C a p í t u l o 11

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Narra Can

Después de la extraña y plácida mañana con Tin, sin contar el horrible dolor de trasero que aún tenía, me sentía deslumbrante, como un nuevo Can, me encontraba en mi casa almorzando con mamá y mi hermanita. Sinceramente me había sacado un gran peso de encima al aceptar mis sentimientos ante Tin, bueno, aunque él fue quien dijo más.

- ¿Can? ¿Me estás escuchando? - la voz de mi hermana me hizo salir de mis pensamientos.

- No, perdón, ¿Qué decías?

- Hijo, estás muy distraído. Ya se que eso es normal en ti pero estas más distraído que de costumbre.

- No es nada malo, no se preocupen - les dije con una sonrisa y seguí comiendo - ¿Qué me estabas diciendo Lay?

- ¿Qué si te acuerdas de algo sobre anoche? Estabas muy tomado.

- ¿Qué si me acuerdo? - la noche anterior con Tin tomándome y poseyéndome se me vino a la cabeza y mordí mis labios - Claro que me acuerdo.

- Mamá...Can está raro - dijo mi hermana fingiendo terror

- Ya terminé, yo lavo la vajilla - dije levantando el plato de las dos únicas chicas en mi vida.

Estaba de súper buen humor que hasta a veces me olvidaba de mi pequeño dolor y hacía movientos bruscos dándome una punzada de dolor que llegaba hasta mi corazón.

Llamé a Good para salir un rato a pasear.

- ¿Hola? - respondió Good muy bajito.

- Hey, soy Can. ¿Quieres ir al centro comercial o a ver una película hoy?

No escuché nada al otro lado del teléfono así que supuse que había asentido con la cabeza.

- Good, recuerda que estamos hablando por teléfono, si asientes con un moviemto de cabeza no voy a saber tu respuesta.

- Ah...es cierto.

- Ay, Good. ¿Entonces?

- Si.

Colgué el teléfono y me fui a dar un baño rápido y a cambiarme. Salí a la calle y tomé un autobús.

Llegué a casa de Good y el salió serio como siempre.

- ¿Vamos? - pregunté y como siempre también, solo asintió con la cabeza.

Pasamos el día comiendo, jugando, comiendo, viendo dos películas seguidas en el cine, comiendo.

- Can yo me iré a casa solo - dijo Good.

- ¿Seguro? - pregunté y él asintió - Bueno, ve con cuidado.

Good desapareció de mi vista unos segundos después y yo me dispuse a ir hacia la parada de autobús pero sentí que alguien me tomó del brazo y me hizo girar. Estaba a punto de golpear a esa persona cuando vi su rostro.

- ¿Can? - preguntó - ¿Eres tú?

- ¿P'Pring?

- ¡Hola! - dijo alegre.

- Hace mucho que no te veo, desde...

- Desde que me mudé a Inglaterra hace ocho años - me sonrió - Has cambiado mucho.

Me reí - Tu también, ya no usas brackets ni gafas y estás mas alto.

- Si y tu sigues igual de guapo.

- Vaya, gracias - le respondí un poco sonrojado.

Pring y yo solíamos ser mejores amigos desde los cinco años. Pero cuando teníamos diez él se tuvo que mudar a Inglaterra con su familia porque su padre había conseguido un trabajo con muy buen pago. Recuerdo que cuando me enteré que se iría no me separé de él durante tres días completos y cuando se tuvo que ir lloré mucho.

- ¿Qué hacías aquí? ¿Viniste con alguien? - preguntó

- Pues vine con un amigo pero él ya se fue.

- Ah bueno. Te invito un helado.

- No, ya estaba por irme pero gracias - dije empezando a caminar.

- Can, vamos, no seas así, nos acabamos de encontrar después de años, solo será un helado. Es más, yo mismo te llevo a tu casa, vine con mi auto.

Estaba dudando porque quería llegar rápido a casa para hablar con Tin, ya que, no había hablado con él desde la mañana pero al final acepté.

- Está bien, solo porque me llevarás. Supongo que volviste a Tailandia para quedarte.

- Sip y mi casa sigue siendo la misma.

- Somos vecinos otra vez - dije aplaudiendo.

- Ya - reía - Vamos.

Media hora más tarde estabamos llegando a nuestra calle. Pring estacionó su auto fuera de su casa y me acompaño hasta la mía. Mi mamá abrió la puerta.

- ¡Pring! - dijo.

- Me fue bien, mamá, gracias. - le dije en forma sarcástica a mi madre pero ella ni me hizo caso.

- Pasen, los estábamos esperando.

¿A que se refiere? me pregunte a mi mismo

Cuando entré vi a los padres y a la hermana de Pring sentados en nuestro comedor.

¿Iban a cenar con nosotros? ¿A caso Pring se fue a buscarme?

Y como si me pudiera leer la mente, Pring me respondió.

- Que te haya encontrado en el centro comercial fue mera coincidencia.

Los padres de Pring se pusieron de pie y se acercaron a saludarme. No hacía falta decir que ellos eran grandes amigos de mamá.

- Can, has crecido mucho, estás hecho todo un hombre - me dijo la mamá de Pring

- Gracias señora Aim. - respondí sonriendo.

La velada se paso entre pláticas alegres y recuerdos del pasado. Pring no me quitaba la mirada de encima y ya me estaba llegando a incomodar. Por otro lado, mi hermana y la hermana de Pring no se podían ni mirar, se odiaban cuando eran pequeñas y supuse que eso seguía siendo así.

- Adiós, Can, nos vemos mañana - dijo la mamá de mi amigo al momento que todos salían de mi casa.

Subí a mi habitación muy ancioso porque ya era las diez de la noche y no había hablado con Tin.

Entré a mi computadora y vi que tenía cinco mensajes sin leer de Tin de hace una hora. Abrí el chat y le mandé un mensaje.

Estuve esperando más de media hora así que supuse que no respondería y me acosté para dormir.

Tal vez se haya enojado, aunque no creo eso, no se que pensar. Solo quería desearle buenas noches pero bueno, quizás lo veré mañana...

18/03/19
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🌻🍁🌼 M.E.Silva 🌼🍁🌻

Del odio al amor (Tin x Can) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora