LOBA RECHAZADA (Terminada)

La verdad- parte 1

- Amalia Perdóname por no haberte dicho antes toda la verdad por mentirte.

- Me estas asustando Emma.

- Amalia yo soy hija de los alfas de la manada luna roja, desde el día que nací fui rechazada por mis padres por haber nacido humana, el día que me salí de la casa fue el mismo día cuando Esahel me rechazó como su mate y cuando me di cuenta que mi loba había estado dormida todo ese tiempo, lo que te quiero decir es que soy una mujer lobo y ellos también lo son, Esahel que es el futuro alfa o era el futuro alfa de la manada luna dorada y Alex el es de rango beta y miembro de la manada luna dorada, bueno ahora por que te estoy diciendo todo esto hasta ahora es por que tu Amalia eres la mate de Alex y se que con sólo eso algún día te ibas a enterar y si no te lo decía ahora yo lo más probable era que te enterarás por otra parte y nunca me lo perdonarías te lo oculte todo este tiempo para protegerte a ti, a mis bebés y a mi, lo siento Amalia- espere a que reaccionará.

- No debiste- dijo Alex después de que el grito de mi amiga cesará y luego cerrar la puerta de la habitación Amalia al escuchar el sonido del seguro se alarmó más y empezó a gritar con más fuerzas.

Amalia un día me dijo que ella si creía que los hombres lobos si existía pero nunca le gustaría confirmar lo ya que le daban miedo y ahora decirle esto era lo peor para ella pero era lo mejor si no después iba hacer peor.

- Amalia por favor cálmate no te haremos nada nunca lo haríamos- dijo Esahel.

- TODO, todo lo que me haz dicho es una mentía, Emma es una mentira- en sus ojos aún demostraba miedo pero también coraje, tristeza y ¿comprensión?

- Lo siento- agache mi rostro, habíamos quedado en un incómodo silencio después de que Amalia se calmara.

- Pero después de todo no puedo negar que tu eres mi amiga y te comprendo Emma ya que yo fuera hecho lo mismo en tu lugar se que lo hiciste más por los bebés que por ti o por mi, así que dejaré mi miedo atrás y seguiré a tu lado sin importar que seas un lobo o no.

- ¿No me odiaras de por vida?- dije sorprendida.

- No.

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