The Sadistic Mind 3

CAPITULO 37

Habíamos pasado los últimos días y semanas buscando las pruebas necesarias para incriminar a Mark D. Gerard como nuestro principal sospechoso de los asesinatos del ya famoso Yacko.
Y a pesar de que mi consciencia aun se debatía la posibilidad de que él podría ser inocente,  yo sabia que esa posibilidad era escasa.
Todo en cuanto podía pensar era en las pruebas de sangre que se encontraron el la playera que llevaba puesta la mañana en la que se hallo el cadáver de nuestra última víctima del tren. Brittany Floge. Y todo señalaba que Mark era el único responsable. ¿Pero como estar tan seguros?

Observe con intriga a la multitud de adolescentes que emergían de las instalaciones estudiantiles y algunos minutos atrás vi al chico de cabellera obscura salir de ahí también, pero me aseguré de que se largara antes de acercarme.
Tenia solo dos opciones para esa tarde. Una de ellas habría sido seguir a Mark a donde sea que se dirigiera, suponiendo que seguir cada uno de sus pasos al final podría conducirme a algún sitio importante,  que lo dejara en evidencia. Tal vez directo en busca de otra víctima. Sin embargo eso demoraría bastante,  y estaba segura de que ese chico no elegiría ese momento para asesinar a nadie, asi que mi segunda opción era indagar entre sus compañeros de colegio. Lo cual era aun mas arriesgado que lo anterior.  Yo sabia que no tenia permiso alguno para investigar ni acosar al chico sospechoso. No tenia la autorización de hablar con ninguno de sus amigos para buscar información.  Eso definitivamente podría ser catalogado como hostigamiento o acoso y John me mataría si supiera acerca de ello.
Pero aun que yo sabia muy bien eso, decidi arriesgarme.
Deambule por unos minutos sin saber quien de esos chico me brindaría información útil.  Y a pesar de que había supuesto que Mark era popular entre los de su generación,  varios lo desconocían de ahí.

-No lo conozco del todo, solo compartimos un par de clases, y no acostumbramos a salir con él en absoluto ,lo siento - dijo un chico rubio que sostenía su abrigo deportivo en el hombro y yo suspire. Asenti con la cabeza y agradeci por su nula colaboración.

Me aleje un par de pasos y mire a mi alrededor una vez mas, preguntando a otro par de chicos acerca de Mark D. Gerard.
Repetí su nombre un par de veces, hasta que finalmente un par de curiosos ojos almendrados me observaron con intriga.

-¿Qué quiere saber de él? - pregunto la chica de cabello rojizo y mirada insegura.
Callé por unos segundos, temiendo que alguien mas escuchara los motivos por lo que yo estaba ahí. Hasta ahora me había abstenido de decir que trabajaba para el FBI . No quería causar revuelco y desorden ahí, asi que procedí a mantener la calama.

-¿Lo conoces? - pregunte con un murmullo y la chica asintió con timidez.

- Él y yo solíamos salir... - murmuró vagamente y yo arquee una ceja, moviendo ligeramente la cabeza para indicarle que se acercara y de esa forma también pudieramos alejarnos del gruoo de chicos que la acompañaban. La insegura pelirroja se excusó con sus amigos y me siguió, alejándonos unos metros de distancia para que pudieramos hablar en privado. Mientras tanto yo pensaba rápidamente en alguna manera sutil de entrevistarla, pero antes de que siquiera pudiera hacer eso, ella se
adelanto. - Usted es policía ¿cierto? - me pregunto con un murmullo,  deteniéndose bajo la sombra de un gran árbol y sin mirarme aun, sus ojos se encargaban únicamente de ver el alrededor, quizas ella tampoco deseaba que nuestra conversación fuese escuchada por alguien mas.

- Algo así - acepte y ella dio un pequeño suspiro, enfrentandome visualmente sin mas escapatorias.

-Lo supuse - dijo en voz baja - Todo esto se esta convirtiendo en un desastre... los rumores dicen que Mark es un sospechoso de homicidio, la escuela entera lo sabe, y ahora incluso la policía viene hasta aqui buscándolo - chillo como si la situación le resultara estresante. Bien, eso era comprensible, ya que ella había mencionado que ambos solían salir, y yo apostaba que ella aun lo quería lo sufiente como para preocuparse por el. Sin embargo a mi me parecía una gran suerte que esa pequeña no hubiera sido una de las víctimas de nuestro caso. En caso de que Mark fuera un asesino peligroso