Las partes escritas en cursiva sonflashbacks.
***
Febrero de 1507.
Enara dejó caer un diente de león sobre el ataúd de su madre.
Observó las paredes de tierra excavadas en el suelo, y la superficie torpemente pulida de la madera. Era una caja de un tono claro, surcada por numerosas vetas negras. Ella estaba dentro.
Sentía la presencia de Shanks a su lado, al igual que su mano entre sus omóplatos, dándole un pequeño empujón para guiarla de nuevo a su sitio.
Tenía ya diez años y sabía lo que significaba la muerte. Significa que no estás dormido, sino algo más allá; algo de lo que no se despierta. Sabía que estar muerto no dolía, que no comportaba sufrimiento; no había nada. Sabía que era algo normal, natural.
Pero lo que no entendía era qué iba a hacer ella ahora que su madre estaba muerta.
Sintió la mano de Elaia sobre su hombro izquierdo. No quiso mirarla a los ojos, pues sabía lo que se encontraría. Compasión. Dolor. Confusión.
-No pasa nada si lloras, pequeña - le había dicho Shanks el día que su madre falleció.
Pero ella no lo hizo. No lloró. ¿Cómo podía hacerlo? ¿Cómo podía sentir algo si ella ya no estaba?
Notaba el peso de las miradas de los vecinos sobre ella; notaba sus cuchicheos en la parte posterior de la cabeza. ¿Quién es ese hombre?
¿Por qué no podían dejar de hablar de Shanks?
Enara cerró los ojos, como si así pudiera cerrar el mundo.
Sintió sus pies separarse del suelo y la calidez del cuerpo del pelirrojo. Pasó los brazos por su cuello y le rodeó la cintura con las piernas, escondiendo el rostro en su pecho.
Ese día Shanks le había puesto su vestido más bonito.
Ella no quería ir al funeral, no entendía por qué querían meterla bajo tierra. Con lo que a ella le gustaba el Sol. Él había insistido en que lo hiciera; que si no era por ella misma, que lo hiciera por él.
Y Enara haría lo que fuera por Shanks.
Le había hecho prometer al hombre que no le haría volver a ponerse ese vestido nunca más.
Él no lo hizo.
Y el día que Shanks se fue, Enara arrojó el vestido al mar.
Para que se fuera con él.
***
Julio de 1522.
-¿Esta semana? – preguntó Enara.
Había ido a cambiar unos cuantos kilos de patatas por unos huevos y, de paso, preguntar a sus vecinos si sabían cuando pasaría el próximo barco.
-Sí – le contestó la mujer mientras colocaba media docena de huevos en la cesta de la joven – Espero que tengas preparado... tu sueles vender trigo, ¿no?
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Venganza
AdventureHabía soñado con oscuridad, con sangre. Con fuego y magma. Había soñado que su padre y su hermano morían; y él no. Era real. Marineford había sido real. Y ahora él estaba solo. 🏅 #3 Shanks 🏅 #1 Shirohige