - grito de pronto uno de los oficiales dando por entendido que era momento de actuar, pero casi tan pronto como su voz retumbó en el eco y el silencio de la noche, todas las miradas presentes a unos metros de distancia volvieron su atención a nosotros y tan solo un segundo después cada uno de esos sospechosos corría despavorido entre las sombras.

-Arrestenlos a todos - demande con un grito, y cada uno de los oficiales y agentes se hiban contra ellos, pero estos se escabullian como ratas en un basurero. Corrí tras un par de esos sujetos, y me importo una mierda descargar toda mi furia en ellos. Después de todo yo estaba casi seguro de que uno de esos había sido quien casi asesino a mi única hija,  y ni por asomo me apiadaria del hijo de puta que se metió con ella - No te muevas bastardo, o te haré un maldito agujero en la cabeza - gruñi con fuerza al abalanzarme contra uno de los chicos, llevándolo de boca contra el suelo y apuntando mi arma en su nuca para inmovilizarlo.

-¿Qué mierda? Yo no hice mada maldita sea - jadeo en defensiva, pero yo no estaba para ninguna clase de rodeos y con un "click" , le quité el seguro a mi pistola que le hizo saber que yo no estaba bromeando y estaba decidido a dispararle a muerte si no cerraba
la boca.

-Callate niño,  tu y tus amigos están en una zona de crimen,  y vendrán con nosotros ahora mismo - jale de él para ponerlo en pie y este aun se resistía, pero claramente yo era mayor y mas fuerte, asi que no me costo ningún esfuerzo llevarlo a rastras.

Un par de minutos después volví en dirección a los vehículos de policía, donde arroje al chico junto con otro grupo de adolescentes que mis colegas habían detenido también. Mire cada uno de esos rostros, percatandome de que en verdad eran demasiado jóvenes. Todoa ellos tenían una edad aproximada a los 16 y 17 años. Muy pocos llegaban apenas a la mayoría de edad y esos sería difícil resolver en un tribunal. Los menores siempre tenian la libertad condicional, a no ser que se lidiara un acuerdo para encerrarlos en un penal de menores.

-Esto ez una locura - gruño Kevin a mi lado, arrastrando violentamente a otro adolescentes escandaloso, para arrojarlo de igual forma a las patrullas - Son niños,  Harry... debemos tener una buena justificación para John porque si estos chicos son inocentes sus padres estarán en las puertas del edificio federal por la mañana para demandarnos por negligencia y maltrato contra menores inocentes - suspiro mirando a su alrededor.

-Esos inútiles no son inocentes Kevin, miralos. Todos ellos parecen alcoholizados, drogados, olfatee el aroma de la marihuana desde que los tuve cerca , sin mencionar que se encuentran en una maldita zona del crimen... - bufe guardando mi arma en el bolsillo por un momento,  antes de que otro oficial cruzara justo a nuestro lado, llevando consigo a un familiar sujeto que gritaba blasfemias a todo volumen. Enmudeci al mirarlo , y reconocerlo aun cuando la obscuridad prácticamente no nos permitía ver mas halla de unos cuantos metros. Sin embargo ni de loco olvidaría ese rostro, y de pronto la situación se torno realmente tensa al acercarme un par de pasos para encararlo. Ese pelinegro de ojos azules que solamente enmudeció hasta que noto mi presemcia. - Mark D.
Gerard - exclame, sujetando con ferocidad su camisa y él se quejó en voz baja cuando lo sacudi sin cuidado ni piedad alguna.

-Hey, suéltame... ¿Qué rayos hacen? No pueden hacer esto - se defendió como el imprudente imbécil que era, pero yo no sería paciente por más tiempo.

-Cállate - grite con todas mis fuerzas,  azotando su cuerpo contra el vehículo de policía y tomando su cuello con una sola mano para encararlo - Haz estado demasiado involucrado niño... demasiado metido en esto como para hacerme pensar que es tan solo una coincidencia. ¡No! Por supuesto que no es una coincidencia. Nosotros sabíamos que te encontraríamos aquí y aquí estas... tenemos pruebas para incriminarte por la muerte de la última víctima del tren Brittany Floge. Su sangre estaba en toda tu ropa, tenemos también razones para pensar que tu eres el asesino que hemos estado buscando y tenemos pruebas contundentes que te involucran con una violación a otra menor de edad... ¿Qué tienes que decir a eso Mark? - lo rete con un gruñido feroz, y él me miraba con los ojos abiertos al tope y el rostro pálido.

-¿De que estas hablando? Yo no soy un asesino y no soy un violador... no tienen pruebas se nada ¿Qué diablos ocurre con ustedes? - refunfuño, y yo negué con la cabeza, señalando el lugar donde nos hallábamos.

-Demasiado tarde niño bonito... mira a tu alrededor,  esta es una zona del crimen y tu ahora mismo despides un aroma a alcohol, tabaco y sangre... - le advertí y el respiraba con dificulta al  escucharme decir tal cosa. Pero yo era como un canino, y nada nunca se me escapaba. Ese chico en verdad olía a sangre y algo me decía que tenia relación con el grafiti que habíamos encontrado anteriormente.

★★★
Marck o tiene muy mala suerte,  o tal vez, solo tal vez , él sea Yacko.

Los dejaré con la duda.... sigan leyendo para descubrirlo.

The Sadistic Mind 3 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora