C a p í t u l o 2

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¢αρítυℓσ є∂ιtα∂σ

Narra Can

Dejé a Tin esperando en la sala y subí para cambiarme la ropa.

Había estado toda esa semana sin salir de mi casa y en pijama, sólo a veces salía. Aunque en el principio no me afectó mucho que Tin y yo nos alejáramos, con el pasar de los días me iba sintiendo cada vez peor.

Me puse lo primero que encontré en mi armario, una playera y unos jeans y luego bajé.

Al verme Tin se levantó. Mi madre y mi hermana no estaban en casa, mejor, no quería que empiecen a darle cumplidos a Tin y hacerme pasar vergüenza a mi. Además no creo que Tin se sienta muy cómodo con las preguntas tan incómodas que eran capaces de hacer esas dos.

- Ya nos podemos ir- le dije a Tin cuando llegué a su lado.

Él se levantó y me siguió hasta afuera, hasta llegar a su auto. Me subí y luego él hizo lo mismo.

Nos quedamos por unos segundos en silencio, ninguno se movía, sólo se escuchaba el calmado sonido de nuestras respiraciones. Fue incómodo, no lo negaré, hasta que el empezó a hablar.

- ¿A dónde quieres ir a comer? - preguntó sutilmente.

Suspiré - No lo se, Tin, a donde tú quieras, tú eres quien me invitó.

- Tienes razón - rió sin ganas y puso el auto en marcha.

Después de unos minutos en los que inundo la música en el auto y ninguno decía nada, Tin paró el auto frente al lugar donde se me insinuó oficialmente por primera vez, que oportuno este hombre.

Bajamos del auto y yo entré primero al lugar, luego lo hizo Tin.

- ¿Qué vas a querer ordenar? - preguntó mientras yo tomaba asiento en un lugar que estaba vacío.

- Sólo quiero un sándwich, gracias.

- Está bien - vi que Tin se puso en la cola para ordenar, era el tercero de la fila. Me quedé un largo rato observando el tonificado cuerpo que tenía, aún a través de esa camisa blanca que siempre vestía se notaba. Sin darme cuenta de cuanto tiempo pasé observando a Tin me obligué a parpadear y a apartar la mirada porque él ya se encontraba tomando asiento frente a mi - Aquí tienes.

- Gracias, ¿tu no comerás nada? - pregunté al notar que no llevaba nada más consigo.

- No tengo hambre, disfruto más viéndote comer a ti - soltó e inmediatamente me puse algo nervioso. Al parecer Tin notó eso porque al segundo volvió a hablar - Lo siento, no era mi intención incomodarte.

- No te preocupes - sonreí perezosamente y me empecé a devorar el sándwich.

Sentía la mirada penetrante de Tin pero yo trataba de concentrarme únicamente en el sándwich, en como olía... en como se veía tan apetecible... en como se sentía... en como mi mente paso del sándwich a Tin. Demonios, tengo que controlar mis hormonas.

- Can, ¿estás bien? Te pusiste un poco rojo - dijo Tin

Me puse más nervioso aún - E-Esque hace calor, ¿no? - pregunté tratando de disimular un poco que mi mente se haya estado imaginando cosas inapropiadas cuando él estaba delante de mi.

- Pues si, creo que hace un poco de calor. Ya terminaste de comer, ¿quieres ir por un helado?

- Eso suena bien, pero está vez yo invito, no me gusta que me estés comprando cosas, así se trate de comida.

- Creeme, eso lo se. Me has rechazado cada regalo que intentaba darte - Tin sonreía al hablar.

Regresamos al auto de Tin nuevamente pero hicimos un camino más corto esta vez, ya que la heladería estaba a sólo tres cuadras del dichoso restaurante en el que acabábamos de comer, o bueno, mejor dicho, en el que yo acababa de comer.

-Ten - le dije a Tin extendiéndole su helado de vainilla que anteriormente me había pedido.

- Gracias. ¿En serio comerás esa cosa? - preguntó con cara de asco.

- ¿Qué cosa? ¿El helado de chocolate? - él asintió - Si, es mi sabor favorito.

- No entiendo que de rico le prueban, yo odio el chocolate.

- Oye, metete conmigo todo lo que quiera pero jamás, jamás te metas con mis amigos ni con mi helado de chocolate - le dije bromeando, recordando lo que una vez le había dicho enojado, la diferencia era que esta vez lo hacía de broma y agregando a mi helado de chocolate. Trataba de mantener el ambiente lo menos incómodo posible.

Después que dije eso ambos empezamos a reír, él había captado el chiste.

- Creo que eso me quedó muy claro desde la última vez que me golpeaste en la cara - me dijo Tin un poco más serio.

- Pero en serio - quise evitar hablar del pasado pero sabía que en algún momento de este día tendremos que hablarlo - Yo no critico tu helado de vainilla así que tu no critiques el mío.

- La diferencia es que a ti seguro que si te gusta el helado de vainilla - me miró divertido - aunque tienes razón, espero que disfrutes de tu cosa esa.

- Gracias - puse aires de diva.

Estábamos comiendo cada uno nuestro helado, obviamente Tin no me quitaba la mirada de encima y él empezó hablar.

- Can - primero llamó mi atención. Lo miré - Creo que dejamos algo pendiente tu y yo.

No, rayos, a eso era a lo que no quería llegar, a que tengamos que hablar sobre eso, realmente era un tema un tanto incomodo para mi. Se que le había dicho que solo quería ser su amigo pero en estos días me había dado cuenta que me estaba mintiendo a mi mismo y realmente no quería ser solo su amigo, solo que no quería decirlo en voz alta por temor a que no vaya a funcionar. Yo nunca había salido con un chico. Él fue el primer chico que besé y estaba asustado, solo que en ese entonces no sabía porque lo esaba, tal vez debería intentarlo, a lo mejor todo sale bien.

- Está bien - dije tranquilo - Pero aquí no, hay demasiada bulla del exterior.

- Es verdad, ¿quieres ir a mi casa?

¿Su casa? ¿Quería ir? Definitivamente si pero al pensar en ello se me venía a la cabeza imágenes de cuando estaba allí por última vez. Creo que ese día fue el día en el que empecé a aceptar esos sentimientos que tenía por Tin.

Suspiré - Ok, vamos - le dije. Después me di cuenta que fue lo peor que pude haber dicho.

22/12/18

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🌻🍁🌼 M.E.Silva 🌼🍁🌻

Del odio al amor (Tin x Can) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora