The Sadistic Mind 3

CAPITULO 6

~NARRA ALICE~

La velada se desarrollaba entre vino,  mucha comida y los invitados ruidosos que habían asistido.  Entre ellos,  mis padres, los padres de Harry, y por supuesto el chico que ahora era costumbre que asistiera en nuestro hogar... Kevin. Quien este año no apareció solo
Y es que usualmente invitabamos a ese pelinegro debido a que sus padre habian fallecido desde principios de su madurez y él solía andar bastante solo ya que era el único hijo concebido en esa familia.
Y claramente nos compadecíamos de él y cada año lo invitabamos a pasar esa noche con nosotros,  para evitar que él se embriagara solo en un departamento.  Sin embargo,  y como dije antes, Kevin ya no parecía estar tan solo.
Y me fue imposible no demostrar mi sorpresa al darle la bienvenida junto con la chica de apariencia bastante joven, que lucia como una niña que apenas comenzaba los 20s.
Pero a pesar de eso, ellos parecían estar bastante a gusto juntos y me fue difícil concebir que esa chica era en realidad una pareja romántica para el tonto de Kevin.
Me había abstenido a reírme en su cara, y a pesar de todo yo me sentía orgullosa de él.  Estaba feliz de que finalmente él encontrase a alguien con quien pasar su tiempo, y no fuese otro agente que únicamente le hablase acerca de resolver un sádico caso criminal.  Y aunque la chica fuese demasiado excéntrica, con esa vestimenta colorida y demasiado llamativa, ese aroma dulce que penetraba hasta mis neuronas y esa voz chirriante, supuse que era perfecta para Kevin. Una pelirroja risueña y hueca que parecía ser algun clon extraño de ese sujeto.

Los mire sin discreción cuando la noche llegoba su punto central en que nos atestabanos de vino espumeante y ese parecía demasiado a gusto, charlando en el sofá de la sala, donde la chica pelirroja,  Regina, se encontraba plácidamente sentada en el regazo del pelinegro que no dejaba ir esa sonrisa y esa cara de tarado con que la miraba.

Definitivamente eso era lo mas adorable que nunca vi y de cierta manera me sentí remotamente identificada con ellos. Solo ppr un pequeño segundo en el que pensé en Harry y en mí de esa forma. Y por supuesto me dolió.
No podía decir que no extrañaba lucir tan tarada como Kevin en essos momentos, y que deseaba mirar a Harry de esa misma manera enamorada. Pero todo parecía haberse esfumado con el tiempo, y me preguntaba si esa era la condena de toda pareja.  Vivir por algunos años con gran amor y felicidad antes de que todo se fuera trágicamente a la mierda, y ahora ni el mínimo rose nos unía.
Bien, en definitiva me estaba volviendo un tanto cursi en ese lugar, y finalmente había decidido pasar un tiempo fuera de ese sitio.
Me había demorado varios minutos en el jardín frontal, aislada de todo el resto de los invitados.  Simplemente encontró mi momento de pensar en todo lo que los últimos años me convirtió en lo que era y estaba repleta de orgullos, repleta también de mortificaciones y dolores intolerables. Pero mas que nada estaba repleta de cuestionamientos e inseguridades en las que no sabia como diablos debía reaccionar o que debía hacer.
¿Qué camino era mejor? Y si mis pensamientos se centraban mayormente en mi familia y mi matrimonio mientras observaba al grupo de chicos que parecían fuera de ese tormento al otro lado de la calle. Un grupo de adolescentes que arrojaban fuegos artificiales al cielo nocturno desde su jardín y yo miraba el acto, tratando de olvidarme de todo y pensar en mi misma como alguien que aparentemente se encontraba ahí por otras razones. Quizás tendría otro aspecto que corregir, ¿Pero como?

Solté un amplio suspiro y entonces fui consciente del par de ojos que me observaban entre la obscuridad,  haciéndome volver a la realidad y sobresaltar por no haberlo esperado.

-¿Qué haces aquí? - me pregunto la vocecilla tímida y lo mire con serenidad por unos segundos, sintiéndome interrumpida en esos penosos momentos en que pensaba principalmente en él.

-Nada - dije cuando comenzo a aproximarse con paso lento,  entregando otro sorbo a su bebida alcohólica y yo aun sostenía la mía con dureza entre mis manos, las cuales solo pudieron contraerse aun más al recibir a ese par de ojos verdes que finalmente me miraron a solo un par de pasos de distancia.

-Yo solo trataba de encontrar un lugar donde pudiese reír después de ver a Kevin y a esa chica esta noche - se burlo y resople, sabiendo que eso me había llevado a ese sitio en un principio.

