Emma es la hija mayor de la manada más poderosa de su ciudad, ella desde su nacimiento había sido rechazada por todos incluyendo a su familia, a sus 16 años ella había experimentado el verdadero rechazo.
El rechazo de Esahel el futuro alfa de la ma...
A la mañana siguiente mi gran amiga me había despertado de la peor manera saltando sobre mi cama y lo peor mientras chocaba dos sartenes entre sí, pero esto no se quedaría así.
Después de la tortura me mando a bañar y a cambiar como si ella fuese mi madre, aún que siempre parece mi madre ¿Debería hacer algo sobre al tema? ñee estoy bien así, ya al verme bañado y cambiado baje a desayunar donde me encontré a Amalia desayunado un plato de frutas.
- EMMA ¿Qué tal dormiste?- grito alegre- aquí tienes tu desayuno, aah por cierto tomé prestada tu ropa.
- Bien hasta que me levantaste de esa gran manera- le dediqué mi hermosa mirada asesina pero ella siguió con su sonrisa.
- Gracias- le amenace con mi cubierto- ya ya tranquilízate es que no tuve otra opción te estuve hablando un buen rato y no despertaba, hubiéramos llegado más tarde.
-¿Qué hora es?- pregunté confundida a su comentario.
- 7:10- dijo como si nada.
- ESTAS LOCA YA ES TARDE DEBÍAMOS DE ESTAR ALLÁ A LAS 7- me levanté apresura dispuesta agarrar mi mochila y salir pero ella me detiene.
- Tranquila me avisaron que tenemos la primera ahora libre- suspire y me volví a sentar- ahora termina de desayunar.
Lo hice y después me lave los diente para luego salir de casa junto a Amalia, hicimos aproximadamente 15 minutos para llegar como ya era la segunda hora nos tocaba Álgebra, en si era la materia que más me gustaba pero tenía al profesor que más odiaba pues como no odiarlo se creía el más guapo del mundo, la gran cosa y sobre todo creído como un profesor puede ser asi enserio ¿como?.
Ya dejando ese tema de lado la verdad la clase de hoy estaba aburrida y hasta mis hijos lo sabías ya que empezaron a dar pataditas logrando que me distraiga a cada segundo.
- Amalia- tomé su mano y la pose en mi estómago sonrió y empezó a dar saltitos de alegría ya que era la primera vez que ella los sentía.
- Que emoción- dijo un poco fuerte logrando la atención de toda la clase.
- ¿Cuál es el chisme chicas?- hablo el profesor y yo me reí por la locura que iba hacer.
- Mis hijos piensan que su clase es aburrida y yo estoy de acuerdo con ellos- dije tiernamente mientras acariciaba mi estómago y toda la clase empezó a reír y claro mi mejor amiga no pudo dejarme abajo.
- pensé que era lo única.
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