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NATALIA'S POV
Siete días después de que asistimos al centro de asesoramiento de mujeres poliamorosas lesbianas y bisexuales, las cosas estaban con más claridad en mi cabeza. Quería a Alba, y la quería profundamente.
No sólo se trataba de alguien que me gustara, o de lo mucho que disfrutaba mirarla mientras realizaba cualquier actividad común. No sólo era que su voz me provocara la mayor tranquilidad, o que me divirtiera escuchándola reírse. No sólo era que me pudiera pasar horas viendo sus ojos claros, su nariz o sus caderas cuando caminaba sabiendo que la seguía con la vista... De verdad la quería, como nunca me había imaginado querer a alguien, y eso me bastaba para saber lo que tenía que hacer.
Me había dado a la tarea de buscar toda la información que me fuera posible; en internet, en sitios de vídeos, e incluso viendo conferencias de testimonios de personas que atravesaban por situaciones similares a la mía. Todas coincidían en que al inicio no había sido un proceso sencillo, o algo fácilmente digerible, pero que había valido la pena el arriesgarse a vivir de esa forma. Quizás hubiera a quienes aquello no les resultara, y eso no lo dudaba, pero haciendo una introspección, me di cuenta de que en nuestro caso, teníamos mucho más que ganar.
Durante esa semana, Alba, Julia y yo teníamos un acuerdo; no establecer contacto físico. Pensamos que eso nos ayudaría más a aclarar la situación, y actuar de una forma más racionalizada que nos permitiera concentrarnos en nuestro objetivo de definir lo que queríamos. Sin duda, había funcionado, pero también sin duda, había sido una de las cosas más difíciles; esa semana, Alba estuvo especialmente guapa ante mis ojos, y tenía atenciones tan simples y tan adorables, que me ponía complicado no comerla a besos.
Con Julia, por otro lado, las cosas estaban resultando extrañamente placenteras; nos encontrábamos de vez en cuando por los pasillos de la escuela, y la primera vez que sucedió, ella se animó a proponerme que desayunáramos juntas. Había sido incómodo durante los primeros minutos, pero al surgir una plática musical, no hubo quien negara que teníamos algo de química, y que al menos estábamos intentando asimilar lo que construiríamos como una nueva realidad que nos involucraba.
Para mi fortuna, la semana había transcurrido de una forma bastante liviana, a pesar de los muchos deberes que me habían dejado, o tal vez "gracias a ellos", como había sugerido la rubia.
El jueves por la tarde, platicando con María, surgió una idea que me pareció bien no descartar; ella me contó que, junto a Marta, pasarían el fin de semana con África, pues habían estado mensajeando desde la reunión en su casa, y realmente habían tenido una química amistosa impresionante, por lo que no había dudado ni un segundo en invitarla a un campamento musical donde Damion tocaría con su banda.
Al terminar de contar aquello, se detuvo un momento y luego rompió el silencio de la forma más descarada posible.
- Tienes casa sola disponible, cabrona – puntualizó, y casi la pude imaginar alzando su ceja.
- ¿Y eso qué significa, Mary?... – pregunté, solo por hacerme la tonta, pues conociéndola de la forma en que lo hacía, sabía lo que estaba proponiendo, sin siquiera analizarlo demasiado.
- Pues que puedes pedir permiso a tus padres para salir del colegio, y luego puedes organizar una reunión en mi casa, cocinarles a tus novias y repetir lo del trío que me ha causado daño psicológico permanente – propuso con simpleza, al tanto de la situación de mi asistencia a la reunión de poliamorosas.
- No son "mis novias", ¿vale?... Ni siquiera Alba lo es- respondí con cierta resignación.
- No has dado el golpe final, Nat. Puede ser que el fin de semana lo hagas. Sólo tienes que amarrarte bien los ovarios e ir por ello- propuso.
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Serendipia (COMPLETA)
FanficSerendipia: Hallazgo afortunado que se produce cuando se está buscando otra cosa. UNIVERSO ALTERNATIVO A OT.