Capitulo 26

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Después de comer fuimos a comprar la despensa y llegamos ya de noche a la casa.

—Mamá — susurré entrando a la cocina —¿Donde va a dormir Nicol?

—Pues contigo ¿por qué?

—No... por nada — contesté nerviosa.

—Hija, ¿pasa algo?

—Si — interrumpió Taylor entrando a la cocina — es que hay algo que tu no sabes — dijo viéndome con malicia.

Abrí mas de lo normal los ojos y me puse mas nerviosa... «¿Acaso Taylor piensa decirle la verdad  a mi mamá... no él no puede hacer esto». Me empecé a morder el labio inferior y sentí como mis manos empezaron a sudar.

—¿Qué es eso que no sé? — me preguntó mi mamá.

—No-no... sé... de... de que... habla Taylor — contesté tartamudeando.

—Vamos Jenifer, dile lo que sucede.

—¡A ver!... ya diganme que pasa.

—Como veo que Jenifer no piensa decirte... entonces te lo diré yo — dijo Taylor — lo que pasa es que... — me volteó a ver — a Jenifer le huelen muy feo los pies y le da pena que Nicol se de cuenta de eso — dijo conteniendo la risa.

«¡Estúpido Taylor!, casi me hace morir de nervios...»

—¿Es cierto eso? — pregunto mi mamá divertida.

—Eeh... si... algo así — contesté

—No te preocupes hija... antes de que te vayas a dormir, pasas a mi cuarto y te doy un desodorante en aerosol para pies, para que te quite el mal olor.

Taylor estalló de la risa.

—Si... yo... paso luego...gracias.

Salí de la cocina junto con Taylor, y nos dirigimos a nuestro cuartos.

—¡Eres un tonto! — me detuve en el pasillo y lo golpeé

—¡Ya! ¡ya! ¡tranquila! — detuvo mis manos para que ya no lo golpeara — hubieras visto tu cara — dijo entre risas — te pusiste pálida y empezaste a sudar.

Logré soltar una de mis manos y volví a golpearlo en el hombro.

—¡Hey! ¡Hey! ¿A que se debe la violencia? — interrumpió Nicol saliendo de mi cuarto y asomándose al pasillo.

—Es que a Jenifer le apestan los pies — dijo entre risas Taylor.

—¡Ay! ¡eres un idiota! — le di un último golpe y entré a mi cuarto.

Nicol nos veía confundida y divertida a la vez.

—¡Hey! ¡Tranquila!... — dijo Nicol entrando a mi cuarto— ¿Y ahora que le hiciste? — se refirió a Taylor quien venia atrás de ella.

—Nada, no le hice nada — se hizo el inocente — bueno, solo fue una pequeña bromita

—¿Que le hiciste? — volvió a preguntar Nicol.

Taylor le contó lo que pasó.

—¡Casi me desmayo por tu culpa! — proteste sentada en la cama.

—Vamos Jeni, no es para tanto.

—Yo también estaría enojada si estuviera en su situación — dijo Nicol.

—Creo que mejor me voy, porque aquí somos dos contra uno y, así no se vale — hizo un puchero como de molesto — que descansen — se dirigía a la salida de mi cuarto —¡Ha! por cierto — se detuvo en la salida del cuarto — las tendré vigiladas ¡he!, voy a estar viniendo cada rato para comprobar que no están haciendo nada malo ¿escucharon? — dijo aparentando seriedad.

Fuck! ¿Y ahora...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora