Epílogo

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Las calles estaban bastante transitadas como era común en la ciudad, la brisa fresca de la mañana golpeaba nuestros rostros con tal fuerza que nuestras narices no tardaron en ponerse rojas del frío

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Las calles estaban bastante transitadas como era común en la ciudad, la brisa fresca de la mañana golpeaba nuestros rostros con tal fuerza que nuestras narices no tardaron en ponerse rojas del frío.

Estábamos a pocos metros de la casa de Luffy cuando lo vimos que estaba sentado sobre, al parecer, su maleta de viaje, tenía puesto un suéter rojo con rayas blancas y hasta había cubierto con guantes sus manos, se le veía bastante somnoliento y en su mano derecha cargaba una taza de, seguramente café y no paraba de bostezar a cada momento.

Vi cómo Bonney y Nami salían de la casa riendo a carcajadas y al vernos nos saludaron desde lejos mientras sonreían.

Cuando llegamos lo primero que nos dijo Luffy fue:

-¿Saben desde a qué hora estoy despierto?

-Al parecer desde muy temprano porque te estás durmiendo- le contesté.

-¡Desde a las cuatro!, ¡nadie me dijo que los demás llegarían a las ocho!

-Tal vez estabas demasiado ocupado comiendo que no lo escuchaste- le recordó algo molesta Nami a lo que él se hizo el disimulado.

En seguida Bonney nos invitó a pasar a su casa para que esperáramos a los que faltaban por llegar; Luffy se quedó ahí tumbado sobre su maleta en la acera de su casa; se empeñó en quedarse afuera para así decirle a cada uno de los que llegara el gran sacrificio que había hecho al estar listo desde tan temprano.

Pasó una media hora para que los demás llegaran, Luffy se había dado por vencido o más bien el sueño lo había vencido y se había quedado profundamente dormido sentado sobre su maleta mientras roncaba ruidosamente.

Cada uno de los que llegaba se reían de él e incluso le hacían una que otra travesura a fin de que se despertara; cuando lo hizo se dio cuenta de que su plan había fallado pero no le importó demasiado ya que se puso a "jugar" con Chopper y Usopp.

Al final habían decidido irse en el coche de Ace a la terminal y de ahí tomar el autobús que los llevaría directo al aeropuerto donde abordarían el primer vuelo hacia México, la experiencia vivida anteriormente no impidió que viajaran nuevamente en ese tipo de transporte, pues el hecho de cumplir su sueño iba más allá de simples temores e inseguridades.

La despedida fue algo que a ninguno nos gustó, pero éramos conscientes de que era completamente necesario.

Franky tan sensible como siempre había comenzado a sollozar mientras que el ambiente amenazaba con contagiarnos a todos de ese vacío que se estaba produciendo con la partida de nuestros amigos.

Sin pretender hacer el momento más difícil nuestros amigos en silencio subieron sus maletas al auto de Ace y, sin poder evitarlo se desató una tormenta de emociones que nos envolvió a todos, era una mezcla extraña de definir, pues tanto la felicidad como la tristeza se hacían presentes.

Sin más, nos despedimos deseándoles suerte en su presentación; los vimos alejarse por el camino que los llevaría a un nuevo comienzo, una nueva etapa: consolidarse como una banda reconocida a nivel mundial.

Aquellos chicos que conocimos un día por mera casualidad hoy día estaban forjando su propio destino y nosotros éramos parte de él sin duda.

Mugiwara Boys (LuNa/ZoRo) UA COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora