—¿Por qué pelean tanto?—exclamó el chico de la sombra mientras miraba al rubio amenazar, como de costumbre, al peliverde.
—Es porque se aman.—respondí emocionada, a lo que recibí una mirada confundida de su parte—. Perdón, es mi impulso de shippear todo... realmente no sé cuál es su problema.—suspiré—. Supongo que la horrible actitud del rubio y la sumisión de Midoriya son las principales causas... pero eso no descarta mi teoría del amor oculto.—sonreí tontamente a los que Fumikage rodó los ojos—. ¿qué? ¿nunca escuchaste la expresión "los que pelean se aman"?—
—Eso no tiene sentido, yo nunca he peleado contigo.—
—... ¿qué?—
—¿qué?—
—No me respondas con lo mismo, paloma. ¿qué quisiste decir con lo de antes?—
—Nada... mira, ya llegó el profesor.—exclamó rápidamente mientras se acomodaba mirando hacia adelante.
No te hagas el desentendido, estoy segura de lo que escuché...
Durante el resto de las clases, el chico se mantuvo algo alejado, sin mencionar que cada vez que intentaba sacar conversación sobre lo que dijo antes se excusaba con alguna tontería. Pero no iba a darme por vencida.
—¿vamos juntos?—solté con una amplia sonrisa al salir de la escuela y acercarme a Fumikage.
—Claro...—
—Y... ¿cómo está Dark Shadow? Hace tiempo que no hablo con él.—
—Esta... bien, hemos estado entrenando bastante estos días y-
—¿puedes llamarlo? Quiero preguntarle algo.—
—¡No! Digo... no, ahora está... durmiendo.—enarqué una ceja.
—Eres muy malo mintiendo... ¡Dark, ven aquí!—
Casi de inmediato, la sombra emergió del pecho de Fumikage, quien rápidamente intentó obligarlo a volver a su interior.
~¿cómo has estado, ____? Ha pasado un buen tiempo.~sonreí.
—Todo está genial... excepto por una cosita que me gustaría preguntarte.—
—Dark Shadow, regresa AHORA.—exclamó el chico algo nervioso.
~¿por qué? ¿Acaso no ves que estamos charlando? ¿tanto miedo tienes de que se entere?~
—¿a qué te refieres?—me metí en la mini discusión.
~De que le gustas, ____. Pero él teme que lo rechaces.~miré rápidamente al chico, quien mantenía la cabeza gacha.
—Fumi...—intenté tomar su mano, pero el chico se alejó rápidamente del lugar, dejándome sola.
Por más que quisiera alejarse de mi, mañana teníamos clases y no podría escaparse para siempre.
~•~
Cuando entré al aula al día siguiente, me encontré con Tsuyu sentada en el banco junto al mío, lugar que le correspondía a Fumikage.
—¿qué haces aquí, Tsuyu? Éste es lugar de Fumi y lo sabes.—
—Perdón, ____. Pero él me pidió cambiar de lugar, al parecer no ve muy bien la pizarra desde aquí. Aunque ahora que lo pienso, se ve bastante bien.—la chica me miró confundida.
—No... esto es por otra cosa, Tsuyu...—
Durante el resto de las clases y durante el almuerzo me fue imposible hablar con él, lo único que me quedaba era interceptarlo en la salida. Cuando el profesor Aizawa indicó que la clase terminó, todos se levantaron y corrieron a la entrada, por lo que no vi salir a Fumikage. Negada a perderlo de vista de nuevo, usé mi quirk y atravesé rápidamente las paredes de la escuela, terminando en la entrada del edificio apenas unos segundos después.
~¡____, que alegría volver a verte!~volteé rápidamente a un lado, encontrándome a Fumikage regañando a Dark Shadow y tratando de hacerlo volver a su interior.
—Hey, ¿todo está bien?—solté mientras me acercaba a ambos.
~Éste amargado quiere obligarme a entrar, no puede hacerlo.~
—En realidad me gustaría hablar con Fumikage ¿podrías dejarnos solos?—solté sin dejar de observar al chico.
~Como quieras, Pero sí sabes que igual veo y escucho todo ¿verdad?~sonreí.
—Ya vete.—
~Como ordenes, jefa.~soltó la sombra antes de desaparecer.
—Te hace más caso a ti que a mi...—
—Tengo mi encanto.—
—Claro que lo tienes...—
—Escucha, Fumi. En cuanto a lo de ayer-
—Esta bien, ____. Sé que yo a ti no te gusto.—suspiró—. Así que, por favor... hagamos de cuenta que nada de eso pasó ¿si?—
—¿y tú cómo sabes que no me gustas? ¿también lees mentes y no me enteré?—
—No es necesario leer mentes para saber que no podría gustarle a nadie y en especial a alguien tan genial como tú.—
—¿"genial como yo"? Fumi, el genial aquí eres tú.—solté casi molesta por su baja autoestima—. Eres súper inteligente, fuerte y sin duda uno de los mejores estudiantes de la academia. Así que no vengas con esas tonterías, tú eres el mejor aquí.—
—Pero tú puedes atravesar lo que sea, eso no se compara a Dark Shadow.—
~¡hieres mis sentimientos, idiota!~exclamó la sombra desde el interior del chico.
—Tal vez atravieso uno que otro muro... Pero me encantaría poder entrar en esa cabeza dura que tienes y hacerte entender las cosas.—apoyé mis manos en sus hombros—. Eres increíble, Fumikage... y es por eso que me gustas tanto.—
Ante la sorprendida expresión del chico, besé fugazmente su mejilla y lo abracé.
~¿lo ves? Te dije que ella también te quería... cabeza de chorlito.~
—Callate...—soltó Fumikage ganándose unos pequeños refunfuños por parte de Shadow.
Sentí como el chico correspondía mi abrazo y sonreí contra su pecho.
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