Un día soleado de septiembre, en una ciudad de Madrid
Suena el despertador. Maldito aparato. Me despierto de mala leche y lo apago para seguir durmiendo. Pero para mi desgracia, entra mi madre en el cuarto y sube la persiana, dejando entrar la luz del sol.
- Buenos días Claudia, ¿preparada para tu comienzo en el instituto? - siento como me mira con su sonrisa burlona.
Mi querida madre. No se le ha ocurrido otra cosa que apuntarme a un internado después de acabar la primaria. Como si no fuera difícil ya de por sí entrar nueva al instituto, sino que encima es un internado, en el que tendré que estar las 24 horas del día durante toda la semana excepto sábados y domingos. Pero claro, como mi hermano mayor está allí y tanto mi padre como ella trabajan, es imposible que confíen en nosotros para dejarnos solos en casa, así que prefieren mandarnos lejos y ocuparse solo de mi hermana menor.
- Mamá, mátame si quieres, o lo que más desees pero no me mandes al internado, te lo suplico - me levanto sin ganas de la cama.
- No es un internado hija, es un instituto de alta clase, y te vendrá bien para conocer gente nueva, y además pasarás más tiempo con tu hermano - me dice mientras sigue con su estúpida sonrisa.
- Lo llames como lo llames, sigue siendo un internado, y sabes que prefiero ir mil veces a un instituto público que a uno concertado.
Está bien. Odio todo lo relacionado con la alta clase y esas tonterías. Me parece una vergüenza que en pleno siglo XXI se siga distinguiendo entre clase alta, media o baja. ¿Acaso no somos todos iguales?, ¿No nos merecemos los mismos derechos?
- Bueno hija, lo siento mucho pero tendrás que ir. Sabes que tu padre y yo trabajamos y no podemos ocuparnos de vosotros como quisiéramos. Sé que no te gusta ese ambiente, pero te acostumbrarás, ya lo verás - dicho esto, me guiña un ojo y sale de mi habitación.
Estupendo. Yo en un colegio de ricos. Por suerte tengo allí a mi hermano, que me salvará de más de una y hará que mi estancia allí sea lo mejor posible.
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Minutos más tarde
Después de terminar mi maleta y vestirme (me he puesto una camiseta de tirantes azul, con un short vaquero y unas manoletinas del color de la camiseta), me dirijo hacia la cocina, donde mi madre me ha preparado el desayuno y me lo sirve en la barra.
Seguro que pensareis que mi casa es enorme y tengo mayordomo, gente que limpia la casa y demás. Pero he de decir que estáis muy equivocados. A pesar de ir a un internado de élite y de los dos trabajos de mis padres, vivimos por encima de nuestras posibilidades. Tenemos una casa de unos 120 metros cuadrados, con sus cuatro habitaciones (mis padres duermen juntos, y el resto es para mis hermanos y para mi), dos baños que se nos quedan cortos (ya que uno de ellos está incluido en la habitación de mis padres), un salón que es a su vez comedor y una cocina que da gracias a que entramos tres personas y posee una barra para desayunar allí. El resto, imaginároslo. Nos envían a un internado por presumir ante sus amigos, pero les cuesta un ojo de la cara que estemos dentro, y claro, cualquiera pide caprichos sabiendo el panorama.
- Date prisa en desayunar que sino llegaremos tarde a tu primer día. Y se tarda un rato en llegar allí, hija - me dice mi madre mientras corre a su baño a terminar de arreglarse.
- Si, mamá, en cinco minutos estoy desayunada y peinada - la grito para que me oiga.
Y cumpliendo mi palabra, desayuno (aunque sin ganas) lo más rápido que puedo y corro al baño a terminar de arreglarme.
Me ondulo el pelo y me aplico un poco de gloss en los labios para disimular las enormes ojeras que tengo.
La verdad, mis amigas y mis ex-novios (que por cierto, solo he tenido 2) me decían siempre lo guapísima que soy y lo perfecta que voy siempre, pero yo no me siento así, es más, creo que lo decían por cumplir y quedar bien conmigo.
Salgo al recibidor y allí estaba mi madre cogiendo las llaves del coche.
- Ya estoy lista mamá, podemos irnos - la miro con cara de pena.
- Alegra esa cara y vámonos, que vamos a llegar tarde.
Dicho esto, cojo mi maleta y salimos por la puerta rumbo a mi nueva vida.
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Hola chic@s!!!
Espero que les haya gustado este capítulo, la verdad lo hice cortito para dejaros con la intriga y que vayáis conociendo poco a poco la historia jeje pero prometo que el próximo capítulo será mucho más largo :-)
En multimedia les dejé un vídeo de Marc Anthony - Vivir mi vida, que creo que viene muy bien con el capítulo, y a parte les dejé una foto de Claudia, para que se vayan familiarizando con ella ;-)
Besos
Cristina
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La vida inesperada de Claudia
Random"Te quiero...Te quiero como jamás habría querido a nadie,aunque te suene raro y probablemente no me creas,eres la única chica de todas con las que he estado que me atrae de verdad...Nunca pensé que llegaría a decirlo alguna vez pero...me he enamorad...