-No seas insensible - reí,  con discreción,  dedicando un pequeño empujón a su hombro y él continuaba burlándose.

-Estoy seguro de que tu pensabas lo mismo - aposto y asentí brevemente, regresando la vista lo alto para continuar deleitandome con la pirotecnia producida por los vecinos.

-A pesar de todo, me alegra que él encontrase a alguien
especial - murmure y Harry se mantuvo en silencio por unos segundos,  limitándose a observarmena mi mientras yo lo ignoraba brevemente,  al distraerme en los cientos de luces en el cielo que por alguna razón parecían de pronto mas frecuentes,  junto con las voces que parecían reproducirse entre risas y bendiciones en el interior de nuestro hogar. Mire a Harry de nuevo cuando este regreso su atención al reloj de su muñeca y supuse que era media noche, justo antes de que él lo recalcara.

-Feliz Navidad,  mi amor - dijo y aquella simple frase fue como una fuerte bofetada en el rostro que me hizo vibrar por un segundo a causa de la sencillez y dulzura con que lo había dicho. Como si en esta ocasión se le pudiese notar menos forzado, al nombrarme "mi amor". Y casi podía pensar que eso se había escapado de su boca por accidente al haber sido vencido por ese sentimiento, y él callo después analizandome con cierta incomodidad que estaba muy segura de que también podia notarse en mi.
Sin embargo yo apenas podía reaccionar ahora y me costaba devolver el acto con la misma dulzura.

-Feliz Navidad,  Harry - le desee, sin perder de vista sus grandes ojos verdes que ahora me parecían mas cercanos que antes, en ese encuentro sigiloso que me entregaba toda la nostalgia que me había reprimido la noche entera. ¡Maldita sea! - Nunca podre decir que estos años no fueron asombrosos - susurre, forzando una sonrisa desconsolada, y elevando una mano para acariciar su mejilla cuando él dio un último par de pasos y se detuvo justo ante mi.
Y claramente yo me refería a nuestro matrimonio. Del que a pesar que el final era un desastre y un total fracaso, yo nunca podría decir que me arrepentía de haberme casado con él.

-Y seguirán siendo asombrosos ¿Cierto? - me pregunto con un hilo de voz y de pronto mi integridad callo dramáticamente al suelo. ¿A que se refería? En esos momentos temía que Harry hubiese adivinado mis pensamientos y supuso que nuestro que yo consideraba que nuestro matrimonio en la praga. Y creía que no nos demoraría mucho más separarnos.

-Tu deberías responderme eso - regrese la cuestión a él con dificulta,  temiendo que eso se terminara esa misma noche,  pero él negó ligeramente con la cabeza y mi mano aun lo acariciaba sintiendo ese cálido contacto.

-Tu sabes bien cual es mi respuesta - dijo y trague con fuerza el nudo en mi cuello en tanti las lágrimas no se demoraban mas en hacerse presentes en mis ojos. Sabía muy bien que él deseaba dejarme, pero nuestros problemas hiban mas halla de lo que desearamos ahora. Ambos sabíamos que no podíamos seguir viviendo así - Pero Lottie me dijo que estuviste hablando de esto con tu madre,  dime, Alice , ¿Qué decisión has tomado? - me interrogo sin mas rodeos y baje la vista siendo derrumbada por la tragedia y el dolor - ¿Quieres dejarme? - continuo preguntando con voz mas baja y las lágrimas corrian por mia mejillas por la vergüenza de haber sido descubiertas por él,  pero mas aun por la noticia de saber que nuestra hija también estaba enterada.

Nuestra hija. Ella era la unica razón por la que creía que hasta ahora continuaba aferrandome a ese matrimonio fracasado, pero parecía ser que ella no era la unica razón después de todo.y ahora Harry continuaba esperando una repuesta de mi parte, pero antes de que yo pudiese decir nada en absoluto,  la vocecilla de la antes mencionada apareció para sobresaltarnos.

-Mamá,  Papá - nos llamo con timidez desde el pórtico,  mirándonos con intriga por nuestra presente soledad, y yo maldije en mi interior deseando que ella no notara mi llanto.

-Ven mi cielo,  estamos viendo los fuegos artificiales - hablo Harry que disimulo bastante bien nuestro último momento de agonía para evitar que nuestra hija se viese involucrada.
Rápidamente limpie mis lágrimas y sonreí,  tratando de lucir tranquila para ella, mientras le dedicaba un gran abrazo.

-Feliz Navidad,  amor mío - le dije y Harry a mi lado imitaba mi acto.