CAPITULO 26

10 1 0
                                    

-Claramente fue solo un sueño - parloteo el incrédulo torpe que caminaba junto conmigo de un lado a otro se su oficina. Parecía estar evadiendome y eso me frutraba mas de lo debido.

-Claramente eres un idiora - me defendí sabiendo que él nunca me creería.  No lo hacia,  y no era una sorpresa ver su desinterés por mi narracion acerca de lo sucedido la noche anterior con
Lottie.
Yo sabía que nuestra hija habia tenido varios sueños sospechosos las últimas noches, y me era de gran importancia que se tratasen acerca de vampiros, cuando ambos sabiamos que nuestro asesino actual se ocultaba tras la fachada de eso mismo.

-No quiero discutir cariño... pero tu eres quien se comporta como una idiota... tu sabes que nada de esto tiene sentido, los vampiros no existen y no es bueno que metas toda esa basura a la cabeza de mi hija - refunfuo, azotando un par de archivos contra su mesa de trabajo y frunci el ceño sintiendo furia por sus palabras.

- Ella igual es mi hija - eleve la voz y él me miro fijamente.

-Dije que no quiero discutir - advirtió de nuevo y ambos nos fulminabamos con la mirada, sin embargo yo siempre era mas débil.

-¿Por qué nunca me crees?¿Por qué te es tan difícil creerme? Te es siempre mas fácil desconfiar de mi y pensar que estoy loca o que soy idiota antes de poner una sola mano en el fuego por
mi - lo culpe con la voz débil, demasiado exhausta para luchar contra su mal humor, y casi tan pronto como lo confrontaba decidí apratarme cediendo a la nostalgia.

-Ah Alice no digas eso, yo no desconfío de ti, nena, yo te creo en verdad, creo en que Lottie ah soñado con vampiros,  pero eso no significa que el asesino que buscamos sea uno de
ellos - murmuro acercándose nuevamente a mi y yo permanecí en silencio,  mirandolo fijamente y negándome a ser tan ingenua como él - Esta mañana la psiquiatra misma lo ah
dicho - me recordó y bajé la mirada. Y si, esa  misma mañana había decidido arrastrar a Harry para reunirnos en una cita importante con la psiquiatra de Lottie, con el fin de explicarle acerca de los sueños recientes de la pequeña, pero esa mujer estúpida había puesto una serie de escusas para negarse a pensar que verdaderamente se trataba de vampiros.

"Paradigma de Deese -Roediger-McDermott" o, simplemente "DRM". Fue el diagnóstico con el que etiqueto a nuestra hija, tal diagnóstico declaraba que Lottie sufria un transtorno común en niños que crean recuerdos que en realidad nunca existieron, basados simplemente en cosas que alguna vez escucharon sin prestar demasiada atención a ello. Según la psiquiatra, Lottie quizás había escuchado  alguna conversación entre Harry y yo acerca de "los vampiros" involucrados en el caso, la supuesta identidad de nuestro asesino, y aquello había causado que Lottie convirtiera todo eso en un recuerdo falso.
Sin embargo yo me negaba a pensar en eso, ya que u si nosotros tratábamos de ser muy cuidadosos con esos temas, e intentábamos que nuestra hija no se viese involucrada. Pero ahora aquella mujer nos culpaba de no haber hecho un buen trabajo y esa era la razón por la que Lottie soñaba con vampiros.

-Eh soñado con vampiros también,  Harry... son iguales a como ella los describió, ¿Qué me dices a eso?¿Crees que Lottie halla leído mi mente, y por eso soño con ellos de esa
forma? - prácticamente me burle con tal pregunta y Harry suspiro por mi sarcasmo.

-Yo solo creo que tu te estas dejando vencer por el pánico amor... creo que esto ya ah sido demasiado para ti, deberías tomarlo con mas calma y olvidar el tema de los vampiros, mete esa idea en tu cabeza y creela, los vampiros no existen, son un engaño, el asesino que buscamos es solo un maldito psicópata enfermo tan confundido como cualquier otro - se excusó y frunci el ceño,  sintiendo impotencia por no poder comprobarle a Harry mis teorias. Un minuto de silencio transcurrió cuando tome distancia de nuevo y mire una vez mas los dibujos que Lottie había hecho los últimos días, durante sus terapias psiquiátricas.  Todos aquellos dibujos eran escalofriantes, y varias de las figuras en ellos parecían ser los mismo vampiros con los que había soñado. Las figuras humanas con posturas tan extrañas. - Alice por
favor - suspiro,  arrebatandome los dibujos para impedir que siguiera pensando en ello.

-Hey, ¿Qué mierda te sucede?¿Ahora no podre siquiera ver sus dibujos? - me queje con voz fuerte y él rodo los ojos.

-Por favor Alice,  basta, no quiero discutir mas contigo, lo hemos hecho los últimos 5 años ¿No estás harta de eso?... - me interrogó y callé cuando dejo los dibujos a un lado para acercarse de nuevo a mi y acorralarme contra su escritorio - Yo si estoy harto, realmente lo estoy, porque no sirvo para discutir contigo... yo solo sirvo para amarte mi cielo - susurro tan dulcemente que aquello me causo una sensación contraproducente,  tan instantánea que me forzo a dejar a un lado mi hostilidad para mirarlo con ternura por lo que había dicho.

-Oh Harry - suspire con voz baja permitiendo que su frente se apegara a la mía y cerre los ojos , uniendo nuestras respiraciones a un compas tan sereno que rompía con cualquier disturbia - Tu sabes que yo también te amo - le dije y él asintió con la cabeza, sujetando mi cintura para elevarme ligeramente y colocarme por encima de su escritorio,  removiendo algunas cosas para permitirme mejor comodidad.

-Lo sé - murmuroy casi reí por su poca modestia mientras sus manos acariciaban mis piernas, llevando sus manos delicadamente por debajo de mi falda, pero por encima de mis medias negras las cuales se sujetaban a mis mulos y sus dedos jugaban con los amarres que las conecataban con mi ropa interior.

-Bien de acuerdo cerraré la boca, no hablare mas - acepté,  sintiendome fascinada y rápidamente vencida por su cercanía y mas aun cuando mis piernas se aferraron con fuerza a su cadera.

-No tienes que hacerlo cariño - rio dulcemente,  acariciando mis labios con los suyos, uniendolos entre estupendos besos - Puedes hablar y decirme cosas lindas, a mi me gusta escucharte cuando no me atacas verbalmente - bromeo y reí junto con él,  negandome a seguir su consejo ya que ahora únicamente deseaba besarlo, y nuestros labios comenzaban con un juego mas voraz que antes entre sigilosos jadeos que nos arrebataba cualquier coherencia o cualquier intención por mantener la delicadeza.

Reí de nuevo al momento en que sus manos elevaron por completo mi falda y pude sentirlo juguetear con los broches de mis ligueros mientras sus besos descendían fervientemente a mi cuello, devorando mi piel sin limitaciones.
Apoye ambas manos en la mesa y dejé caer ligeramente mi cuerpo hacia atrás,  invitándolo literalmente a lo que cualquiera denominaria como "comerme a besos" Y vaya que lo hacia bien.
Me controlaba a su gusto,  con un brazo alrededor de mi cintura  y una mano en una de mis piernas aferrandola contra si mientras bajaba entre apasionados besos a mi pecho y lentamente a mi vientre por encima de mis prendas.

-Eres un engendro desquiciado - ronronee, sabiendo que ahora mas que nunca me era difícil mantener una distancia seria con él, a causa de su ardiente forma de manipular mi estado de ánimo.

-Tu eres una bipolar muy sensual nena - gruno y gemi cerrando los ojos y tirando mi cabeza hacia atrás para permitir que prosiguiera, arrebatandome el aliento al curvear mi cuerpo y haciéndome estremecer entre las sensaciones mas abrumadoras de placer - ¿Qué quieres hacer ahora muñeca? - gimio junto conmigo, sabiendo que mi debil retención había sido quebrantada y ambos ardiamos por la excitación.  Sabia muy bien  lo que él planeaba y yo estaba lista para permitírselo ahí mismo, en al maldito escritorio de su oficina.
Lleve una mano a su cabello deslizandola en sus sedosos mechones cuando él se acomodo con mas precisión entre mis piernas y mordí mis labios fijamente a los ojos cuando escuche el cascabeleo de au cinturón al desabrocharlo. Tanto él como yo estábamos dispuestos el provenir. Pero entones, una inoportuna voz interrumpió nuestro transe y apreté los labios sintiendo fuertes ganas de gritar innumerables blasfemias cuando la voz chirriante se hizo presente.

-Harry.... John quiere vernos ahora - dijo Kevin al otro lado de la puerta y Harry emitió un sigiloso bufido.

-Puta mierda - gruño con un susurro - Iré enseguida Kevin - dijo después,  forzandose a mantener la calma. Un segundo despues Harry tomaba diatancia cuando Kevin se había marchado y ahora debíamos volver a la realidad a nuestros
deberes - Tendremos que esperar a la noche - lo escuche decir y casi reí cuando él planto un profundo beso en mi mejilla.

-Que travieso Styles - murmure, reacomodando mi falda y mi cabello para luego darme media vuelta y salir de la oficina,  siendo seguida por el atrevido castaño.

The Sadistic Mind 3 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora