Freya
Me levante de la silla tal y como me dijo Ash. Él se acercó a mi acarició mi pelo ahora azul y me miró de arriba a abajo, hecho esto se llevo las manos a la boca con cara de orgulloso. Ahora mi atuendo era totalmente distinto, llevaba un vestido negro ajustado conjuntado con unos tacones altisimos con plataforma.
Miré hacia el frente y vi a Jenette con cara de asombro.
- Camina, camina- me indicó Ash ansioso.
Obedecí y di dos pasos hacia Ash cuando en realidad quería irme de alli. No me sentía la misma persona desde que me pusieron esa cosa caliente en la espalda baja y me drogaron, es como si otra persona que no fuera yo me estuviese manejando. Eso lo comprobé cuando miré a Jenette, quise decirle que la iba a desatar y haber corrido a hacerlo, pero en vez de eso me quedé callada. No dije absolutamente nada.
Como pensé algo que no era yo me controlaba. Lo notaba subir por mis venas hasta mi corazón y apoderarse de este.
A Ash se le veia orgulloso de su "Creación" si se puede llamar así. Se oían vítores y aplausos por parte del ansioso público formado por jóvenes como yo.
Ash mandó a estos seguir con la fiesta mientras se encargaba de mí, ellos obedecieron y nosotros nos fuimos por los estrechos pasillos hasta el despacho de Ash. Alli metieron a Jenette en otra sala y a mi me dejaron sola con Ash.
Él se sentó en su silla donde me recibió la primera vez para firmar el contrato
<< Que bonitos recuerdos>> pensé con ironía.
-Toma asiento porfavor -dijo Ash acomodandose su chaqueta.- Dime, ¿Cómo te sientes? ¿Quieres un vaso de agua u otra cosa?
- No, gracias. Me siento un poco distinta- dije esta vez yo.
-Bueno, me vas a servir de mucho Freya, de mucho.
- ¿A que te refieres?
- Vas a ayudarme a coger a más gente para el contrato y tal, ¿Te gustaría?
¿¡Como se atrevia a decir eso!? Por supuesto que no lo haría, ni en un millón de años.
Mandé a mi cuerpo levantarse y darle una torta pero este no respondió igual. En lugar de eso, de mi boca salió un firme "Estaría encantada de servirte maestro"
¿¡Maestro!? Dios santo.
- Me gusta esa actitud Freya - dijo Ash acariciandose la barbilla.
Mi reacción involuntaria fue lanzarle una sonrisa y remover mi suave pelo azul.
Uno de los dos hombres que me habían llevado hasta aqui interrumpió nuestra charla.
- Señor, disculpe que le moleste- dijo mirandome- tenemos un problema.
-¿Es que no podeis hacer nada solos? ¡Siempre tengo que ir yo!- dijo Ash resignado y levantandose de la silla.- ¿De que se trata? Es alguna chorrada de las vuestras seguro y ¡es que estoy ocupado!- terminó dando un golpe fuerte en la mesa.
Los dos se fueron del despacho dejandome sola así que aproveché el momento para investigar que se traia este entre manos.
- No conseguiras esclavizarme ni a mi ni a nadie más.- dije para mi misma levantandome de mi sitio decidida.
Fui directa a los cajones de su escritorio. Todos ellos estaban cerrados con llave, oí las voces de los dos hombres hablando al otro lado de la puerta. Intente forzar los cajones pero no dio resultado. Busqué por todo el escritorio desesperadamente las llaves. Había visto a Ash varias veces guardar documentos y despues cerrarlos como si se tratasen de oro.
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9 MESES Y 38 DIAS
Novela Juvenil¿Estarias dispuesto a vender tu alma al diablo con tal de tener 9 meses cumpliendote todos los deseos que quieras? Descubre lo que le pasa a Freya, una chica normal y corriente de la que todos tienen una visión equivocada. Su vida no la agrada del...