XXVII: El enlace

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ADVERTENCIA: Smut

×××

-Me gustaría hacerte una promesa. -Cas enunció con firmeza, y el corazón del omega comenzó a batir dentro de su pecho. -Dean Winchester, conocerte no estaba en mis planes. Enamorarme al instante de ti, tampoco. Pusiste mi realidad de cabeza, y desde entonces no hay un momento en el día en que no piense en ti, y en que no desee tenerte a mi lado.

-Cas... -El omega comenzó, conmovido.

-Sé que es peligroso y absurdo quererte. Sé que podría costarme todo. -El alfa continuó -Pero te has metido en mi corazón y ya no concibo la idea de una vida sin ti. Así que... -Dijo tomando sus manos y aferrándolas con fuerza contra su pecho -Aunque sea una locura, nos largaremos de aquí cuanto antes, a vivir nuestro amor sin restricciones ni riesgos. Cuidaré de ti, te reclamaré como mio, y me esforzaré por darte todo lo que necesites por el resto de nuestras vidas. Te lo prometo.

-Lo único que necesito es a ti, Cas...  -Dean repuso con los ojos brillantes y el corazón alborotado. -Pero no quiero ponerte en un aprieto, ni obligarte a hacer algo que no quieres--

-Sí quiero. -El alfa lo interrumpió. -Por supuesto que quiero. Sólo me asusta la idea de no poder darte la forma de vida que te mereces por no ser... por no tener dinero. -Agregó con la mirada gacha, y Dean supo que aquello realmente le preocupaba.

-Ya te lo dije -Murmuró acercándose más a él y buscando su mirada. -Te quiero a ti, no a tu dinero, Cas. No me importa la forma de vida que debamos llevar para poder estar juntos, sólo sé que no verte... me duele. Físicamente incluso. No sé si a ti también te ocurre pero--

-Sí, yo también lo siento. -El alfa admitió con pesar. -Cuando decidimos no vernos más creí que enloquecería. Y no sólo yo, mi lado instintivo... Sólo se calma si te tengo cerca.

-Bueno, entonces no podemos torturarlo así, ¿no crees? -Dean sugirió con una pequeña sonrisa que Cas le devolvió.

-No será sencillo... -Le advirtió en un quedo murmullo, pegando su frente a la del omega.

-Lo sé.

-Podríamos ponernos en peligro...

-Lo sé.

-Hay mucho en riesgo...

-También lo sé, pero... vale la pena intentarlo, ¿o no?

El alfa suspiró ya sin argumentos, con una sonrisa de lado.

-Desde luego. Tú vales absolutamente todo -Sentenció con pasión, y rodeándolo entre sus brazos eliminó la escasa distancia que los separaba y lo besó nuevamente.

Sus labios se encontraron con naturalidad, dándole a Cas la ya conocida sensación de haber pasado toda la vida besándolos. Era algo que Dean había generado en él desde el primer día, y sencillamente se sentía bien.

De pequeño, su padre le había hablado de las parejas destinadas, y le había expresado su deseo por que encontrase la suya algún día. Un omega que fuese dócil y dulce, y que hiciese a Castiel sentir como en casa.

Bueno, pensó Cas mientras saboreaba los suaves labios del príncipe a sus anchas, Dean no era en absoluto dócil... pero ciertamente era dulce su sabor, y jamás se había sentido tan como en casa como se sentía en ese momento al tenerlo entre sus brazos.

Estaba seguro de que eso no podía ser mero azar.

Continuó besándolo con creciente pasión, aferrando al omega por la cintura con una mano y por la parte posterior del cuello con otra, mientras invadía su boca con su lengua, sediento y posesivo. Dean dejó escapar un quedo gemido al quedar atrapado entre sus brazos, pero lejos de resistirse lo rodeó con sus manos y le dio total acceso a él, entregándose a aquel beso como si fuese el último que fuesen a darse, mientras el calor entre ambos no hacía más que crecer.

La Manzana Prohibida (Destiel Omegaverse AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora