Fuck! ¿Y ahora...?

Capitulo 47

Todo a su al rededor empezaba a dar vueltas. ¿como? ¿mareada? ¿Ya, tan pronto?. Pero ¡cuantos vasos había bebido! ¿tres? ¿O a caso fueron cuatro?.

—¿No bebes muy seguido verdad? — preguntó la chica a lado de ella.

—No — rió — solo he tomado tres o cuatro vasos y ya me siento mareada.

—Solo han sido tres — rió.

—Ya no debería de beber mas — dijo viendo el vaso medio lleno que tenía en las manos. — pero  hoy quiero hacerlo — sonrió y bebió casi la mitad del vaso de un solo sorbo.

***

—Jeni me pidió que sacara a Nicol del departamento, porque quiere darle una sorpresa.

—Ella no sabe que estamos en el antro ¿verdad?

—No. Pero bueno, te dejo aquí con Nicol mientras voy por Jeni y cuando ella termine de hacer lo que vaya a hacer vuelvo por ustedes ¿si?

—Bueno, solo no tardes.

—No, no tardo

Se acercó y le dió un beso cerca de los labios a la rubia. Esta enrojeció mucho.

***
—Listo — dijo entrando al auto — vámonos.

—Y ¿donde dejaste a Nicol?— pregunté

—En... Bueno... En... — sonó su celular — ¿Bueno? — contestó sin ver quien era.

—Taylor, tenemos un pequeño problema.

—¿Karina? ¿qué pasa?

—Es Nicol, está... Está ebria.

—¡¿Quuué?! ¡ebria!

—Sí, ebria Taylor.

—Ebria... ¿quien está ebria hermano?

—Bueno... Voy... Voy para allá.

—¿Y bien?

Taylor se quedó en silencio. Solo veía la carretera y conducía.

¡Oh no!.Cuando mi hermano se queda callado es mala señal.

—Taylor ¿quien está ebria ? —Insistí

—Es... Es Nicol — dijo como para sí mismo.

—¡¿Nicol?!

Asintió con la cabeza.

—¡¿Y cómo?! ¿A donde la llevaste Taylor? — pregunté enojada.

— Es que... Era cumpleaños de un amigo y pues se me hizo fácil llevarla conmigo al bar. Se supone que debería estar bien, cuando me vine no estaba bebiendo, es más, acabábamos de llegar.

—Nicol no bebe— aseguré — de seguro es un error.

—Ya Jeni — interrumpió — no es la gran cosa. Solo es una de chica de dieciocho años ebria, es de lo más común.

—Pues sí pero, se supone que hoy la iba a sorprender. Se supone que pasaríamos nuestro aniversario festejando. Y ahora solo tengo ganas de ir por ella y hacerla dormir hasta mañana.

Taylor no dijo nada. Solo se dedicó a conducir en silencio.

Llegamos al bar, mi hermano me pidió que lo esperara en el auto ya que yo era menor de edad y no me dejarían entrar al lugar. Hice caso omiso y me salí rápido del auto, me dirigí a la entrada y para mi suerte el guardia se encontraba descuidado así que en un movimiento rápido ya me encontraba adentro del bar.

Mis ojos recorrieron todo el lugar en busca de mi pelirroja. Unos segundos después llegó Taylor.

—¿Donde está? — pregunté.