𝖊𝖑𝖊𝖈𝖙𝖗𝖔 | "La guerra está más cerca y
yo voy a librarla, con todos
los medios necesarios"
#5 en mutantes (13-ene-19)
#3 en alexsummers (24-ene-19)
#6 en mutantes (30-ene-19)
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A la mañana siguiente me encuentro caminando por los pasillos de la base. Después de estar buena parte de la noche con Erik, ambos decidimos quedarnos para darle un voto de confianza a la CIA. Aunque claro, no se merecían nada de mi parte.
Estaba tratando de mentalizarme en que ahora tendría que lidiar más seguido con la simpatía infinita de la princesa rubia y su hermano. Quería tener un momento de calma.
—¡Oh, Lara! Qué maravilla encontrarte.
Al demonio la tranquilidad.
Charles aparece en mi campo de visión, me contengo por no borrarle la sonrisa de un puñetazo. Así que decido atacar con su misma actitud.
—¡Sí! Es maravilloso que me encontraras justo ahora que pretendía pasar un tiempo sola. Pero por favor, dime qué necesitas de mí. —planto una falsa sonrisa en mi rostro que logra desubicarlo.
—De acuerdo. —lo ignora, aunque todavía parece algo espantado por mi repentina actitud. Seguido toma mi mano y comienza a llevarme hacia algún sitio.
—¡Oye! —él no deja de tirar de mí. —¿A dónde me llevas?
—La CIA quiere experimentar conmigo en un aparato para expandir mi alcance telepático.
Me toma un par de segundos en no soltar alguna clase de insulto contra él por aceptar. ¿Acaso es más imbécil de lo que aparenta ser?
—Tal vez no pueda leer tu mente como tal, pero aún así escucho algunas cosas. —se queja.
Yo tan sólo ruedo los ojos y dejo que me lleve hasta el exterior del edificio. A unos metros hay un aparato en forma de esfera, aunque podría ser un radar. Sospecho que el joven cerebro de Hank tuvo mucho que ver en eso.
Esperándonos están el científico, la rubia y el alemán. Los tres se mantenían callados hasta que ven a Charles conmigo yendo hacia ellos. Me suelto de su mano aprovechando que Hank lo llama y me acerco al único en quien confío aquí.
Todos vamos subiendo por unas escaleras que nos llevan al interior del radar. Observo el lugar con curiosidad al ver tantos aparatos tecnológicos.
Del techo del radar cuelga lo que parece ser un casco con distintos cables saliendo de él. Hank se detiene delante y señala lo que estaba mirando.
—Lo llamo Cerebro. —dice, cosa que consigue sacarme una sonrisa extrañada por su ingenio. —Es por la forma que tiene. —eso no lo podíamos negar. —Los electrodos conectarán a Charles con el transmisor del techo. Cuando detecte un mutante su cerebro enviará una señal directa y las coordenadas de su ubicación se imprimirán aquí. —mientras hablaba iba señalando cada aparato. Se le notaba el entusiasmo que traía al querer probar la máquina.
