Fuck! ¿Y ahora...?

Capitulo 36

—¡Pero que...! ¡Eso es tan estúpido!... Ustedes separadas no arreglan nada.

—Quizá si... Quizá si él piensa que ya terminamos nos deje en paz.

—Él lo que quiere es a Nicol y no las va a dejar en paz hasta conseguirla de nuevo. Y tu se la estas dando en las manos.

—No es cierto.

—¿Ah no? — interrumpió — ¡Te estas alejando de ella Jenifer! Eso quiere decir que él ganó y por eso te alejas de ella.

—¡No es cierto! ¡Él no ganó! Y yo  no le estoy entregando a Nicol, es solo que... Tengo miedo.

—¿Miedo? ¿de qué?

—De mis papás... Si ellos se enteran, el problema que se armaría seria mas grave que el que hay con Andrey.

—Bueno, viéndolo de ese punto tienes razón.

—Pero hay algo que todavía no entiendo... Si Andrey solo quiere a Nicol, porque se empeña en hacerme en hacerme daño.

—Porque descubrió el punto débil de Nicol... Y ese eres tu.

—Pff... Solo espero que Andrey no haga algo en contra de nosotras ... Sabes Taylor... Ya me acostumbre a estar con ella casi todo el día, no se si pueda pasar mucho tiempo sin ella... Solo espero que esto funcione.

—Yo sigo pensando que la solución a todo esto es ir y darle unos buenos golpes a el tipo ese y..

—Que no — interrumpi — la violencia no es la solución.

—¡Mira quien lo dice!... La que se avienta a golpear al tal Andrey ya dos veces.

—No se que me ha pasado en esas ocasiones. Tu sabes que yo no soy así.

—Ya te lo he dicho mil veces — se paró de la cama y empezó a caminar — ¡Se llama amor! — gritó en la puerta de mi cuarto, y se fue.

***

—¿Lo dejaste en donde te dije?

—Si — respondió el chico — casa morada portón negro ¿no?

—Si... ¿nadie te vio?

—No creo, de todos modos si me vieron, nadie me conoce.

—Si bueno — sacó un billete de la bolsa de su pantalón — toma — le dio el billete — y ni una palabra de esto a alguien ¿entendiste?

—Tranquilo Andrey — tomó el dinero y lo guardó — mi boca es una tumba ...

***

—¡Jenifer! ¡baja a comer! — gritó mi mamá desde la cocina.

Bajé y ayude a poner la mesa, después de unos minutos llegó mi papá y nos pusimos todos a comer.

—Me encontré esto en la entrada — dijo mi papá parándose a tomar un sobre que estaba en el sillón.

—¿De quien es?— preguntó mi madre

—No se, no tiene remitente ni destinatario.

—A ver — dijo Taylor y le quitó el sobre de las manos.

Taylor abrió el sobre y sacó el contenido y volteó a verme con cara de preocupación.

—¿Qué es? — pregunto mi madre.

—Eh... Se... Se equivocaron de casa... Esto... Esto no es para nosotros — metió rápidamente de nuevo el contenido al sobre.

—¿Qué es? — preguntó mi padre — Pasa me el sobre Taylor, quiero ver que es.