𝖊𝖑𝖊𝖈𝖙𝖗𝖔 | "La guerra está más cerca y
yo voy a librarla, con todos
los medios necesarios"
#5 en mutantes (13-ene-19)
#3 en alexsummers (24-ene-19)
#6 en mutantes (30-ene-19)
#1 en alexsummers (30-ene-19)
#4 en...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Wetchester, Nueva York Un mes después
Podía decirse que ahora el mundo nos veía como héroes de gran importancia. Los mutantes verdaderamente estaban siendo aceptados. Al principio temí cuando un enviado del presidente vino buscando a Erik. Pero era por una buena razón. Resulta que el mundo sabe que Magneto ayudó a vencer la gran amenaza.
Erik ya no sería fugitivo del mundo.
Tristemente, todavía no aceptaban que caminara entre ellos con normalidad. Así que le brindaron unas tierras alejadas de cualquier ser humano para que se instalara allí. Contrario a molestarle, eso me agradó más a Erik. Él tampoco podría vivir una vida normal entre los humanos. Sería lo mejor para todos que cada cual siguiera su rumbo sin molestias.
La mansión había quedado destruida, pero con la ayuda de los poderes de Jean y Erik juntos lograron reconstruir el lugar. Todo parecía mejorar con el tiempo.
Con el permiso de Charles, le hicimos un pequeño homenaje a Alex cerca del lago bajo un árbol alejado de la mansión. No quería que cualquier persona se le acercara. Fue un momento íntimo con pocas personas. Ahora había una pequeña lápida donde podríamos ir a rendirle homenaje cuando lo echáramos de menos.
Alina no había tenido más sueños con malas noticias, al menos no tantos como me temía en un principio. Hablando de eso, tuve que confrontarla junto con Jeremy para hablar de su relación. Ellos lo negaron todo al principio, pero fue inútil. Si creían que podrían mentirme les iría peor. No les di ninguna queja porque me tranquilizaba saber que mi hija no estaría lidiando con sus problemas sin apoyo.
En uno de esos días cuando todo parecía ser normal, llegó una sopresa. Khristeen, mi hermano y los dos demonios que eran fruto de su relación.
—¡Tía Lara! —ambos niños me rodearon las piernas con tal fuerza que casi me caigo hacia atrás.
Le puse mala cara a sus padres, a lo que ambos se encogieron de hombros.
—¿Cuántos años tienen ya?
—Nueve. —dijeron ambos al unísono. Sí, porque no podían venir por separado. Tuvieron que ser mellizos.
Lyra y Luka tenían unos rostros de ángeles. Pero era un engaño puro. Yo lo sabía mejor que nadie siendo tía de ellos. Lyra era revoltosa y le gustaba crear discusiones a donde fuera que iban, y Luka era el encargado de remediar todo con su mirada angelical para después empeorar aún más las cosas.