Fuck! ¿Y ahora...?

Capitulo 38

—¡Pero papá! ¡Yo no quiero irme! — gritó enojado.

—Lo siento Andrey, pero entiende que debemos irnos para allá. Son cosas del trabajo y no te puedes quedar solo aquí.

—¡Pero no puedo dejar lo que tengo aquí! !Tengo toda una vida social que voy a perder!

—Y que la puedes reconstruir allá, así que no importa que te enojes y hagas tus berrinches. Lo de irnos no va a cambiar.

—Te odio — gruño entre dientes.

Tomó una maleta que tenía a un lado y salio a grandes sancadas del cuarto.

—¡Hijo!... ¡Andrey! ¿A donde vas? — gritó su madre al verlo muy enojado pasar por la sala rumbo a la salida.

—Tengo partido — se limito a decir y salió de la casa.

***

—Nicol... Nicol... Nicol...

—¡Callate Jenifer! — regañó sin quitar la vista de la pantalla — no me dejas escuchar.

—Nicol, la película está aburrida. Salgamos a dar una vuelta.

—No esta aburrida.

—Si lo esta — me reincorpore, me senté en la orilla de la cama y me puse mis tenis.

—¿A donde vas? — le puso pausa a la película y volteó a verme.

—Voy a salir... Ya me aburrí de la película.

—¿Y saldrás sola?

—Tu no quieres venir conmigo — me en cogí de hombros y empecé a buscar mi sudadera.

—Nunca me preguntaste si quería ir contigo. Además Samuel vendrá en cuanto salga de su clase de música.

—Esta bien... Quedate a esperarlo— Me puse mi sudadera, agarré mi celular y empecé a caminar a la salida del cuarto.

—¡Espera! — gritó justo antes de que yo saliera de su cuarto — o también si quieres puedo decirle que lo esperamos en el parque o a donde quieras ir.

Sonreí triunfante y regresé a la cama donde Nicol estaba sentada con las piernas cruzadas. Me senté en la orilla a un lado de ella y le di un beso en la comisura de sus labios.

—Esta bien — susurré.

Nicol puso los ojos en blanco.

—¡Oh! ¡Me pusiste los ojos en blanco! — dije divertida

—...¿y?

—¿Sabes qué hace Christian Grey cuando Anastasia le pone los ojos en blanco? — dije en tono coqueto.

Tomó una almohada, la puso en mi cara y me empujó hacia atrás.

—Si, pero cabe la sorpresa de que tu no eres Grey ni yo soy Anastasia — dijo divertida — así que ya, vámonos... Antes de que cambie de opinión y siga viendo mi película.

***

—¡¿Qué?! ¡¿Pero por que?!... ¡¡Usted no me puede dejar en la banca!! ¡Soy de sus mejores jugadores!

—Lo se Andrey, pero el partido anterior faltaste y tu me habías dicho que ibas a venir, además eras el titular, y sabes que tenemos sanciones para eso. Así que te quedas en la banca ¡Y se acabó!

—¡Genial! ¡lo que me faltaba! — gritó furioso.

Tomó de nuevo su maleta y salio de campo, no sin antes patear un bote de basura que se encontraba en la salida.