CAPITULO 45

18 1 0
                                    

Un sonido extraño se repetía en lo lejano, similar aun timbre agudo, y yo miraba en todas direcciones buscando algún indicio donde me encontraba.
Lleve mis manos a la cabeza y pude ver la sangre que brotaba sin cesar, y sin embargo no me producía problema alguno, al menos no en mi sistema nervioso ya que continuaba de pie, con el pulso cardíaco intacto,  y mis fuerzas eran exactamente las mismas.

Camine rápidamente entre las filas y filas de un plantio de monumental tamaño. Parecía un campo de trigo, pero con cada segundo transcurría escuchaba los susurros en mi cabeza recitando incoherencias.
No recordaba nada de lo que me había ocurrido,  no estaba segura de como rayos había llegado hasta ahí y no comprendía porque estaba herida.
Mis prendas estaban húmedas y cubiertas de tierra.
Mi piel reseca y repleta de cortes que sangraban. Perdía grandes cantidades de sangre,  pero como dije antes, eso no me afectaba en absoluto,  y aparentemente tenia la fuerza necesaria para seguir caminando a prisa,  en busca de alguna salida de esa infinita obscuridad.

Comencé a correr cuando la desesperación se apropio de mi y llamaba a gritos por Harry, comenzaba a sentir una extraña sensación de tenerlo cerca y casi podía escucharlo respirar. Era una respiración suave y delicada y la reconocía de inmediato. ¿Acaso se trataba de él? .

-¡Harry! - grite de nuevo, al cruzar a toda velocidad el trigal, un par de metros mas hasta sobrepasar la vegetación y entonces me encontré frente a frente con una gran explanada de tierra arada.
Ni una sola hoja, ni nada de trigo se encontraba ahi. En su lugar solamente la figura de una persona de estatura promedio que escavaba la tierra con una pala de hierro. Hacía un gran agujero en la tierra mientras yo me aproximaba con paso lento y aquel sujeto no parecía ser consciente de mi presencia ahí.  Como si yo fuera invisible, o tan solo un espejismo. Respire agitada evaluando a aquel chico con sumo detalle,  nunca antes lo había visto, pero tenía un aspecto macabro, y al mismo tiempo tan inocente.  Sus ojos negros miraban fijamente la tierra a sus pies, mientras continuaba escavando sin detenerse y lo escuchaba jadear como si le costara mantener una respiración rítmica y normal. Era como el jadeo de un monstruo,  que se olcultaba en el interior de ese chico ordinal. El cabello rubio y la piel pálida,  sucia como cada una de sus prendas. Lo mire por otro par de segundos y demore bastante en notar el bulto obscuro que se encontraba a su lado.  Tendido en el suelo, cubierto por una sabana blanca. Me acerque solo un poco mas, cerciorándome de que efectivamente ese chico no podía verme, como si yo fuera solo un fantasma. Jale cuidadosamente las sabanas cubiertas de sangre y mire cuidadosamente a la joven que se encontraba por debajo de estas. Con los ojos bien abiertos pero sin rastro de vida. Me aparte bruscamente al no poder concebir lo que veía. Pero aquella persona era yo misma. Me encontraba justo ahí,  frente a mi misma, muerta en la tierra, cubierta de lodo y sangre. Atada del cuello con una soga y mutilada por completo. Chille aterrada , retrocediendo con paso rápido y sintiendo un escalofrío al volver mi atención al chico que solo entonces,  elevo la mirada,.ese macabro par de ojos negros que al centrar su atención en mi, detuvo su labor de excavar lo que parecía ser una tumba para mi cadáver.  El corazón se me detuvo en el pecho,  y aquel sujeto emitió un extraño sonido con la garganta, apretando los dientes e inclinándose para colocar las manos en la tierra, adoptando la posición de un depredador, y en un parpadeo se convirtió en una bestia de gigantesco tamaño, muy similar a los vampiros con los que yo solía tener pesadillas. Ahogue un fuerte grito al verlo acercarse a  toda velocidad, emitiendo ese jadeo, como la respiración de un asmático, y el siguiente ruido que escuche fue el mismo timbre agudo que me volvió a la vida - Harry - me sobresalte desesperadamente entre las sabanas y al igual que yo el chico a mi lado,  emitió un pequeño grito.

-Mierda, ¿Qué...?¿Qué...? - tartamudeo, mientras el teléfono a nuestro lado timbraba y timbraba una y otra vez.

-Carajo - maldije descolgado el aparato y azotandolo de nuevo en su base para colgar y mandar a la mierda la llamada que nos había despertado.  El silencio volvió a estabilizarse y Harry suspiro - Lo lamento - me disculpe al notar que lo había lastimado al despertar entre pataleos desesperados.

-No te preocupes,¿Estabas teniendo pesadillas? - me pregunto con un susurro,  envolviéndome entre sus brazos sin esperar mi respuesta y yo me limite a asentir con la cabeza, hundiendo mi rostro en su cuello y besandolo con suavidad.  - Esta bien cariño... estoy aquí - me dijo,  y me regocije por escucharlo decir eso. Era tan reconfortante cuando él me recordaba que siempre estaría ahí para mi.

-Harry - susurre, aferrandome a él cuando este me coloco placidamente por encima de su cuerpo,  y mi cabeza se apoyaba en su pecho,  escuchando el latido de su corazón mientras sus manos acariciaban mi cabello y mi espalda.

-Dime mi amor - musito con voz bajita, dejando un beso en mi frente mientras yo meditaba en mi ultimo sueño, el cual mas que nunca me parecía una señal aterradora.

-Harry, creo que vi a Yacko - le dije, y sentí su tensión inmediata por debajo de mi.

-¿Qué? ¿De que rayos hablas? ¿Dónde? - me interrogo, confundido y ansioso por mi declaración,  pero el no comprendía que yo me refería a mis pesadillas.

-Soñé con él - alegue y una vez mas Harry volvió a la calma, descartando esa posibilidad sin siquiera escuchar nada mas.

-Oh... no digas eso, nena... solo fue una pesadilla - me consoló pero yo no necesitaba consuelo alguno. Estaba realmente segura de aquello que había experimentado con tanta claridad.

-No, no... hablo en serio,  se que suena loco, pero lo vi, y soñé con mi muerte, me vi ahí, siendo enterrada por él, en un gran campo de trigo - le explique, pero mi chico soltó un bufido de desacuerdo.

-Cállate,  no digas eso... tu no vas a morir, no serás una víctima de ese bastardo ¿Crees que yo lo permitiría? - me pregunto con indignación y yo negué con la cabeza, pero sentí frustración, porque nuevamente Harry no comprendía nada.

-No lo entiendes... - intente justificarme, pero una vez mas el timbre del teléfono nos tomó por sorpresa.

-Maldita sea - gruño el castaño, estirando el brazo para tomar el teléfono y atender finalmente la llamada - ¿Qué? - hablo con poca educación y luego callo por unos segundos, mientras yo lo miraba con atención - ¿Qué?... Espera, ¿Cómo?¿Hablas en
serio? - se incorporó de un solo brinco, sentándose en la cama, y sosteniendo con una mano mi cintura, para mantenerme en su regazo, mientras con la otra mano sujetaba el teléfono contra su oído.

-¿Que ocurrió? - pregunte con curiosidad al visualizar el gesto perplejo del chico de ojos verdes.

-Mierda, no puedo creerlo... de acuerdo, iremos enseguida - parloteo y corto la llamada.

-¿Qué sucedió?, ¿Qué sucedió? - le pregunte,  ansiosa por saber mientras él, me apartaba para ponerse en pie velozmente.

-La policía recibio llamadas hace unas horas, hubo un caos en una de las residencias en Woodsville, Caroline Hicken estaba ahí, y fue atacada en el jardín posterior de la mansión, la drogaron e intentaron ahorcarla con una soga... la llevaron de inmediato al hospital - explicó rápidamente mientras se colocaba los pantalones - ¿Pero quién crees que fue hallado junto a ella en la escena del crimen? - me pregunto sin mirarme y no hubo necesidad de que yo adivinara, porque Harry no demoro en darme una respuesta - Su maldito ex novio, Marck D. Gerard - lanzo la bomba y yo me quede sin habla. ¿Acaso era en serio?.

-¿Él fue quien lo hizo? - pregunté horrorizada, pero Harry se encogió de hombros sin realmente saber una respuesta concreta.

-No lo se... pero ahora la policía lo tiene nuevamente detenido,  y debemos ir ahora mismo... vamos, despierta a Lottie, tendremos que llevarla con nosotros - demando y yo obedecí sin cuestionar nada más.

The Sadistic Mind 3 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora