Cuando el chico de cabello bicolor llegó a la enfermería con unas heridas leves, me ofrecí de inmediato a ayudarlo, pues debía preguntarle algo que tenía dando vueltas en la cabeza desde que luchó con el peliverde hace unos minutos.
—Hola.—le dediqué una leve sonrisa mientras me sentaba frente a él.
El chico nisiquiera volteó a mirarme, por lo que recordé aquellas palabras que Recovery Girl solía repetirme durante las prácticas.
"El trabajo de la enfermera no sólo es curar las heridas superficiales, si es posible, debemos curar las del corazón"
Al ver como Todoroki había cambiado su actitud durante el enfrentamiento con Midoriya y como prácticamente se fue sin más del área, supe de inmediato que algo estaba mal con él.
—Entonces... ¿qué te pasó ahí arriba?—solté mientras tomaba un botiquín y sacaba algunas cosas—. Fue por el señor Endeavor ¿verdad?—el chico me miró.
—¿y qué te hace pensar eso?—
—Bueno...—humedecí un algodón en desinfectante y lo pasé con delicadeza por algunas heridas en sus brazos—. Hasta hoy, nunca te había visto usar tus llamas y ni hablar de que nunca te he visto junto a tu padre. No quiero adivinar, pero al parecer no lo quieres demasiado y al no usar tus llamas... es como si lo estuvieses rechazando.—lo escuché quejarse de dolor al mojar una cortada bastante profunda—. Lo siento...—
—¿Es tu singularidad acaso?—Lo miré—. ¿leer mentes?—
—No.—reí por lo bajo—. Sólo soy buena observando. Mi quirk es "anestesia", adormezco los dolores de la gente por unos minutos.—
—¿y por qué a mi no?—
—Bueno...—me alejé un poco—. Creí que eras lo suficientemente fuerte como para aguantar un poco de ardor.—el chico sonrió levemente—. Entonces... ¿Es una etapa?—
—¿etapa?—
—Ya sabes... "odio a mi padre, no quiero ser como él, es despreciable"—hice mi voz gruesa, ganándome una pequeña sonrisa del chico.
—Yo odio a mi padre y definitivamente no quiero ser como él... pero no es una etapa.—reí bajito mientras le indicaba que se quitara la camiseta, o al menos, lo que quedaba de ella.
—Bueno... etapa o no, deberías resolverlo. No es bueno para ti cargar con tanta ira y rechazo.—hice una mueca de preocupación al ver lo maltratada que estaba su espalda—. Creo que ahora sí debo usar mi quirk...—
Apoyé suavemente las manos sobre su espalda, cubriéndola con el violáceo gas que emanaba de estas.
—Ira y rechazo... así que eso es lo que tú ves.—
—No sólo yo, al parecer Midoriya también lo vio y por eso te motivó hace rato.—tomé un poco de crema curativa y comencé a esparcirla por su espalda—. Pero de verdad, Todoroki. Preocúpate más por ti y no por tu padre.—le dediqué una sonrisa mientras me ponía de pie—. Eso sería todo.—le entregué un nuevo uniforme—. Intenta no destruir éste, es increíble cuántos de estos se gastan en un mes en esta escuela...—
—Gracias...—lo miré confundida.
—¿por curarte?—negué—. No fue nada.—
—No sólo me curaste... me hiciste ver algunas cosas que antes me negaba a observar.—
—Ya veo..—sonreí—. En ese caso, me alegra ser de ayuda.—el chico me dedicó una leve sonrisa antes de ponerse de pie—. Por cierto... acaba con Bakugo, alguien tiene que bajar de las nubes a ese loco. Y trata de no lastimarte mucho ¿si? Es agradable charlar contigo, pero no necesariamente curarte. Ten cuidado.—
—Lo tendré.—
Y al final... no tuvo cuidado.
—Vaya... al parecer no entendiste lo que es tener cuidado.—solté al verlo ingresar a la enfermería casi inconsciente.
—Quería visitarte de nuevo.—a pesar de estar bastante adolorido, me dedicó una sonrisa.
—No era necesario recibir una paliza para ello...—volví a usar mi singularidad en él.
—No me preocupa demasiado, tú estarás para curarme ¿verdad?—aquello de cierta forma me hizo sonrojar.
—S-supongo...—
—Al menos no rompí el uniforme...—sonreí.
—Vaya, no sabía que eras bromista.—
—No lo soy...—
—Pues a mi me pareció bastante gracioso.—
—____...—lo miré—. Me alegra haber sido curado por ti.—
—Gracias... supongo. A mi me hubiese podido charlar en otras circunstancias.—
—¿tal vez otro día? Podríamos ir a caminar juntos.—sonreí.
—Me gustaría, sí.—
—Bien... y por si no quedó claro... no era una etapa.—enarqué una ceja—. Pero sea lo que sea, ya la superé... creo.—sonreí.
—Me alegra oir eso...—
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