Eres mi ancla.

8.7K 523 154
                                    

Nirvana:

Si ya de por sí era vergonzoso que tu novio y tu familia comiesen juntos, lo era mucho más el hecho de que Sean no sabía cocinar, Skylar se estaba quedando dormida encima del plato y mi tía estaba en una esquina de la mesa con el condenado álbum de fotos en la mano.

Sean había preparado lo que parecía filetes chamuscados y algo que pude identificar como arroz. Skylar al mirar el plato se ponía amarilla.

-No está tan mal.-dijo Isaac con un trozo de carne que llevaba intentando comerlo desde hacia quince minutos.

-Si, si lo está.-afirmé yo.

-¡Me duele la barriga!-gritó Skylar en un tono bastante dramático. De fondo se oían los sollozos de mi tía.-¿ Y si pedimos pizza?

Sky y yo miramos a Sean con ojos de cachorrillo.

-Vale, pedimos pizza. Así evitamos que os de una indigestión a todos con la comida que he preparado.

---------------------------------

Después de comer mi tía se fue a su habitación a llorar, que era lo único que hacia últimamente. Sean se fue a dormir y Skylar, Isaac y yo fuimos al salón a ver una película. Elegí una película de terror así Skylar se asustaría y se iría a su habitación dejándonos a Isaac y a mi solos.

A los minutos de haber empezado la película, Skylar se fue a su cuarto con la imágenes de la masacre de la película en la mente. Cuando escuché que la puerta de Skylar se había cerrado me senté encima de Isaac y le empecé a besar. El beso se fue intensificando más y más.

-Vamos a mi habitación.-le dije a penas separando mis labios de los de Isaac. El me cogió en brazos mientras subíamos a mi habitación y yo le besaba.

Entramos en la habitación y Isaac cerró la puerta. Me puso en la cama y el se situó sobre mi sin parar de besarme.

-Espera un segundo.- le dije y me aparté de el. Caminé hacia el reproductor de música y puse un CD, al segundo empezó a sonar Sam Smith. Isaac me miró desde la cama con una sonrisa irónica.-¿Qué? Es mi cantante favorito.

Caminé hacia Isaac y le volví a besar, esta vez fue un beso lleno de ternura. Isaac me rodeó con los brazos y volvió a ponerse encima de mi. El beso se iba volviendo cada vez más intenso hasta parecer que nos devorábamos mutuamente. Me empezó a levantar la camisa lentamente sin apartar sus labios de los míos. De repente paró de besarme y se sentó en el borde de la cama tapándose la cara con las manos.

-¿Qué te pasa? ¿He hecho algo mal?.-le pregunté preocupada. La canción que había sonado había acabado y ahora sonaba Stay With Me.

-No, no has hecho nada mal. Es todo genial, sólo que, no puedo hacer esto.- me levanté de le cama y me puse frente a el, seguía intentando que no le viese la cara. Le aparté las manos cuidadosamente, el al principio no quería apartarlas de su rostro pero finalmente cedió. Tenía la cabeza agachada, le pase la mano por la mandíbula hasta dejarla bajo su barbilla, con el pulgar sobre esta. Le levanté la cabeza cuidadosamente mientras su respiración se agitaba cada vez más. Tenía los ojos amarillos, increíblemente amarillos. El cerró los ojos y giró la cabeza.- soy un monstruo. Ni siquiera puedo mantener el control con la chica que quiero.

-Isaac, no eres un monstruo. Los monstruos hacen cosas malas, tu no has hecho nada malo. Sólo has perdido el control, debes buscar algo que te mantenga calmado. ¿Hay algo que te relaje?

Me miró durante unos segundos.

-Tu. Tu me relajas. Tu eres mi ancla.

Le besé, esta vez sin pensarlo ni un segundo. El beso se volvió cada vez más fuerte, más intenso, incluso más romántico. Le quité la camisa a Isaac y el hizo lo mismo con la mía. Nunca había estado en sujetador delante de alguien, y mucho menos delante de un chico.

La ropa fue desapareciendo lentamente hasta desaparecer completamente.

-¿Estas segura de esto?.- me preguntó Isaac. Su respiración chocaba con la mía.

-Si no estuviese segura no estaría haciendo esto.- le contesté y le besé.

--------------------------------

Isaac se había quedado dormido, o eso creía yo. Estaba tumbada a su lado con mi mano en su pecho. Lo había hecho por primera vez, y había sido fantástico. No había sido en un hotel de 5 estrellas, con champán y rosas, había sido en mi casa, en la cuadra que tenía por habitación, con Sam Smith de fondo y claveles rojos y blancos en la mesilla.

La respiración de Isaac era tranquila aunque su pulso iba a toda pastilla, pensaba que perdería el control mientras lo hacíamos, pero no fue así. Cada vez que sentía que se iba a transformar me abrazaba, ponía su cabeza en mi cuello y respiraba hondo. Sabía que hacia eso para no transformarse pero aún así me pereció un gesto precioso, como si me necesitase lo suficiente como para no transformarse.

-¿A qué viene lo del techo?- me preguntó Isaac sacándome de mis pensamientos.

-¿Te refieres a lo de corderito?.-pregunté, el asintió.- así me llamaban mis padres antes de morir.

-Mis padres también murieron, y mi hermano. Mi padre fue asesinado por el kanima.

-¿El chico lagarto?.-pregunté y el se río.

-Si, el chico lagarto. Y mi hermano Camdem murió en combate. Es decir, que soy huérfano y no tengo a nadie.

Me incorporé y le miré con el ceño fruncido.

-Me tienes a mi, cara culo.

Isaac se rió y me tumbó en la cama y se puso sobre mi, me quitó un mechón de pelo de la cara y me besó en la frente.

-Teniéndote a ti no necesito a nadie más.

Empezamos a hablar sobre sus padres, los míos y su hermano Camdem hasta que nos quedamos dormidos.

-----------------------------------

Cuando nos despertamos eran las doce y cuarto de la noche. Isaac decidió que debería irse a casa y que ya nos veríamos al día siguiente. Dije que me pareció buena idea, aunque, en el fondo no quería que se fuese, quería que se quedase conmigo, abrazandome en mi cama mientras nos olvidábamos del mundo.

Después de vestirnos bajamos las escaleras en dirección a la puerta. Abrí la puerta pero cuando me fui a despedir de Isaac él me agarró por la cintura y me besó dulcemente.

Al final acabó por terminar el beso e irse a su casa. Yo me quedé en el umbral de la puerta viendo como se iba. Cuando lo perdí de vista cerré la puerta y me dirigí a mi habitación. La puerta estaba cerrada, yo la había dejado abierta. La abrí cuidadosamente y entré precavida. La ventana estaba abierta y el viento hacia bailar las cortinas. Fui corriendo hacia la ventana pero no había nadie, tal vez me estaba imaginando cosas. Fui hacia la baño con la intención de bañarme, hasta que algo llamó mi atención: Una rosa roja en la almohada y...¿una nota?

Cogí la rosa y la nota, la desdoblé y la leí.

"Ni la belleza de la flor más bonita se compara a la tuya"

Eres mi ancla (Isaac Lahey Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora