Desenlace

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Me estoy haciendo caca de los nervios. Aunque en mi parecer le fue bien, las preguntas que nos pudieron haber perjudicado las pudimos contestar y tuvimos la última palabra. Pero el miedo de esa maldita posibilidad de que todo salga mal sigue estando, justamente no somos los que más suerte tienen así que no me sorprendería si nos va como el culo. Pero realmente espero que no, no me quiero ni imaginar a Jeffrey en la cárcel. Alta carne fresca.
Por suerte entran el juez y el jurado haciendo que deje de seguir pensando y que me vaya por las ramas como siempre.
Todos se ponen de pie, atentos, esperando a que empiece a hablar.

- Muy bien, jurado, ¿Cuál es su veredicto? -Pregunta el juez mirando al delegado del jurado que estaba de pie con una hoja en sus manos.

- Con un voto unánime, se declara al señor Jeffrey Dean Morgan, como inocente de los cargos a los que lo someten.-Dice el chabón y apenas dice la palabra inocente miro a Jeff y veo como sus hombros se relajan. No quiero festejar anticipadamente porque todavía falta la decisión del juez.

- Muchas gracias por comunicar su veredicto. En mi opinión, las pruebas presentadas son más que suficientes para declarar, con el poder que me otorga la ley, al señor Jeffrey Dean Morgan, también inocente. Se levanta la sesión.-Golpea dos veces con su martillito.

Escucho aplausos, un par de gritos de victoria, miro hacia atrás y veo al Dire en el fondo aplaudiendo y sonriéndo mucho, no sabía que había venido. Me abrazo con mi hermana y después me acerco a Jeffrey que estaba estrechando mano con su abogado, se dá vuelta a mirarme y me abraza fuerte, feliz, aliviado. 

- Ya terminó todo.-Dice mientras se separa y puedo ver que sus ojos se llenan de lágrimas de felicidad.

- Te dije que iba a estar bien-Le sonrío feliz, y cuando él me estaba por contestar nos interrumpe Emilia.

- Podrás haberte safado de esta, Jeffrey. Pero no va a ser lo último que sepas de mi, ni vos tampoco, nenita.-Me dice amenazadoramente.

- Señora, vaya a llorar a la iglesia, acá estámos festejando la justicia.-Le contesta mi hermana. A lo que Emilia nos mira de arriba a abajo y se vá con su abogado.- ¿Qué viene a hacer una escena amenazadora de telenovela esta chiflada? Que bueno que se destapó todo, me alegro mucho que por fin se sepa la verdad. Y perdón por haberte juzgado mal antes, Jeffrey. Aunque si la cagaste con mi hermanita, así que por eso no te voy a pedir perdón.

- Si, lo sé. Y gracias, por toda la ayuda, sin vos no hubiera podido ganas tan fácil.-Le contesta sonriéndo un poco.

- Siempre del lado de la verdad.-Asiente afirmando lo que ella misma dice y me mira- Bueno, te espero en el auto, peque. Nos vemos.-Se despide de Jeff y se vá.

Pasaron unos minutos que él estaba recibiendo sus felicitaciones, vino el Dire a saludar, se despidió de todos y nos encaminamos hacia la salida, apenas salimos del juzgado los dos nos frenamos sabiendo que teníamos que hablar, pero sólo nos quedamos mirándonos sin decir nada. Y ahí es cuando me abraza, y ya me dan ganas de llorar.

- Gracias, por todo lo que hicíste. Por todo lo que me apoyáste a pesar de haberme comportado como un idiota.-Me susurra mientras me acaricia el pelo- No tengo palabras para expresar lo arrepentido que estoy, más que pedirte perdón.

- No tenés por qué disculparte.-Nos separamos- pero si mi perdón es lo que necesitás para seguir adelante, lo tenés. Te perdono, Jeffrey. Por todo, sé que en su momento pensaste que era lo mejor, o tratabas de protegerme, lo entiendo.

- No me arrepiento de haberte elegido, me hicíste sentir amado como núnca antes, me hicíste feliz. Lo seguís haciéndo...

- Vos también me hacías feliz, cambiaste mi mundo. Significás mucho para mi.

- ¿Entonces por qué siento que esto es una despedida? 

- Porque lo es, me propuse ayudarte porque quiero que estés bien...-Me interrumpe.

- Pero no sé si voy a poder estarlo sin vos.

- Tenemos que estarlo, sé que va a costar, pero tengo que pensar en mi, no quiero seguir estándo mal, seguir poniéndo la felicidad de otro antes que la mía, no es sano, no está bien.-Ya estoy llorando, él asiente tragando saliva e intentando no llorar. Tarda un momento en contestarme.

- Lo entiendo... y realmente espero que puedas encontrar la felicidad que tanto te merecés. De verdad.-Sonríe un poco con los ojos llorosos- Yo por mi parte... no creo poder dejar de amarte, realmente supíste arreglar cada pieza rota en mi, y por más que pasen años, no sé si voy a ser capaz de olvidar eso.

- Espero que si puedas, no quiero que te pierdas la oportunidad de conocer a alguien sólo porque la vida no nos cruce más. Te merecés a alguien que te ame igual o más que yo.

-Gracias...-Susurra con un hilo de voz mientras se seca las lágrimas que no puede contener, yo hago lo mismo- ¿Qué va a ser de vos? ¿Qué vas a hacer ahora que todo terminó? -Me pregunta refiriéndome al estudio, y ¿Por qué no? a mi vida.

- Lo pensé tanto que me dí cuenta de que la respuesta ya estaba ahí; arte.-Le sonrío como puedo y él también- Más específicamente: Artes visuales.

- Te va a ir increíble.-Dice sincero- No le digas a los demás pero... siempre fuiste la mejor. Objetivamente hablando.-Dice rápido justificándose sonriéndo, pero rápidamente vuelve a ponerse serio.- Te deseo lo mejor Pau. Ahora y siempre.

- Lo mismo para vos, espero que superes todo esto y que encuentres esa paz tan merecida en tu vida...-Nos quedamos mirándo pero no aguanto y le doy un último abrazo. Él me corresponde atrayéndome hacia él como si no quisiera dejarme ir, pero después de interminables minutos, lo hace. Se separa un poco y corre un mechón de pelo detrás de mi oreja, para después besarme la frente dulcemente.

- Hasta pronto, mi amor.- Y sin esperar a que yo conteste, empieza a descender las escaleras de afuera del juzgado. Me doy vuelta para verlo por última vez.

Lo último que escucho es el sonido tan inolvidable de su Harley.

El profe de arte (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora