Robin y Nami se encuentran en las calles de Nueva York cuando una fuerte lluvia hace que se refugien bajo el techo de una casa, un extraño sonido llega a sus oídos y deciden averiguar de dónde proviene y quiénes son los causantes de ello. Es así com...
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Al otro día en la mañana en la casa de Luffy se respiraba un ambiente de molestia pues Bonney ya le había dicho a sus padres que dejar pasar a Hancock era injusto, pues seguro que nosotros también deseábamos ver a nuestros amigos.
-¿Aún sigues molesta?- preguntaba el señor Dragon mientras estaban en el desayunador.
-Lo sabes padre, creo que están siendo injustos con los chicos.
-Ya hemos hablado de eso antes hija, entiende que ella es su novia- se defendía su madre.
-No me vengas con eso madre, conozco bien a Luffy y estoy segura de que él prefiere ver a sus amigos.
-Tal vez, pero ahora ella es como parte de la familia, ¿entiendes?- decía su padre.
-¿Parte de la familia?, ¿Hace cuánto...unas dos semanas?- le dijo desafiante y a la vez burlona.
-¡No le hables así a tu padre!- le reprendió su madre.
-¡No me digas que ahora estás de su parte!- reclamaba.
-Cariño, creo que ya es tiempo de que sus amigos pasen a ver a los chicos, ¿no crees?- comentaba su madre.
-Bueno sí, tienes razón.
-¿Lo ven?
-Bueno, hoy mismo hablaremos con los otros padres para dar nuestra autorización.
-¡Sí!- decía triunfante la pelirosa.
Por fin había llegado tan ansiado momento para poder pasar a ver a nuestros amigos.
Bonney me había llamado para contármelo todo, realmente me sentí muy feliz de poder ver a los chicos, pero sobre todo de poder ver a Zoro de nuevo, tenía tan grabada en mi mente la última vez que nos vimos que no podía evitar embozar una gran sonrisa enorme.
Por el contrario, le conté lo que habíamos hecho el día anterior y lo que le había pasado a Nami; se sorprendió un poco ante el relato pero le alegraba que todo estuviera bien.
Después de colgar con Bonney mi teléfono sonó nuevamente y contesté, era la madre de Nami.
-Hola señora Bellemere, buen día.
-Hola Robin, te aviso que a eso de medio día darán de alta a mi hija.
-Muchas gracias y, ¿cómo está ella?
-Bien, mucho mejor.
-Me alegro, gracias por avisar, me comunicaré con los chicos para ir a verla.
-De nada hija, nos vemos.
-Hasta luego.
Como quedé le avisé a Ace, nos pusimos de acuerdo y pasamos por Chopper y Usopp para ir al hospital.
Ciertamente Nami lucía bastante mejor que los últimos días, su semblante volvía a ser el de siempre y después de la noticia que les di todos se animaron mucho, pero les dije que debíamos esperar a que los padres nos lo comunicaran formalmente.
