Robin y Nami se encuentran en las calles de Nueva York cuando una fuerte lluvia hace que se refugien bajo el techo de una casa, un extraño sonido llega a sus oídos y deciden averiguar de dónde proviene y quiénes son los causantes de ello. Es así com...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
No puedo negar que Sanji se veía muy gracioso, pues tenía unas terribles ojeras marcando sus ojos que se podían ver desde dos metros de distancia y además no paraba de bostezar a cada momento, su aspecto era terrible... era ahí cuando recordaba la insistencia en pedirme lo dejara dormir en mi casa de campaña. Me sentía un poco culpable, pero no cambiaría nada de lo que pasé.
-¿Qué es lo que te pasa Sanji? No te ves muy bien amigo- preguntó Franky de manera irónica.
-Ya sé porqué Ace no quiso venir... ¡de verdad que no dejas a nadie dormir!
-Oye pero si dejé de gritar...
-¡Roncas Franky! Y no quiero ni mencionar tus guarreses que son de lo más asquerosas, todavía lo recuerdo y siento que me ahogo.
-Claro que no, eres la primera persona que me dice eso... y lo siento pero bien dicen, mejor afuera que adentro.
-Creo que es mejor mantenerse un poco alejado cuando estás cerca- dijo Usopp metiéndose en la conversación.
-Por eso estabas un poco apartado, yo que creí que querías tu espacio con Kaya... a un amigo se supone que se le dicen sus defectos, eso no es nada súper.
- Perdón Franky, pero eso no lo puedes controlar, siempre lo has hecho desde el día en que se quedaron a dormir en mi casa hace algunos años- intervino Luffy- pero mola, pareces un oso shishishi.
-Debiste decirme eso antes- le espetó Sanji a Luffy- ni ganas tengo de levantar mi maleta.
-Olvidé ese detalle.
-¡Qué no olvidas tú!- le dijo Usopp.
Los demás nos manteníamos al margen de la conversación, pero no por ello no nos reíamos ante la discusión; terminamos de empacar y, cuando estábamos a punto de tomar camino para poder abordar el autobús, a Franky le dieron ganas de ir al baño.
Luffy, Nami, Zoro, Chopper, Usopp, Kaya y yo comenzamos a caminar, pues nos esperaba un largo camino por recorrer antes de llegar hasta donde el servicio pasaba; mientras, Franky buscaba un buen lugar para satisfacer su necesidad y Luffy le pidió a Sanji que lo esperara así que sin ánimos dejó su maleta en el suelo y algunas otras, entre ellas la de Nami, se sentó sobre la suya esperando a que saliera Franky de entre la maleza... Odiaba ser el último, aún tenía sueño y no pudo reprimir un gran bostezo mientras veía salir a Franky muy contento.
-¿Y los demás?- preguntó.
-Se adelantaron y Luffy me pidió que te esperara.
-Vale, ¿y qué esperas? ¡Mueve ese trasero!
-Ya voy, ya voy... solo porque no tengo energías que si no te molía a patadas, bastardo.
Mientras caminaban un tanto atrás de los demás Franky le comentaba a Sanji:
