Serendipia (COMPLETA)

Capítulo 15

Habían pasado cerca de 5 minutos y ninguna de las dos se animaba a romper el silencio. Sin embargo, como solía ocurrirme tratándose de Alba, no había un solo dejo de incomodidad en aquel encuentro.

Sus ojos me examinaban de una forma que no lograba descifrar; era como si ella buscara en mí las respuestas que no era capaz de encontrar en ella misma.

Sus manos pequeñas estaban entrelazadas, sobre la mesa que Sabela nos había preparado para hablar, y noté que su pierna se movía constantemente en señal de nerviosismo.

Me pregunté si yo causaba la misma sensación de ansiedad cuando realizaba ese movimiento y ella colocaba su mano sobre mi rodilla para que me calmara. Siempre funcionaba.

A pesar de que algo en mi mente me decía que era ella quien debía explicaciones, logré doblegarme, como siempre lo hacía, para ser quien comenzara con el acercamiento.

Nunca sentí que a Alba no le interesaba, pero siempre me dio la impresión de que ella prefería respetar mi espacio y esperar a que fuera yo quien comenzara, y sinceramente se lo agradecía.

Así, me senté frente a ella, y serví un poco del licor que Sabela había dejado listo y le ofrecí uno de los vasos.

- No tiene veneno ni nada, ¿verdad?...- dijo, oliéndolo. Sabía que intentaba bromear, así que sonreí con un poco de falsedad ante su comentario. En otras circunstancias me hubiera dado mucha gracia, pero supuse que seguía enfadada con ella, o algo.

- Sabeliña sería incapaz de algo así, y además no tiene motivos- sentencié con sinceridad. Alba sonrió de lado.

- ¿Sabeliña?... Parece que se han vuelto muy cercanas- picó un poco, sin embargo, no noté reclamo ni celos, y no supe cómo sentirme ante ello.

- Bueno... un poco. Ha sido una buena amiga, y francamente me la pasó bien con ella- respondí con sinceridad.

- Me alegra mucho- dijo- sin embargo fue un poco raro que me invitara a su habitación a hablar contigo. Era algo que no me esperaba.

- Yo tampoco lo sabía- confesé, mirando la sorpresa en su rostro.

- ¿De verdad?...

- Sip- solté. – Me pidió que viniera y ya estando aquí, me dijo que tú vendrías también.

- No sé qué decir...

- Yo tampoco. Supongo que tengo que agradecer el tipo de personas que elijo. Nunca le conté sobre nosotras, ella lo dedujo y logró que estemos aquí conversando...- señalé. Alba sonrió sinceramente.

- Pensé que no querrías hablar conmigo. Supongo que te debo explicaciones, pero me era difícil acércame para pedirte que me dejaras hablar contigo- tras decir esto, bebió un poco del licor, y la imité, quedándonos en silencio durante unos minutos.

- Te escucho- dije finalmente, mientras notaba que ella buscaba cómo comenzar.

- Bueno... ¿Qué fue exactamente lo que viste el otro día?...

- Estabas con Julia- respondí con rapidez- Ella prácticamente te tenía contra la pared y hablaban a dos centímetros de distancia. Parecía que estaban llorando, o algo por el estilo. Por un momento pensé que iban a besarse, y preferí dejar de ver – lo dije tan rápidamente, que Alba tardó unos segundos en comprenderlo todo, quedándose en silencio, reflexionando mis palabras.