¢αρítυℓσ є∂ιtα∂σ
Narra Tin
Después de la charla en la heladería que tuve con Can subimos a mi auto y lo dirigí hacia mi casa. Bajamos al momento de llegar y fui a abrir la puerta para que él pueda pasar.
Fuimos a la sala, la misma sala donde nos besamos en serio, el beso que cambio todo.
Lástima que todo se arruinaría después.
- Sientate, por favor - le dije tranquilamente.
-Gracias - tomó asiento y yo hice lo mismo. - ¿Quieres empezar a hablar тú o lo hago yo? - dijo curioso.
Estaba nervioso - No lo se, estoy nervioso - reí confesando.
El también rió - Yo igual, no te sientas especial - me empujó bromeando.
- Soy especial, lo sabes - después de decir eso el ambiente se puso tenso y detuvimos nuestras risas. Ambos mirábamos al piso. - Bien - llamé la atención de Can - ¿Por qué no volviste a buscarme? - le pregunté un tanto inseguro sobre eso.
- Porque tu dijiste que no querías que seamos solo amigos, entonces solo pensé que estarías mejor sin mi. Además quería darte un poco de espacio para pensar y reflexionar sobre algunas cosas, ya sabes, nunca antes había tenido una relación con un chico, ni siquiera estoy seguro de si algún día iba a descubrir esto pero por ti lo hice.
Suspiré - Te entiendo - sin pensarlo dos veces le tomé una mano con la mía y mantuve la mirada en el tacto de nuestras manos. Can hacía lo mismo hasta que él sacó la mano que estaba debajo de la mía.
- Quería - dijo Can y empezó a sacar algo del bolsillo de su chaqueta - Darte esto - me entregó el teléfono celular que le había regalado hace algunos días.
- No lo voy a aceptar, eso es tuyo - se lo devolví
- No estoy seguro si te lo voy a poder pagar - trató de ponerme el celular en la mano otra vez cuando justo entró mi hermano. -_-
- Tin, ¿has visto a mi hijo? - entró diciendo y luego se quedó mirando a Can - ¿Es tu amigo?
- Can, mejor vamos a platicar a mi cuarto - le dije
- ¿A tu cuarto? - preguntó él.
- Hermanito, ¿no me presentas a tu amiguito? - le guiñó un ojo a Can.
- Vete a la mierda - tomé la mano de Can y lo llevé por las escaleras hasta llegar a mi habitación. Hice que pase y cerré la puerta quedándome apoyado en ella.
- ¿Él es el hermano del que me habías platicado? - preguntó Can.
- Sí, es él.
- Se nota que es un mal nacido - dijo y yo comencé a reír.
- Es verdad, lo es.
Can estaba sentado en el borde de mi cama - Es muy bonita tu habitación, en realidad toda tu casa lo es, y muy grande también - dijo.
- Gracias - dije mientras me sentaba a su lado. Lo miré por unos instantes. Es mi imaginación o se hizo más guapo durante estos días que no lo vi. - Quiero saber si todo está bien entre nosotros.
Suspiró, me miró y sonrió - Claro, ¿amigos? - me tendió la mano
¿Quería ser su amigo? No, osea sí pero yo hubiese querido ser algo más que eso. Es hora de hacer las cosas bien, tal vez la vez pasada él se fue porque me apresuré demasiado. Me ganaré su confianza otra vez de la manera correcta y veremos como se dan las cosas.
- Amigos - le afirmé dándole la mano y sonriendo como un bobo - ¿Qué quieres hacer ahora? o ¿Ya quieres ir a tu casa?
- No, aún no. Mamá y Lemon dijeron que llegarían tarde a casa así que estaré aburrido estando solo.
- ¿Entonces estaría bien si vemos una película?
- Sí, está bien - sonrió - ¿Podríamos preparar palomitas?
- Claro. Pero primero iré a ver si mi hermano sigue abajo.
Salí de mi cuarto y vi por el balcón que mi hermano ya no estaba ahí abajo. Bajé hasta la cocina y saqué un paquete de palomitas de esas que solo metes al microondas y ya están. Esperé unos cuantos minutos y puse las palomitas en un tazón. Subí y vi que Can estaba observando unos cuadro con fotos mías de cuando estaba en la secundaria.
Me acerqué a él silenciosamente - ¿Qué haces? - pregunté y Can se sobresaltó
- Aish, me asustaste, Tin - yo comencé a reír
- ¿Y bien?
- Pues ¿no es obvio? Observo algunas fotos tuyas. No sonreías mucho.
Me fui hasta mi cama y me acosté en ella con el tazón en mi pecho
- En realidad no sonreía a menudo después de los ocho años, no me gustaba, no había necesidad o una buena razón para hacerlo - Can se echó a mi lado y nos miramos - Hasta que te conocí a ti.
Can no dijo nada, yo tampoco.
Estaba tan cerca de mi, sentía mi corazón latir muy rápido, siempre me pasaba cuando estaba con Can y es una sensación maravillosa. Tenía ganas de besarlo, de abrazarlo, de cuidarlo pero tenía miedo de que se asuste y se aleje de mi lado una vez más. Ese es mi más grande miedo ahora. No miedo a morir, ni miedo a los insectos. Solo miedo a perderlo.
Antes nos desagradábamos mutuamente, luego fue cambiando todo que aun sigo creyendo que nada es real, que solo estoy soñando.
Luché contra mi mismo para no acercarme a Can, a su rostro, a sus labios pero simplemente no pude.
Me fui acercando a él lentamente, observando cada de sus fracciones.
Él era...perfecto, perfecto para mi, era lo único que necesitaba. A él.
Subí una mano y la llevé a su rostro, él no se movía, solo me miraba pero sabía que él también lo quería, se notaba en la forma en la que me miraba. Acaricié su nariz con la mía y besé su mejilla. Luego me fui moviendo hasta sus labios. Cuando volví a ver a Can ya tenía los ojos cerrados.
Lo besé de media luna cuando sentí que me empujó poniendo sus manos en mi pecho.
Me quedé mirándolo. Otra vez la había jodido y todo por mis malditas hormonas.
- Ah...ah...- tartamudeó Can - Las palomitas se estaban cayendo sobre la cama.
Guié mi vista hacia la cama y era verdad. Rápidamente empecé a juntar todo y Can me ayudó.
- Lo siento - dije
- No te preocupes, solo son palomitas - me respondió él.
- No me refería a eso, yo hablaba sobre...
- ¿No íbamos a ver una película? Quiero verla, por favor.
- Si, claro - le sonreí vagamente y puse una película en la TV, una de terror y empezamos a comer palomitas.
08/01/19
---------------------------Todos los derechos reservados ©
Copyright © 2019.🌻🍁🌼 M.E.Silva 🌼🍁🌻
ESTÁS LEYENDO
Del odio al amor (Tin x Can) [TERMINADA]
Hayran Kurgu- Tin, ¿Recuerdas al señor Suchart? El socio más importante de la empresa - preguntó mi padre y yo asentí - Su hija mayor se llama Sukhon y te casarás con ella dentro de un mes. En ese instante juro que vi todo blanco... ××××××× Esta historia es un...