El pasado acecha

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Nirvana:

No entendía el porqué de que estuviese dejándome ayudar por alguien que no conocía de nada, pero, algo en mi interior me decía que todo iba a salir bien, que no me haría daño.

Blake me llevo hacia unas ruinas en el bosque, parecía una especie de templo semidestrozado con unas escaleras que bajaban hacia la oscuridad. Blake me tendió la mano y me adentró en aquel tenebroso lugar. Al principio no podía ver nada de lo que me rodeaba pero de repente un cosquilleo me recorrió los ojos, y, como si nada mis ojos empezaron a adaptarse a la oscuridad y a distinguir lo que nos rodeaba a Blake y a mi.

Caminamos por el oscuro pasillo, podía oír susurros y pasos de gente a nuestro al rededor, cuando eso pasaba y el vello de la nuca se me erizaba, Blake me apretaba la mano y se acercaba un poco mas a mi. Llegamos a un portón de madera, Blake se adelantó y abrió la puerta. Me indicó que entrase y así hice.

Me encontré en una habitación enorme con una cama tan grande que parecía que era para unas diez personas al fondo con dosel y una alfombra roja que llevaba hacia la cama y se desviaba hacia la derecha para dar a una enorme estantería de libros.

Me quede embobada mirando a mi al rededor, a la izquierda había un piano con rosas rojas en un jarrón sobre este. Pero no había ventanas, en ningún lado.

-Esta es mi habitación, te puedes quedar aquí si quieres.- me dijo Blake sumamente tranquilo. Eso era algo que me molestaba mucho, que la gente se mantuviese tranquila cuando por dentro yo estaba al borde de un ataque de histeria.

-Gracias, pero primero quiero que me expliques que me esta pasando.-le conteste. Por lo que se ve puedo mantener la calma y no portarme como las protagonistas de Mujeres Desesperadas.

-Vale, tienes todo el derecho a saber lo que eres.-contestó él y me guió hasta una pequeña mesa redonda con dos sillas situada al lado de la gran estantería.-Siéntate.- dijo y yo obedecí como una niña pequeña.- Te llevo observando desde hace mucho tiempo, se me había asignado la misión de vigilarte y protegerte hasta el día de tu transformación y eso he hecho hasta ahora.- Él estaba sentado frente a mi con las manos entrelazadas cerca de las mías, no desprendían ni el más mínimo atisbo de calor.

-Sigo sin saber que me ha pasado. ¿Puedes resumir?.-pregunté con el tono más borde que pude. El solo agachó la cabeza sonriente y soltó un bufido parecido a una risa.

-¿Sabes quien es tu padre?.-me preguntó.

-Si, Caleb Corvin.-dije yo, el negó con la cabeza.

-Tu padre es Leviatán, unos de los íncubos más poderosos de la historia.-la cabeza me estaba dando vueltas.-Te lo explicaré mejor, tu madre era una bruja y tu padre un demonio, al unir esas dos razas surgió la raza Strigoi.-lo mire extrañada mientras intentaba pensar en lo que este tío me estaba diciendo. También se me pasó por la cabeza ir corriendo a donde estaba el piano, coger el jarrón, estampárselo en la cabeza y salir como un tiro de allí, pero recapacite, tenía hambre y sueño y si salía corriendo era muy probable que quien se estampase fuese yo contra el suelo.- Tu eres un Strigoi, Nirvana. De las más fuertes y poderosas, el poder corre por tus venas, princesa.

Se pasaron unos minutos en silencio, ninguno de los dos decía nada hasta que al final hablé.

-¿Tu te esnifas levadura?.

El solo se rio.

-Anda, ven conmigo y te demostraré que lo que te digo es verdad.-se limitó a contestar.

No tuve tiempo ni para resistirme, cuando me di cuenta Blake ya tiraba de mí fuera de su gran dormitorio y me llevaba a través del mismo pasillo oscuro por el que habíamos venido.

Bajamos unas escaleras en espiral hasta llegar a una especie de mazmorras medievales de piedra con goteras. Muy bonito todo, solo falta un asesino escondido para completar le peli de terror.

De repente apareció un hombre alto y calvo con los ojos negros como el azabache, tal y como los había tenido yo antes de que me pasase lo que quiera que me pasase. No se ni para que hablo, esto tiene que ser el karma por haberle puesto pasta de dientes en el champú de mi hermana.

El hombre calvo me agarró por las muñecas y me estampó contra una pared, sentía su respiración en mi cara y sabía que él podía sentir mi miedo, sus dientes eran una fila de colmillos muy afilados que se acercaban lentamente a mi cuello, pero, Blake, con una fuerza sobrehumana lo cogio por el hombro y lo lanzó hacia la otra pared.

-¡No se te ocurra tocarla o te mataré yo mismo!.- le grito Blake, yo seguía asustada pero Blake echaba humo por las orejas y mi miedo se incrementaba aun mas. Se giró y me miró, sus ojos cambiaron de negro a su color azul en un parpadeo. Me tendió la mano y me ayudó a levantarme.

-¿Que..qu..que era eso?.- pregunté asustada, esto me estaba superando. Blake me miro y me abrazó, no entendía por qué pero acepte su abrazo, pero lo hice y las lagrimas que llevaba aguantando tanto tiempo acabaron ganando y salieron.-Yo no puedo ser como eso, no puedo ser un monstruo.- el me siguió abrazando hasta que dejé de llorar y finalmente me llevó hasta una gran puerta metálica que abrió con un código. La puerta se abrió con un chasquido y pude ver una gran habitación circular con doce tronos al rededor de la habitación. Justo en frente de la entrada habían dos tronos, uno era mas grande que el otro pero los dos eran significativamente más lujosos que el resto. Me fijé en que había una mujer sentada en el trono mas pequeño. Su pelo oscuro caía ondulado, tenía la cabeza agachada leyendo un libro.

Blake y yo nos acercamos, yo dudaba pero Blake iba con paso decidido.

Nos quedamos frente a los tres escalones que hacían que los tronos estuviesen más altos que el resto. La mujer que estaba frente a nosotros alzó el rostro y... No, no podía ser. No, no, no y no.

-Mi pequeña, no sabes cuanto tiempo llevo esperando este momento.-contestó la mujer mientras se apartaba los oscuros rizos de la cara. Yo seguía a punto de pegarme un tiro.

-E... Esto no puede estar pasando. Es imposible.-conteste aturdida y sentí el brazo de Blake rodeándome.

-Tranquila, pequeña, ahora estas con nosotros.

-Pe... Pero, mamá, tu estas muerta.

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Holaaa<3 aquí les dejo el siguiente capítulo. He tardado tanto en subir por que he tenido unas semanas un poco malas pero ya estoy de vuelta y voy a intentar subir capítulos siempre que pueda :)

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Eres mi ancla (Isaac Lahey Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora