CAPITULO 18 Maratón 1/3

14 0 0
                                    

-Debimos traer refuerzos, necesitaremos apoyo si él se reusa a venir con nosotros - murmure al visualizar la gran mansión ante mis ojos, donde yo daba por hecho que se ocultaba el asesino que buscábamos,  y suponía que en solo cuestión de minutos hallariamos ahí dentro las pistas necesarias para poder arrestarlo. Sin embargo Harry, Kevin y Louis no parecían tan seguros de eso.

-Él no vendrá con nosotros Alice - dijo Harry con un suspiro, verificando que su arma estuviera cargada antes de ocultarla en su saco elegante.

-Pero, si él es a quien buscamos tendremos que detenerlo, y si el se reusa, o si hay mas de un criminal ahí dentro... - titubee con cierto temor por la idea. Nosotros no estábamos listos para tel travesía,  nosotros solo contábamos con nuestras armas de 5 tiros, no teníamos refuerzos ni ningún tipo de intercomunicador,  mas que la radio de nuestris vehículos.
Y la suposición acerca de que quizás nuestro asesino no era uno, sino un grupo de maleantes que iban a lo largo de Cheshire, asesinando a mujeres jóvenes,  me hacía vibrar de pánico.

¿Qué sucedería si al entrar a esa casa, éramos atacados por cien vampiros sanguinarios como los de la novela del autor a quien buscábamos?

Y quizás yo comenzaba a perder la razón.  Al parecer me estaba tornando bastante loca por ese tema en específico.

-No seas ridícula,  los vampiros no existen - me sermoneo Harry unos minutos atrás cuando confesé mis deducciones en el auto.
Y yo sabia que los vampiros no eran reales , pero existían toda clase de psicópatas en el mundo, y uno nunca sabe con certeza lo que puede encontrar en cualquier momento.

-No te preocupes Alice - dijo el fastidioso Kevin quien también era consciente de mis miedos irracionales - Si los vampiros aparecen , yo tengo una daga oculta en mis pantalones - parloteo el imbécil, es un evidente doble sentido que nadie demoro en comprender.
Harry y Louis carcajearon y yo me abstuve a decir nada ante ello.

-Con eso no matarias ni a una mosca Kevin - lo burlo Louis, dando un par de pasos a su lado en dirección a las entradas de la mansión mientras yo caminaba con demora y por detrás de mi Harry se aproximaba con lentitud como una fiera escurridiza.

-Beberé tu sangre - ronroneo de improviso y me sobresalte sin haberlo esperado, cuando sus brazos me sujetaron con fuerza y mordisqueo mi cuello con un toque pasional.

-Basta - refunfuñe, harta de ser la burla de todos y Harry reía en voz baja, abrazándome apresivamente sin querer soltarme.

-No, no me desprecies, mi amor - susurro, girandome para tenerme de frente y así besar mi mejilla.

-Eres un inmaduro, estamos en una situación de peligro y tu continuas jugando - lo reproche, apartandolo para dedicarle una mirada recriminatoria, pero él aun sonreía.

-No... te aseguro que no es así,  yo se que esto es importante,  pero necesitas tranquilizarte nena, no te dejes llevar por el miedo, sabes que eso te vuelve muy paranoica - depósito un pequeño beso en mis labios y finalmente reanudo su ruta para seguir al par de sujetos que nos esperaban al frente de los jardines de la mansión de apariencia tenebrosa.

~NARRA HARRY~

Bien. Definitivamente comenzaba a darle la razón a Alice,  acerca de que lo mejor hubiera sido llevar un gran grupo de refuerzos para apoyarnos.
Observe ese monumental sitio de grandes dimensiones,  y la tétrica fachada parecía haber sido tomada justo de una novela fantasma, o quizás una novela de misterio y homicidios.

-Esta mansión solía pertenecer a un científico muy reconocido varios años atrás,  pero luego fue puesta en venta y actualmente solo una persona como el famoso escritor mencionado,  Mike Rommel, es el único ciudadano que podría cubrir la cantidad que este lugar le ah costado.- explico Louis, y no dude que ese sitio valiera una fortuna, pero eso era lo menos prioritario ahora.

Mi concentración se centraba únicamente en el mayordomo que nos dio la bienvenida, y nos permitió la entrada.
Lo cual fue una , ya que nosotros no habíamos logrado obtener la orden de allanamiento en esa residencia, después de todo , nada nos aseguraba que el tal Rommel fuera nuestro criminal buscado.

El silencio reino unos minutos después,  cuando el mayordomo de apariencia tan sospechosa como toda esa gigantesca mansión,  se marcho para dejarnos solos en la gran sala de estar, dividida en dos secciones,  una que contaba con un mini bar y cómodos asientos de cabaret, acolchonados con cuero rojo. Y la otra sección mas espaciosa que la primera, era decorada con cuadros pintados al óleo y artesanías,  como mesa de cedro y hierro, estatuillas de porcelana, lámparas de cristal, iluminadas por la luz del día que atravesaba los gigantescos ventanales de vitrales de colores, situados a nuestro alrededor.
Ninguno de nosotros dijo nada y nos limitabamos a mirar cada detalle, en actitud fisgona, especialmente porque cada detalle , cada cosa ahí presente podría ser la clave para descubrir el misterio oculto en esa gran mansión.

-Buen día señores - apareció de improviso la voz profunda que me hizo sobresaltar y por un instante estuve listo para tomar mi arma y apuntarla a él. ¡Cielos! Parecía ser que yo si estaba nervioso, y a pesar de que anteriormente lo había tomado con calma e incluso me había burlado de Alice.
Ahora comenzaba a pensar que nuestras sospechas eran certeras, y al mirar atentamente al sujeto de cabellera rubia, sonrisa malévola y ojos grisáceos,  pude sentir esa oleada de desconfianza que solía experimentar cuando me encontraba ante un sospechoso que era justamente a quien buscábamos para capturar.

The Sadistic Mind 3 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora