𝖊𝖑𝖊𝖈𝖙𝖗𝖔 | "La guerra está más cerca y
yo voy a librarla, con todos
los medios necesarios"
#5 en mutantes (13-ene-19)
#3 en alexsummers (24-ene-19)
#6 en mutantes (30-ene-19)
#1 en alexsummers (30-ene-19)
#4 en...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¡Para el auto! —el vehículo frenó de golpe causando que mi cuerpo casi chocara contra la parte trasera del asiento del conductor. —¡Maldición! Si conduces tan mal deja que otro lo haga.
Abro la puerta del auto agradeciendo cuando mis pies tocan el concreto de la calle. Era un gran alivio después de casi una hora en ese infierno. Charles era un pésimo conductor, pero era tan obstinado que no dejaba que nadie más lo hiciera.
Espero a que Alina se baje también para tomarla de la mano.
—¿Tardarás mucho? —pregunta Logan desde el vehículo.
—Sólo unos minutos.
La casa de mi hermano era la única opción. No confiaría en nadie más para dejarle algo de tanta importancia.
—Logan es de quien te hablé. —la voz de mi hija llega a mis oídos. La miro desde arriba sin dejar de caminar. —El hombre con garras.
—Ya lo sé. —le sonrío intentando parecer lo más calmada posible.
Toco el timbre de la casa y aguardo junto a Alina mientras sigo pensando en todo lo que podría salir mal hoy.
—¿Por qué no puedo ir contigo?
Suspiro. Esto será algo difícil de explicar, así que me pongo a su altura, y me distraigo mirando sus ojos. Son iguales a los de su padre.
—Es peligroso lo que voy a hacer, Alina. No quiero que salgas lastimada. Ahora quedarte con tu tío es lo mejor. Como mucho serán unos días. Ya lo verás.
Le acaricio el cabello con ternura y después la rodeo con mis brazos. Inhalo el olor de su cabello sintiendo mis ojos picar. Odiaba ponerme sensible, pero desde que tuve a Alina el miedo se había vuelto un compañero constante. Temía por ella cada día.
La puerta se abre.
—Hola, hermosa. —Viktor toma a mi hija en brazos.
—Lamento esto, pero es muy importante.
—Lo entiendo. —deja que Alina corra dentro de la casa. —Sólo cuídate. Ya te perdí una vez, Lara.
—No pasará de nuevo.
—Sí, pero por si acaso... —una tercera voz se nos une. Desde el pasillo aparece Khristeen. —Tuve una visión esta mañana, sabía que vendrías.