𝖊𝖑𝖊𝖈𝖙𝖗𝖔 | "La guerra está más cerca y
yo voy a librarla, con todos
los medios necesarios"
#5 en mutantes (13-ene-19)
#3 en alexsummers (24-ene-19)
#6 en mutantes (30-ene-19)
#1 en alexsummers (30-ene-19)
#4 en...
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El silencio reinaba en el jet. Hank y Raven estaban frente a los controles mientras que Charles y yo estábamos en los asientos de atrás. El resto del equipo, los más jóvenes, estaban algo inquietos. Les habíamos hablado con la verdad.
Jean era ya muy poderosa. Nuestra misión consistía en traerla a la mansión sin importar el costo. Queríamos que se hiciera por las buenas, pero dadas las circunstancias si las cosas se salían de control yo tendría que hacerlo a la mala.
Charles estaba bastante pensativo. Sólo el y yo conocíamos la ubicación de Jean, y Raven estaba furiosa al desconocer todo lo que habíamos hecho. Tuvimos que decirle sobre el bloqueo en la mente de la pelirroja cuando era niña. Pero no había pasado mucho antes de que empezara a escupir veneno en forma de palabras.
Ella no tenía ni idea. El padre de Jean era un cobarde. Decidió que ya no la quería al verla desatar sus poderes. En el accidente su esposa había muerto, pero Jean también sufrió. Ambos podían darse apoyo, sin embargo él simplemente la hizo a un lado como si ya no fuera nada en su vida. Ese hombre no merecía nada de Jean ni de nosotros.
Cuando nos acercamos al lugar respiré profundo. No me gustaba pelear. Prefería vivir en calma dejando atrás todas las veces que tuve que luchar. Ahora me arrepentía de no haberme alejado de todo esto cuando tuve la oportunidad. Charles podía manejar la escuela sin nuestra ayuda. Él era capaz de grandes cosas. Pero mi miedo a perderlo me había vuelto paranoica. Sentía que de dejarlo solo algo malo le pasaría, y yo no estaría para protegerlo. Esa sensación no me agradaba.
Si lograba terminar esta misión con éxito me retiraría de esta vida. Todavía tengo algo muy importante que hacer junto a alguien.
—Vamos. —Raven se quitó el cinturón una vez el jet tocó el suelo.
Los demás X-Men siguieron sus pasos hasta que todos estuvimos afuera. Del otro lado de la calle estaba Jean. Su postura tensa dejaba en evidencia lo mal que la estaba pasando. En cierto modo me causaba un malestar muy grande verla atravesar estos cambios de golpe. Y ella no dejaba que nadie la ayudara cuando era muy obvio que le hacía falta.
—No debieron venir.
Son las primeras palabras de Jean.
—¿Por qué? —Charles se adelanta antes de que Raven quiera tomar las riendas de la conversación. —Vinimos a llevarte a tu hogar.
—Nunca he tenido un hogar. Tú te aseguraste de eso.
Charles comienza a avanzar con su silla y el equipo de mueve a la par.
